8 de enero de 2010

ASFIXIANTE CODICIA


ASFIXIANTE CODICIA


Hoy las mentes, parece que padecen
de una inexorable anorexia,
pues va adelgazando la conciencia,
y con la ciencia no se cura la codicia.

¡Qué bella es nuestra casa en la galaxia,
y la estamos ahogando en cruel asfixia!
Se rechaza la clásica ortodoxia
en temas importantes como el clima.

La Tierra, casa nuestra, confortable,
padeciendo está, de algo incurable:
Un sistema regido por el dólar,
y la codicia y egoísmo miserables.

El aire, ese gas indispensable
lo fabrican los generosos árboles,
mas su tala es injustificable,
y el deterioro del clima es imparable.

Reforestar es tarea indispensable,
para que el mundo quede inalterable.
La codicia hace al planeta inhabitable,
produciendo un daño irreparable.

El dólar no podrá crear más aire,
ni lo purificará si éste envicia.
Y el hombre será hallado culpable
si no erradica la asfixiante codicia.


Rubén Sada, 08-10-2010

3 de enero de 2010

EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO


EN ALGÚN LUGAR DEL MUNDO


En algún lugar del mundo
hay alguien que nos espera.
En algún lugar del mundo
alguien por nosotros vela.


En este largo camino
es el amor una estrella,
una guía luminosa
encendida por la idea
que brilla en los corazones
de la humanidad entera.


En este largo camino
muchas voces nos alientan.
Entre esas voces hay una
-la de alguien que nos espera-
que dice un nombre en silencio
como si ese nombre fuera
la clave de la esperanza
la razón de su existencia
un golpe de viento nuevo
que disipa la tristeza
el ayer siempre presente
y ese futuro anhela.


Si pensaste alguna vez
en darte en luz a la tierra,
en volcar en tus palabras
tus sueños y tus quimeras,
para llevar a los hombres
la palabra verdadera.


Si queda en tu corazón
lumbre de la primavera,
una chispa bastará
para ahuyentar las tinieblas,
para encender en los ojos
de las niñas las estrellas,
para que sea tu voz
un canto a la vida plena.


Entonces, si tienes sangre
galopando por tus venas,
si están parados tus huesos
sobre el dolor de la tierra
y sientes subir por ellos
toda la amarga condena
de mil siglos de opresión
de rebeliones y penas.


Si quieres llamar hermano
a aquel que a tu lado sueña,
y que las rosas que otros
hicieron nacer no mueran.
Para que al gritar ¡Presente!
esté viva su presencia.


Si sabes que hay un camino
que abrimos con nuestras huellas
que trazamos todos juntos,
coco a codo hacia la meta,
que es la libertad del hombre,
que es un mundo sin fronteras,
guiados por las palabras
de aquel que orientó la senda;
entonces nunca permitas
que el desaliento te venza,
ni que arrastren sus pies
muertos como muerte lenta,
ni pienses volver atrás
porque atrás ya nada queda;
sólo un mundo carcomido
que se disuelve en la niebla.


Si tomaste ese camino
que te dictó tu conciencia
no puedes retroceder
ni detenerte siquiera
una fracción de segundo
para volver la cabeza.

 

Quienes lo hicieron quedaron
plantados junto a la huella
vueltos estatuas de sal,
heridos por la tristeza,
olvidados de la historia,
con la angustia que les quema
los ojos y el corazón.


Por eso, no te detengas,
no destruyas la esperanza
de quien confía y espera,
de quien te nombra en silencio,
de quien te escribe y te piensa,
de quien te piensa y te escribe:


“Aquí estoy yo, soy el mismo
el que siempre te recuerda.
Durante el más crudo invierno
descubrí la primavera.
Estaban los cielos grises
cerrando todas las puertas
herían el aire quieto
estertores de sirenas,
mientras funestos carruajes
cruzaban las calles yertas
-silencio, terror, angustia-
agitando su carrera
en remolinos de espanto,
las últimas hojas secas.


Yo estaba lejos entonces
pero me sentí tan cerca,
que una rosa dolorida
ardió en mi mano derecha.
Pero me guardé las lágrimas
y me mordí la tristeza,
y sentí que me crecía
por dentro toda la fuerza
que en tantos encuentros fugaces,
en tantas frases apenas,
tu corazón le da al mío
tu valor a mi flaqueza,
poniendo a mi convicción
la fe que mueve las piedras.


