5 de septiembre de 2014
4 de septiembre de 2014
ESPÍRITU (Poema contra el materialismo, escrito por Rubén Darío a Enrique Guzmán)
ESPÍRITU
A Enrique Guzmán
de su ser lo desprende,
infundiendo pavor a la conciencia
por doquiera se extiende...
Se extiende, pero no llevando vida,
que su seno está yerto;
se extiende como la ola corrompida
que vaga en el mar muerto.
Es torrente de hiel que ahoga y abrasa
a la razón humana;
que entre los sueños de la vida pasa
como una sombra insana.
Deja el mar que un momento su miseria
vuele a Dios que le atrae;
pero al golpe infernal de la materia,
de los cielos se cae.
El pensamiento, eterna maravilla,
que el alma mira absorta,
es tundido a la llama de una hornilla,
dentro de una retorta.
Sentir y amar, alientos que palpitan
en el pecho convulso,
son dos chispas que chocan y se agitan
al eléctrico impulso.
¡Comed! ¡Bebed! El cielo se derrumba,
y tras la losa helada,
más allá de lo oscuro de la tumba,
sólo reina la nada.
¿Dios?... Ya cayó de su elevado trono;
ya se hundió su palacio...
Le reemplazan el ázoe y el carbono;
el tiempo y el espacio.
¡Horror! ¡Horror! Avanza este torrente...
¡Su impulso detened!...
¡Se ahoga el alma en la atmósfera candente!
¡Tiene sed!... ¡Tiene sed!
Contemplad ese impulso rudo y fiero;
apagad esa hornilla,
o bajad a Jesús de su madero,
y escupid su mejilla.
Contened, por favor, la fuerza bruta
de ese inmenso torrente,
o a Sócrates quitadle la cicuta,
y abofetead su frente.
¡Horror! ¡Horror!... El hombre exhala un grito
al ver que Dios se esconde;
y pregunta por él a lo infinito,
pero éste no responde.
Dirige al cielo su palabra fría,
y de vigor desnudo,
su palabra se pierde en el vacío,
porque el cielo está mudo.
Lleno de miedo y de dolor profundo,
al mundo habla un instante;
pero al fijar sus ojos en el mundo,
ve la hornilla chispeante.
Oye el sonido que en agudo tono
da la fragua que chilla,
y el espíritu mira entre el carbono,
fundiéndose en la honilla.
¡Mefistófeles! —grita el hombre airado.
¡Mefistófeles cruel!
¡Genio eterno!... Gigante dibujado
por lírico pincel.
Mefistófeles cruel: dime, te ruego,
¿dónde hallo al Dios que brilla?...
Y ve una roja masa junto al fuego
de la chispeante hornilla.
Mefistófeles cruel: dime tú, ¿dónde
hallo alma, hallo razón?...
Y la chispeante hornilla le responde
con sorda confusión.
¡Horror! ¡Horror! ¡Avanza este torrente!...
¡Su impulso detened!
Se ahoga el alma en su atmósfera candente...
¡Tiene sed!... ¡Tiene sed!
Allá viene entre nieblas dilatadas
horrenda procesión...
Son momias que se mueven agitadas
en sorda confusión.
Cantan al son del mazo que martilla
la caída de Dios;
y en derredor de la candente hornilla
soplan de dos en dos.
Mefistófeles: deja tus carbones...
dame agua: tengo sed...
Contempla cómo soplan los tizones
las brujas de Macbet.
¡Tengo sed del espíritu gigante,
Mefistófeles cruel!...
Y contempla la hornilla chispeante
brillar delante de él.
¡Corre el hombre!... Por fin el cielo clama
por la segunda vez:
¡se extiende ante su frente hermosa llama!
¡Tiembla el cielo a sus pies!
¡Es que Dios no ha caído! ¡Refulgente
se mira en su palacio!
Y es eterno, sublime, omnipotente,
en tiempo y en espacio.
Mira el hombre la aurora que le halaga,
y que en el cielo brilla,
y contempla también cómo se apaga
el fuego de la hornilla.
Y revestido de celestes galas,
envuelto en luz bendita,
el espíritu vuela con sus alas
por la escala infinita.
Ya hay vida en las estrellas, en los soles;
ya se mira extendido
entre nubes y bellos arreboles,
progreso indefinido.
Ya la vida del hombre no es un mito;
no es fósforo y carbón.
Hay un espacio espléndido, infinito...
¡Hay alma y corazón!
¡Ya no se forma en hornos el talento!
¡Ya no es débil cristal!...
¡Ya bulle con ardor el pensamiento!
¡Ya existe el ideal!
Ya la ley de las almas nos gobierna;
ya se canta victoria...
La vida del espíritu es eterna...
¡Hosanna!... ¡Gloria!... ¡Gloria!...
Rubén Darío (Poemas de juventud)
VANIDAD DE VANIDADES (Vanitas vanitatum)
VANIDAD DE VANIDADES
(Vanitas vanitatum)
Mel et lac sub lingua tua¹... ¿No dijiste
oh, rey Salomón, que todo es vanidad?
