Y pensar que allí estaba escrito,
en ese libro de tapa negra,
repleto de números y letras,
que leía mi mamá, y hoy lo medito.
Ese libro de negra tapa,
no me atraía, lo admito,
pues no tenía dibujitos,
pero guiador como un mapa.
Ya todo allí estaba escrito,
en exactas profecías,
que se cumplieron al día,
aunque piensen que era un mito.
Ya todo allí estaba escrito,
el hambre, terremotos y guerras,
y el deterioro de la tierra,
todo estaba en ese libro.
Ese libro que en el mundo,
muchas veces fue proscrito,
y quemado por malditos,
ese es libro que hoy difundo.
A ese libro hoy me aferro
a palabras muy proféticas,
con estrofas algo poéticas
y la fidelidad de un perro.
Ese libro que en la imprenta
encuadernaron de a trocitos,
lleva a la humanidad el grito
que de maldad se arrepientan.
Y mucha gente en su nombre se asocia,
sin pagarle los derechos al autor,
no con dinero, sino con adoración,
y ese libro de tapa negra negocian.
Y pensar que todo allí estaba escrito,
y que mis padres me lo leían.
Perdona, Padre, si no te creía,
pero tu libro... es libro bendito.