Por eso puedo esperar:
esperé tres años, treinta,
trescientos esperaría.
Guardo intacta tu sonrisa
y mi caricia más tierna,
y también guardo en mi almohada
lugar para tu cabeza.
Todo lo tengo presente:
tus sueños y tus ideas,
tus ansias y tus proyectos:
quiero que mi mano sea
en las buenas y en las malas,
de tu mano compañera.


Quiero seguir a tu lado
por el camino que lleva
a la libertad de todos,
a la paz sobre la tierra,
al amor que en tu recuerdo
enciende su clara estrella.
Para decir lo que digo
desde el tiempo de mi espera
me basta con las palabras
que en el pulso me golpean
¡¡Te quiero, te necesito!!
Sólo así, sólo con ellas,
mi corazón tiene alas
y al lado del tuyo vuela”.


A vos, como a mí y a todos,
hay alguien que nos espera.
Una voz que es muchas voces
nos enciende y nos alienta.
Por eso avanzamos juntos,
por eso ninguno tiembla,
por eso tenemos claro
que hay que llegar a esa meta
que es la libertad, hermana,
por el amor, y por ella.

* De autor desconocido, la única referencia es U9 La Plata, Nov ‘78.

1 de enero de 2010

SANTA PUERTA (OPTACIÓN)



SANTA PUERTA

(Optación)

Santa puerta que mi senda trabas,
te imploro que no seas un estorbo.
Mi sincero rogar es que te abras,
y mi avance no sea en lomo corvo.
🏛
Santa puerta que veo estás cerrada,
que tu magro amurar no sea mezquino.
Te suplico que ahora mismo te abras,
pues tu obstáculo ante mí es muy dañino.
🏛
Santa puerta que mi paso impides,
ábrete, por favor, yo te lo ruego.
Quiero pasar por ti, si lo decides,
sin pedirte nada a cambio luego.
🏛
¿Por qué ciega razón niegas mi entrada,
y tu soberbio dintel, de arriba mira?
¿Tal vez deba decirte una palabra
para ablandar esa conducta altiva?
🏛
¿Tendré que gritarte ‘abretesésamo’?
¿Tendré que susurrarte ‘abracadabra’?
¿O quieres que te pinte toda a nuevo
y te aceite el quejido en tu bisagra?
🏛
¿Tendré que resignarme en cruenta espera
de quien ya perdió toda esperanza?
¡O abres ya tu oído sordo de madera,
o prefieres te derribe con un hacha!
🏛
Escúchame… Oh puerta, te lo pido…
ya no sé qué hacer para que te abras.
Comprende, date cuenta que ¡estoy vivo,
y harto ya de aguantar puertas cerradas!
🏛
© Rubén Sada. 01-01-2010.


30 de diciembre de 2009

AL POETA ARGENTINO RUBEN SADA. (Un regalo maravilloso que recibo de las manos del poeta colombiano Héctor José Corredor Cuervo)

RUBÉN SADA


Un poema escrito por Héctor José Corredor Cuervo,
poeta de Colombia.

AL POETA RUBÉN SADA


Rubén Sada es el nombre
de un gran poeta argentino,
que alumbra cual superhombre
los pasos en el camino.

A él su conciencia le objeta
el servicio militar,
y prefirió ser poeta
antes que ir a pelear.

Cuatro años de calabozo
en las prisiones urbanas,
le metieron por medroso
sin condiciones humanas.

Más su servicio es valioso
al empuñar una pluma,
en el gran país hermoso
que le dio luz en su cuna.

Hoy le escribe un militar
de un noble país hermano
y lo invita a levantar
esa gran pluma en la mano.

 Digamos a mucha gente
que las sombras de la guerra
no lleguen al continente
 y que haya paz en la tierra. 

Autor: Héctor José Corredor Cuervo, 30/12/2009.


_______


¡Muchas gracias por este hermoso regalo, Héctor! Nunca lo olvidaré.

Poesías de Rubén Sada que explican algunas de sus experiencias vividas al rehusarse a rendir servicio militar como objetante de conciencia:

Cita Textual de JORGE LUIS BORGES:
“En tiempos de guerra la gente se vuelve loca… Los gobiernos alientan la locura. Si uno no está loco, puede ser considerado traidor.” 
(Palabras pronunciadas por el poeta JORGE LUIS BORGES el 11 de Junio de 1982).

¿Y qué hubiera pasado si a los militares yo les hubiera obedecido?

