MALÉFIKA LO VETÓ
Cuando el Congreso votó
el ochenta y dos por ciento,
cuando la
Corte falló
el ochenta y dos por ciento,
MaléfiKa lo vetó
argumentando un gran riesgo,
¡que el Estado quebraría,
fue el mentiroso argumento!
Ella transgredió la
Ley ,
dictó más que el Parlamento,
y burlando a la
Justicia
decretó un inicuo veto.
Un veto al pan de la mesa
de todos nuestros abuelos,
de todos nuestros abuelos,
una horca, un genocidio,
un balazo en sus cerebros.
MaléfiKa los vetó
con soberbia y con despecho,
con soberbia y con despecho,
pero compró regalados
los campos santacruceños.
Comprando cientos de estancias,
del sur se apropiaron dueños,
para que nadie sospeche
pusieron a testaferros.
pusieron a testaferros.
Al gobierno entraron pobres,
y millonarios se hicieron,
multiplicaron por mil,
sus fortunas y su acervo.
“No alcanza para pagar
el ochenta y dos por ciento”,
fue el discurso doce años
mentirosos cien por ciento.
Mientras tanto jubilados
de alta edad se fueron yendo,
sin cumplir sus ilusiones
transformadas en decretos.
Sin cubrir canasta básica,
ni para medicamentos,
los llenaron de mentiras
poniendo a Evita de ejemplo.
“Total, los viejos no votan,
molestan cada vez menos”.
“La Ansés
se encuentra quebrada”
y argumentos así obscenos.
Pero para darle al “Fútbol”
millones contribuyeron,
y a licitaciones falsas
miles de millones fueron.
Mentira que no hubo plata,
la hubo para enriquecerlos,
la hubo para crear casinos,
para bingos, vicios, juegos.
Hicieron licitaciones
con dolo y fraude en sus pliegos,
y con turbios negociados
aplicaron el cohecho.
Que la corrupción mató
nadie lo niega y es cierto,
robarle a los jubilados
fue genocidio encubierto.
Que me escupan en la cara
si en este tema les miento,
sé que algunos van a odiarme
mas, lo que digo es sincero.
¡Se la robaron, paisano!
Pueda ser que ahora cambiemos,
honrando a los jubilados
que al país su vida dieron.
MaléfiKa los vetó
al ochenta y dos por ciento.
Pueda ser que ahora por fin,
les paguen lo que es de ellos.