Aprendí verdad tan triste
cuando supe que era triste la verdad.
Una abeja vino a libar su panal
entre mis fauces ansiosas,
pero iba buscando las luces radiosas
de mi corona real.
Me sentí más Salomón,
y aún más sujeté la corona en mi frente;
desde entonces fué clavando en mi doliente
carne su agudo aguijón.
El dolor es texto de grandes verdades;
me doctoré en el dolor.
Y afirmo: placeres, oro, gloria, amor,
¡Vanidad de vanidades!
Amador Porres
1) Expresión en latín que significa "Miel y leche hay debajo de tu lengua", tomada de Eclesiastés 4:11 (La Biblia). Es posible que el poeta Amador Porres haya leído a Rubén Darío, quien citó esta misma expresión bíblica en su cuento PALOMAS BLANCAS Y GARZAS MORENAS de su obra "Azul..." manteniendo también el contenido de este poema una gran influencia proveniente del soneto XLIII de Lópe de Vega titulado "A una calabera".
Más poemas similares:
- A una calavera
- Soneto XLIII
Esta cabeza, cuando viva, tuvo sobre la arquitectura destos huesos carne y cabellos, por quien fueron presos los ojos que mirándola, detuvo. Aquí la rosa de la boca estuvo, marchita ya con tan helados besos; aquí los ojos, de esmeralda impresos, color que tantas almas entretuvo. Aquí la estimativa, en quien tenía el principio de todo movimiento; aquí de las potencias la armonía. ¡Oh hermosura mortal, cometa al viento!, ¿donde tan alta presunción vivía desprecian los gusanos aposento? Autor: Lope de VegaLECHE Y MIEL (Soneto de Rubén Sada)
3 de septiembre de 2014
Letrilla para Consuelo: TU COLLAR DE PERLAS (Poema de Amador Porres)
Letrilla para Consuelo
"TU COLLAR DE PERLAS"
Un cierto domingo de la primavera
hallé tu collar
en la rosaleda.
Consuelo, si quieres
que te lo devuelva...
Soñaba en un éxtasis
la atmósfera quieta
entre oros de tarde,
músicas y esencias.
Los pétalos rojos
de rosas abiertas
semejaban vivos
labios de doncella.
Un sutil embrujo
de vida y querencias
batía sus alas
por toda la tierra,
cuando adiviné
tu clara presencia
por un bello símbolo
dormido en la arena.
Consuelo, si quieres ,
que te lo devuelva...
¿Qué haría sin él
mi afán de poeta?
¿Qué haría sin él
mi amor a la ciencia?
Lo bueno y lo malo
se impregnan de estética
con la evocación
de tu carne fresca.
Lo bueno es más bueno,
lo malo, belleza.
Y es que el collar sabe
de roces de seda,
de tibios encajes,
de añoranzas viejas,
de virginidades,
de leves turgencias
dichas en lenguaje
de fiebre y promesa.
¡Sabe tantas cosas
tu collar de perlas!
Amador Porres
#collar
POESÍA: ¡ESTÁS CONTRAINDICADA!
POESÍA: ¡ESTÁS CONTRAINDICADA!
Contradicción la contraindicación:
Te compré, ¡te tengo contratada!
El diccionario contrata mi dicción,
contra adicción, mejor pronunciación...
Poesía: ¡Estás contraindicada!
© Rubén Sada. 3/09/2014
LA CONTRADICCIÓN DEL POETA
LA CONTRADICCIÓN DEL POETA
¡Oh! La
contradicción [...]
dolorosa y divina...[...]
Pero el que no la
sienta [...]
¡Que no sea poeta!
(Amador Porres - Poeta español)
En fatal contradicción atrapado está el poeta,
contradicción de su alma, su sentir y su vivencia,
que le quita mucha calma, que lo abruma y que lo inquieta,
contradicción pertinaz que taladra su conciencia.
Su soneto exige vuelo veloz como una saeta,
predicando al mundo el bien, la justicia y paz: su esencia.
Vana será su existencia si su pluma deja quieta:
si se silencia el poeta, explosionará en demencia.
¿Será acaso un disparate? ¿Será acaso incongruencia?
¿Será el poema advertencia que al espíritu le late?
¿Callará, indiferente, cuando del horror se trate?
¿Podrá el bardo silenciar, cuando el mal al mundo abate?
¿Se amordazará el juglar ante la impía violencia?
Iniquidad y poesía, ¡contradictorio combate!
contradicción de su alma, su sentir y su vivencia,
que le quita mucha calma, que lo abruma y que lo inquieta,
contradicción pertinaz que taladra su conciencia.
Su soneto exige vuelo veloz como una saeta,
predicando al mundo el bien, la justicia y paz: su esencia.
Vana será su existencia si su pluma deja quieta:
si se silencia el poeta, explosionará en demencia.
¿Será acaso un disparate? ¿Será acaso incongruencia?
¿Será el poema advertencia que al espíritu le late?
¿Callará, indiferente, cuando del horror se trate?