29 de diciembre de 2009

PARA RUBÉN SADA (Este es el mejor regalo que recibí en 2009, de parte de Edmundo Icaza Mendoza)

(Este es el mejor regalo que recibí en 2009, 
y es de parte de Edmundo Icaza Mendoza)
¡Gracias Hermano de Letras! ¡Gracias Edmundo!

  • PARA RUBÉN SADA

  • A un cantor argentino, 
  • ¡Mi aprecio por su indiscutible labor
  • por las bellas letras!. 

  • ***
  • Para un hombre gentil,
  • Poeta de todo perfil,
  • Yo le estrecho la mano,
  • Y con un abrazo de hermano
  • Mi calor fraterno le doy.

  • Y que su cosecha de letras,
  • La siga levantando temprano,
  • Y que esa admiración se eleve
  • Por las jóvenes letras hispanas,
  • Y él, aplausos siga obteniendo,
  • y adquiriendo triunfos y encomios,
  • y elogios por su siembra triunfante. 
  • Admirados por sus convecinos,
  • Poetas de un continente Indo-hispano.

  • Por sus letras: mi admiración fraterna.
  • Por su tesonera labor: mi felicitación.
  • ¡Por la Amistad! ¡Mi amistad de Hermano!


  • 6:25 p.m. del domingo 27 de diciembre,
  • a cinco días, para entrar al 2010. Col. 4 de Mayo.
  • Zaragoza, León, Nicaragua, C. A. 









14 de diciembre de 2009

ALFONSINA (UN POEMA PARA ALFONSINA STORNI) DE EMILIO PABLO

Alfonsina y el mar


ALFONSINA 


Alfonsina, vive y vuela en brisas, 
ese nombre tuyo enjoyando versos; 
con azul esencia de un amor marino, 
y aquel tu destino de darse en caricias. 

Y eres la espuma que en crestas furiosas 
endulza el castigo que sufren las rocas; 
y el cariño tibio que ofrendan las playas 
ante el desbocado fragor de las olas... 

Por las caracolas, en profunda magia, 
van sonidos nuevos desde tus distancias; 
un dulzor de liras pulsadas con versos, 
sangrantes de luna, de ti, resonancia... 

Y el alma del agua que es la transparencia, 
expresa en su aliento tu libre fragancia; 
y en noches profundas su carne esmeralda, 
se viste en reflejos recubierta en nácar... 

Y así es la playa, la luna, la sombra; 
como un pecho tíbio de bullente aroma; 
donde queda el rastro, la arena, y el viento, 
con restos de versos que cantan tu gloria... 

EMILIO PABLO (V.Tesei, Prov.Bs.As.)

3 de diciembre de 2009

MI SOBRINA


MI SOBRINA

Yo te amo chiquitina:
vos sos mi linda sobrina.
Con tus tan jóvenes años
sos inocente y fina:
delicada y femenina.

Bajo el sol del mediodía
tú alegremente caminas.
Por la noche las estrellas
y la luna te iluminan
hasta que el día termina.

Yo te amo, chiquilina,
y aquí te dejo estas líneas,
como dulce testimonio
de mi amor en poesía:
para vos, dulce Melina. 


Con mucho afecto de tu tío, Rubén Sada,
para Meli, y para que siempre me recuerdes.
Escrito en 1979, mucho antes de que tú llegaras, 
yo ya soñaba que iba a tener una sobrina.

15 de noviembre de 2009

EL PAR DE BOTAS (Recitado Gauchesco) de Carlos Portela



UN PAR DE BOTAS - Carlos Portela

Sentado en su despacho, el comisario hojeando expedientes,
Cuando el cabo se presentó trayendo al detenido..
Un mozo de treinta años a lo sumo,
Vestía bombacha gris y corralera, que a juzgar por lo viejas,
Estaban dando pruebas de la miseria e su dueño...

Sin levantar la vista e los papeles,
prestó oídos a la palabra el cabo:
- Me lo entregó el Sargento, asigún dicen,
este paisano vago le robó unas botas al bolichero Vivas, Comisario..

- Unas botas? Aha..
- Ladrón barato...
- Como te llamás?
- Orencio Nievas
- Y de ande sos?
- De acá mesmo señor
- Trabajás?
- No señor, no hallo trabajo...
Estuve conchabao pa la cosecha en la chacra e Barcala,
pero en cuantito termino la juntada e maíz me echaron..
Ahora hago algunas changas y ansí vivo..

