16 de febrero de 2019

MENÚ

MENÚ

Aunque les doy un buen trato
mis trotes no los atrapan,
y asustados, se me escapan
el loro, el perro y el gato.
Nunca les doy un maltrato
mas, le tienen miedo al brillo
que sale de mi cuchillo
cuando preparo comida,
y me gritan en su huida
que yo atrape a un cochinillo.

© Rubén Sada. 16/02/2019

15 de febrero de 2019

GIMNASIA CEREBRAL

GIMNASIA CEREBRAL

La décima ya es mi vicio
y cada vez que la intento
voy más rápido y no lento,
y tengo buen ejercicio.
Cerebral es mi artificio
del canto tradicional,
¿para cuándo allá en Bernal?
Mientras tanto escribo en casa,
y así el tiempo se me pasa...
¡es gimnasia cerebral!

A mi cerebro taladro
buscando un buen argumento,
en la escritura no miento
por eso es que a veces ladro.
Cada octosílabo escuadro
respetando así el plural,
fluyen como manantial
y causan mucho bullicio,
la poesía es ejercicio...
¡es gimnasia cerebral!

El pie forzado respeto
si la luz mental se enciende,
si mi verso no se entiende
a explicar me comprometo.
Llenar el alma en secreto,
jamás inclinarme al mal,
vindicar lo espiritual
es el mejor beneficio,
la poesía es ejercicio...
¡es gimnasia cerebral!

Aquí estoy en mi gimnasio
practicando la escritura,
porque el arte y la cultura
merecen un buen espacio.
En mi hogar tengo el prefacio
que antecede al fin triunfal,
cultivando este ancestral
arte y buena idiosincrasia,
escribir ¡qué gran gimnasia!
¡Es gimnasia cerebral!

No alcanzo a ser Usain Bolt
ni tampoco Niki Lauda,
pero mi mente recauda
las rimas del español.
No practico basquetbol
sino gimnasia verbal
con un tema bien actual
y algunos de mi pasado,
que creo haber recordado...
¡Es gimnasia cerebral!

© Rubén Sada. 15/02/2019

14 de febrero de 2019

YO NUNCA FUI DESERTOR

YO NUNCA FUI DESERTOR

La carta me avizoraba
un problemático trienio
mas, no pudo huir mi genio
del tiempo que me esperaba.
Acepté lo que allí estaba
escrito con estupor,
y estoico y con gran valor
tomé el toro por su asta,
al temor yo dije ‘basta’,
pues nunca fui desertor.

Yo podría haber huido
al otro lado del “charco”,
me tomaba un ferry, un barco
y a Uruguay me hubiera ido.
Allí hubiese estado excluido
como un hombre con temor,
sin coraje, sin vigor,
un timorato, un cobarde,
y aunque de mí no hago alarde,
yo nunca fui desertor.

Enfrenté la adversidad
sin que mi ánimo sucumba,
fui pasto al pie de mi tumba
tuve esa capacidad.
Acepté con humildad
las espinas, el dolor,
y lo áspero del rigor
no consiguió hacerme mella,
y fui obediente a mi estrella:
yo nunca fui desertor.

Rechazo causas idiotas
y en las mismas no me enrolo,
con los necios no me inmolo
aun si la van de patriotas.
Antes que beber derrotas
(porque no soy gladiador),
yo me encomendé al Señor
y enfrenté al monstruo fornido,
opté ser un perseguido
pero nunca un desertor.

Soy leal a mi conciencia,
frente al destino un impávido,
de la justicia soy ávido
aunque no tenga experiencia.
Impertérrito en esencia
y siempre muy pensador,
me declaro vencedor
y aun ante la adversidad
no pierdo mi dignidad,
¡pues nunca fui desertor!

© Rubén Sada. 14/02/2019.

