SÓLO UN MOMENTO
Sólo un momento necesito, sólo un momento,
para admirar el paisaje en que te veo,
para ocupar el espacio en que no quepo,
para cambiar la vida en que me encuentro.
Sólo un momento necesito, sólo un momento,
para darle valor a lo que pierdo,
para acercarme a lo que más me alejo,
para nacer en el instante en que yo muero.
Sólo un momento necesito, sólo un momento,
para contar nuestras historias en un cuento,
para resurgir de las cenizas del fuego,
para salir ganador en este juego.
Sólo un momento necesito, sólo un momento,
para beberme todo el sabor de tus besos,
para tallar las mil curvas de tu cuerpo,
para vivir diez minutos en tu lecho.
Sólo un momento necesito, sólo un momento,
para borrar tus pésimos recuerdos,
para vendar las heridas del desprecio,
para cubrir las huellas del pisoteo.
Sólo un momento necesito, sólo un momento
para limpiar tus mejillas del miedo,
y ascenderías desde el piso hasta el cielo,
solo un momento necesito... y muero.
Sólo un momento necesito, sólo un momento,
para decirte con mis manos lo que siento,
y que en un instante se detenga el tiempo,
y en ese momento que pare el universo.
Sólo un momento preciso; y no lo encuentro.
©Rubén Sada. 30-11-2006.
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El músico alemán Markus Schröder ha creado la música a este poema.