¿Podrá el bardo silenciar, cuando el mal al mundo abate?
¿Se amordazará el juglar ante la impía violencia?
Iniquidad y poesía, ¡contradictorio combate!
Rubén Sada (03/09/2014) Perteneciente al libro "En 14 versos, sonetos".
2 de septiembre de 2014
MARCHABAS...
MARCHABAS...
Marchabas en la sombra y el silencio.¡Ay! Qué pálido estabas; ¡ay! qué pálido.
Cruzabas, peregrino en tu interior,
persiguiendo tenazmente un arcano.
No quedaba en tu ser un poro abierto;
el pensamiento estaba encarcelado,
y solo, solo, eras por momentos
más herméticamente solitario.
Las nubes anidaron en los árboles
en hermandad augusta con los pájaros;
las hojas iniciaron un susurro
alegre y triste, rumoroso y lánguido.
Se fué el sol somnoliento tras los montes;
la noche amortajó el extenso campo;
tú en ti, bajo la fúnebre arboleda
luchabas, la esperanza amortajando.
De tanto haber sentido no sentías,
no volabas de tanto haber volado,
de ir tantas veces por la misma ruta
puso el olvido piedras a tu paso.
¿Es verde palpitante la vereda?
¿Corre el agua en el río sin descanso?
Tu mundo no es el mundo de este mundo,
tu mundo es el vacío del arcano.
En la pálida noche caminabas.
¡Ay! qué pálido estabas, ay, qué pálido.
AUTOR: Amador Porres.
SENTIDOS, POR PIEDAD
SENTIDOS, POR PIEDAD
(Soneto de Amador Porres)
oídos, no me deis nuevas torturas
invitando a pasar por mis llanuras
voces del exterior, ecos errantes.
Estas cansadas fibras vacilantes,
estas holladas sendas inseguras
ya se niegan a tantas andaduras
de tantos andariegos caminantes.
Sentidos, por piedad, estad alerta,
vigilad noche y día vuestra puerta,
no allane ningún ser vuestro postigo;
en este batallar largo y profundo
no resisten mis fuerzas otro mundo
que este mundo interior que va conmigo.
Amador Porres
Otros poemas sobre los sentidos y el amor:
TE AMÉ CON MIS CINCO SENTIDOS
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1 de septiembre de 2014
MUNDOS NEGROS (Soneto contra los delincuentes)
MUNDOS NEGROS
(Soneto contra los delincuentes)
permutando por grescas la armonía.
La paz de nuestro pueblo es agonía
mientras siembran horror, dolor y ayes.
Rellenan de cadáveres los valles,
desprecian, codiciosos, la poesía,
por esto grita 'basta' el alma mía
y pide mi conciencia que "no calles".
Caínes tenebrosos, su osadía
en sombras de la noche, los ampara.
La luz en mundos negros se convierte.
Si quedaran ciegos, mejor sería,
para que un perro lazarillo los guiara
a caminos del bien, no de la muerte.
Rubén Sada. 01/09/2014.
Escrito en medio de una altísima ola de delincuentes y asesinos que asola a Buenos Aires y alrededores. La pseudo "justicia" no actúa y los deja en total libertad de acción para seguir cometiendo asesinatos y violaciones, quedando en total impunidad.
ENEMIGOS DEL TRABAJADOR
Escrito en medio de una altísima ola de delincuentes y asesinos que asola a Buenos Aires y alrededores. La pseudo "justicia" no actúa y los deja en total libertad de acción para seguir cometiendo asesinatos y violaciones, quedando en total impunidad.
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25 de agosto de 2014
RECUERDO (Romance de Amador Porres)
Con el estilo romancero de Federico García Lorca,
el poeta español Amador Porres nos entrega su
¡Ay!La yedra de tu casa,
¡Ay!La yedra, yedra, yedra;
espesa, espesa y nevada
de pimpollitos de cera.
Entre sus verdes ramajes
yo vi tu cara morena.
En abrazo cariñoso
la yedra abrazó a la verja,
y mis ojos traspasaron
entre resquicios, la puerta.
La Luna puso un aplauso,
un ruiseñor, una endecha,
la noche, un suspiro largo,
tu carne, fuego en mis venas.
Acecharon mis pupilas,
espías y con promesas,
horas, horas, horas, horas...
¡Me mataste con tu ausencia!
Amador Porres
el poeta español Amador Porres nos entrega su
RECUERDO
¡Ay!La yedra de tu casa,
¡Ay!La yedra, yedra, yedra;
espesa, espesa y nevada
de pimpollitos de cera.
Entre sus verdes ramajes
yo vi tu cara morena.
En abrazo cariñoso
la yedra abrazó a la verja,
y mis ojos traspasaron
entre resquicios, la puerta.
La Luna puso un aplauso,
un ruiseñor, una endecha,
la noche, un suspiro largo,
tu carne, fuego en mis venas.
Acecharon mis pupilas,
espías y con promesas,
horas, horas, horas, horas...
¡Me mataste con tu ausencia!
Amador Porres
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