Cita Textual de JORGE LUIS BORGES:
 “En tiempos de guerra la gente se vuelve loca… Los gobiernos alientan la locura. Si uno no está loco, puede ser considerado traidor.”
Palabras pronunciadas por el poeta JORGE LUIS BORGES el 11 de Junio de 1982

13 de febrero de 2019

PRESO PICANDO TOSCA

PRESO PICANDO TOSCA


Por las noches pica y pica,
el preso pica la tosca,
agujerea la hosca
chubutense tierra rica.
¿Para qué? Nadie le explica.
Sólo le ordenan picar
y con el pico horadar
al duro suelo, hacer mellas,
su premio son las estrellas
y el permiso de mirar.

Nunca ha visto cosa igual
que el cielo de Comodoro,
estrellas, un mudo coro
que alaba al Dios celestial.
Ese ser universal
que desde el alto lo mira,
mientras el hielo respira
cada vez que el pico cae,
y su esfuerzo no decae:
Él protege y no es mentira.

Paradójico dilema
de qué es premio y qué es castigo,
que un mandato poco amigo
sea salida a un problema.
Aunque la llaga es edema
cual castigo siberiano,
el calabozo no es sano
pues estar aislado en calma
deja muy llagada el alma,
y él las prefiere en la mano.

Mientras el frío lo hiela
un soldado que le apunta
con un FAL, le habla y pregunta
y él responde al centinela.
Pero un militar de escuela
que a ambos de cerca escucha
sale afuera con capucha
y ordena con un fraseo
“no conversar con el reo”
así no mengua la lucha.

¡Fuerza, preso picador!
Sigue aunque no des abasto,
luego allí crecerá el pasto
regado por tu sudor.
Sé como el buen sembrador,
que el mundo te quede chico,
pico y pala, pala y pico
mientras te asombra este cielo,
vencerás al duro suelo
y aunque pobre, serás rico.

Varias horas de labor,
ya cambió guardia el soldado,
se siente el preso agotado,
extenuado y sin vigor.
La espalda calla el dolor
porque ha vencido epopeyas,
sin fusiles ni querellas,
picar tosca ha sido un parto
y el preso vuelve a su cuarto,
a una noche sin estrellas.

Rubén Sada. 13/02/2019.
Recuerdo de mi encarcelamiento por la dictadura militar en Argentina, año 1979.

11 de febrero de 2019

EL REVERENDO

EL REVERENDO


Comodoro, CA COM 9,
en el patio del cuartel,
me apartaron del plantel:
¡fui espina que se remueve!
Impartiendo una orden breve
un suboficial de grado
me llevó a un sitio privado
y es lo que voy concluyendo,
me presentó a un reverendo,
pues me negué a ser soldado.

El cura me hizo sentar
frente a su silla en un aula,
hoy recuerdo su habla maula
que me empezó a predicar.
Me quiso catequizar
cual si fuera un pecador...
¡Yo nunca fui desertor!
Y me enfrenté a todo obstáculo...
¡Qué triste fue este espectáculo
de un “vicario” del Señor!

Como enfermo él me veía,
con su hablar de inflexión médica,
y fue su melosa prédica
una prédica vacía.
Él, convencerme quería,
de que yo acepte el fusil,
y con persuasión gentil
me invitó con prontitud
a deponer mi actitud
o enfrentarme a un sitio hostil.

—“Si no empuñas el fusil
te enviarán a un calabozo,
que no es un lugar hermoso,
¡es un negro cuchitril!
Perro rebelde al canil,
y te encerrarán diez años,
no podrás ni ir a los baños,
te será duro el invierno,
tu vida será un infierno,
si acaso sales, con daños”.

De abajo de la sotana
extrajo una Biblia roja,
y con una tesis floja
defendió su idea “cristiana”.
Mi argumentación fue vana
y a contarlo no resisto,
le expliqué que Jesucristo
hablaba contra la guerra,
predicó paz en la tierra,
portar espada es mal visto.

A sacerdotes sostienen
bendiciendo miles de armas,
adormecen sus “alarmas
conciencias”, si es que las tienen.
De la guerra no se abstienen
y desde uno y otro bando
da la orden el alto mando
y es la misma arma bendita
que en lo alto la vida quita
mientras siguen disparando.

Si los padres educaran
a sus hijos en la paz,
pibes chorros no habría más,
que por robarte disparan.
Si los clérigos formaran
'juventud de no violencia',
el amor sería la ciencia"
y de allí me fui sabiendo
que no importó al reverendo
violar mi limpia conciencia.

