UN PAR DE BOTAS - Carlos Portela
Sentado en su despacho, el comisario hojeando expedientes,
Cuando el cabo se presentó trayendo al detenido..
Un mozo de treinta años a lo sumo,
Vestía bombacha gris y corralera, que a juzgar por lo viejas,
Estaban dando pruebas de la miseria e su dueño...
Sin levantar la vista e los papeles,
prestó oídos a la palabra el cabo:
- Me lo entregó el Sargento, asigún dicen,
este paisano vago le robó unas botas al bolichero Vivas, Comisario..
- Unas botas? Aha..
- Ladrón barato...
- Como te llamás?
- Orencio Nievas
- Y de ande sos?
- De acá mesmo señor
- Trabajás?
- No señor, no hallo trabajo...
Estuve conchabao pa la cosecha en la chacra e Barcala,
pero en cuantito termino la juntada e maíz me echaron..
Ahora hago algunas changas y ansí vivo..
- A qué le llamás changas, a andar robando?
El paisano bajó la vista al suelo...
- Ande tenés las botas?
- En el rancho..
- Cabo, mande a buscarlas y páselo pa adentro a este ratero que ya vamos a ver lo que le damos.
Salió el Cabo llevándose al detenido
y el comisario se quedó pensando...
- Un par de botas...
Ni pa robar sirven estos paisanos vagos...
No habían pasado dos horas que un melico
se le cuadró en la puerta del despacho..
- Permiso Comisario..
Fui hasta el rancho el detenido Nievas
a trair las botas que le robó a Don Vivas...
Me las dio su mujer, las tenía puestas un hijo de ellos,
un chico de siete años...
- Con que esas son las botas?
Son muy chicas pa ensuciarse las manos..
Qué decía la mujer?
- Y nada, lloraba como una magdalena, Comisario,
y cuando me diba a ir me dio esta carta,
pa que se la entregara a ud. en sus propias manos..
- Aver deame
Mujeres que les piden los maridos, je,
nada más natural, pero lo malo
que siempre los hayan angelitos
aunque le hagan sombra al mesmo diablo...
Pero esa carta era distinta a todas,
Escrita en un papel de estrasa mugriento y arrugado,
Las palabras, eran una hilera torpe de garabatos,
que habían estampao la gracia y la inocencia,
de aquella criaturita de siete años,
ajeno por completo a la disgracia
que la miseria echó sobre su rancho...
El ceño el Comisario se fruncía
al tiempo que la iba descifrando...
Y al acabar de leer casi temblaba
la sucia hoja e papel entre sus manos..
- Agente..
- Mande mi Comisario
- Vaya y devuelva a la mujer de Nievas esas botas que ha traído, dígale.. dígale que jue un error que nos disculpe..
Después me le pregunta al bolichero de parte el Comisario, cuánto valen la botas, se las paga y que se olvide el caso..
Espere no se vaya...
A Orencio Nievas ya mesmo me lo largan, y que no deje de llegarse mañana mesmo...
Puede que le haya hallao algun trabajo..
Se retiró el milico tras la orden, y Don Segundo
se acomodó en la silla, pa ripasar esa hoja,
que aún temblaba como un pajarito hondeao entre sus manos...
- Siñores reyes magos:
Yo les pido que se acuerden este año de trairme las botitas..
Yo soy bueno, y asigún me han contado, si uno se porta bien todito el año, ustedes no se olvidan del regalito.
Tomando de la hoja, sintió como una brasa dentro el pecho,
y echó ajuera la rabia murmurando..
"Mientras la miseria haga ladrones de esa laya ..
¡Yo nunca serviré pa comisario... !!!"
(Autor) "CARLOS PORTELA"