A quien tiene base firme
es difícil convencer,
y el cura no pudo hacer
que yo quisiera instruirme.
El intento de advertirme
no tuvo un final airoso,
con él no fui irrespetuoso
pero mi credo esgrimí,
y me llevaron de allí
derechito al calabozo.

© Rubén Sada. 11/02/2019.

10 de febrero de 2019

CUCARACHA

“CUCARACHA”


Machacado en la bigornia
hasta el fierro entra en razón.
(José Larralde)

Nunca supe tu apellido,
ni tu nombre, (ya no importa),
pero mi memoria, absorta
vuelve a lo que hemos vivido.
Con el torso ya vencido
te recuerdo en ese pozo,
con estas líneas que esbozo
te saludo, “Cucaracha”,
me dejaste tu covacha,
yo heredé “tu” calabozo.

Tu mirada me lo dijo,
tu voz tímida me habló,
tu mano me saludó
desde el oscuro escondrijo.
Hoy, podrías ser mi hijo
y serás protagonista
de mi evocación cronista,
y engrosarán mi obituario
las letras de tu sumario:
te endilgaron “terrorista”.

Solo por hablar contigo
yo pensé “no puede ser”,
algún error debe haber,
¡tú no eras el enemigo!
A decir verdad me obligo,
que no pueden arruinarte
la juventud, cercenarte
y haberte hecho tanto daño,
por una frase en el baño
que hoy se diría que es arte.

Mi memoria se anestesia
en aquella negra caja,
apto color de mortaja
que a la cordura desprecia.
Quizás fue cierto: _“La Iglesia_
_no está contra el comunismo”,_
y escribiendo este sofismo
en el baño del cuartel,
se empalideció tu piel
en las fauces del abismo.

Absoluta oscuridad,
dos años de color negro
fueron el triste reintegro
por trazar esa verdad.
Hasta el Papa en su entidad
hoy proclama ese mensaje
que te condenó al ultraje
y que firmó tu sentencia,
muchas veces la demencia
disfruta un color salvaje.

Con una cerviz que agacha
y dilatadas pupilas,
volví a verlo entre las filas
del patíbulo y del hacha.
Con su apodo, “Cucaracha”,
cariñosamente dado,
de CA COM 9 soldado
de clase cincuenta y ocho,
lo conocí a los dieciocho
y luego allí fui encerrado.

Rubén Sada. 10/02/2019.

7 de febrero de 2019

ACERTIJO EN DÉCIMA (II)

ACERTIJO EN DÉCIMA (II)

A los poetas arengo,
respondan en decimal,
quién es el noble animal
del que hablarles no me abstengo.
Pertenece al abolengo
de animales para asado,
creo que vaca se ha criado
pero también algo nada,
¿cuál es la vaca mojada
que también es un pescado?

Rubén Sada.

SAL

SAL

Desde el mísero cristal
que sórdido al suelo baña,
se convierte en una hazaña,
y a la tierra torna en sal.
Luego en siglos, salitral
se forma y salitre abunda,
el sodio a la tierra inunda
y se mezclan sodio y cloro
produciendo este tesoro
que a mucha tierra fecunda.

© Rubén Sada. 7/02/2019

FRÍO

FRÍO

Que no ande nadie en la calle
es algo que no me asombra,
la ciudad es una sombra,
un oscuro y tieso valle.
Y aquí aclaro este detalle:
que el peor frío en ciudad
frío de alma y de bondad,
un frío que al pueblo hostiga,
es un mármol que castiga:
un frío de humanidad.

© Rubén Sada. 7/02/2019.

5 de febrero de 2019

EL VUELO DE LA GALLINA

EL VUELO DE LA GALLINA

Treinta metros es bastante
para el vuelo de gallina
que escapa de la cocina
y de un cuchillo brillante.
Treinta metros es, no obstante,
el vuelo de esta emplumada
que escapa desesperada
para que no la hagan pulpa,
gritando “no tengo culpa
ni quiero ser empanada”.

© Rubén Sada. 5/02/2019.

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