- A qué le llamás changas, a andar robando?
El paisano bajó la vista al suelo...
- Ande tenés las botas?
- En el rancho..
- Cabo, mande a buscarlas y páselo pa adentro a este ratero que ya vamos a ver lo que le damos.
Salió el Cabo llevándose al detenido
y el comisario se quedó pensando...
- Un par de botas...
Ni pa robar sirven estos paisanos vagos...
No habían pasado dos horas que un melico
se le cuadró en la puerta del despacho..
- Permiso Comisario..
Fui hasta el rancho el detenido Nievas
a trair las botas que le robó a Don Vivas...
Me las dio su mujer, las tenía puestas un hijo de ellos,
un chico de siete años...

- Con que esas son las botas?
Son muy chicas pa ensuciarse las manos..
Qué decía la mujer?
- Y nada, lloraba como una magdalena, Comisario,
y cuando me diba a ir me dio esta carta,
pa que se la entregara a ud. en sus propias manos..

- Aver deame
Mujeres que les piden los maridos, je,
nada más natural, pero lo malo
que siempre los hayan angelitos
aunque le hagan sombra al mesmo diablo...

Pero esa carta era distinta a todas,
Escrita en un papel de estrasa mugriento y arrugado,
Las palabras, eran una hilera torpe de garabatos,
que habían estampao la gracia y la inocencia,
de aquella criaturita de siete años,
ajeno por completo a la disgracia
que la miseria echó sobre su rancho...

El ceño el Comisario se fruncía
al tiempo que la iba descifrando...
Y al acabar de leer casi temblaba
la sucia hoja e papel entre sus manos..

- Agente..
- Mande mi Comisario
- Vaya y devuelva a la mujer de Nievas esas botas que ha traído, dígale.. dígale que jue un error que nos disculpe..
Después me le pregunta al bolichero de parte el Comisario, cuánto valen la botas, se las paga y que se olvide el caso..

Espere no se vaya...
A Orencio Nievas ya mesmo me lo largan, y que no deje de llegarse mañana mesmo...
Puede que le haya hallao algun trabajo..

Se retiró el milico tras la orden, y Don Segundo
se acomodó en la silla, pa ripasar esa hoja,
que aún temblaba como un pajarito hondeao entre sus manos...

- Siñores reyes magos:
Yo les pido que se acuerden este año de trairme las botitas..
Yo soy bueno, y asigún me han contado, si uno se porta bien todito el año, ustedes no se olvidan del regalito.

Tomando de la hoja, sintió como una brasa dentro el pecho,
y echó ajuera la rabia murmurando..

"Mientras la miseria haga ladrones de esa laya ..
¡Yo nunca serviré pa comisario... !!!"

(Autor) "CARLOS PORTELA"




5 de noviembre de 2009

RECLAMOS A MI ESPEJO



RECLAMOS A MI ESPEJO


¡Hay dudas sin respuesta en este viejo,
preguntas que se quedan sin respuesta!
¡Qué negrura esta noche tan funesta!
¡Me hace difícil verme en el espejo!

Necesito su brillo, ¡y qué complejo!
Preciso claridad, mas, ¡cómo cuesta!
Maldito espejo, ¡dame la respuesta!
Necesito tu luz y tu consejo.

Responde, por favor, toda mi duda,
resuelve mi existir, ya que es complejo,
y dime la verdad, ¡aunque sea cruda!

¡Bríndame ya, sin tretas, tu reflejo!
¡Haz que hable de mí, tu imagen muda!
¡Habla ya, por favor, maldito espejo!

Rubén Sada, 04-11-2009

Soneto incluido en el noveno libro de Rubén Sada titulado
"EN 14 VERSOS" publicado en 2015.





EL PRINCIPE AZUL JAMÁS LLEGARÁ

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EL PRÍNCIPE AZUL JAMÁS LLEGARÁ

Por favor, no sigas esperando,
tu azul príncipe jamás llegará.
Sólo tal vez llegará un hombre
de carne y hueso, de verdad.

Llegará hasta ti un ser humano,

que necesite tu cuerpo y nada más.
A quien sólo atraiga tu belleza,
y tu forma de ser y de pensar.

Tendrás que lavar toda su ropa,

y tal vez le tengas que cocinar.
Vivirás soportando sus defectos,
si desean convivir hasta el final.

Aguantarás sus vicios y manías,

tendrás que enfrentar la realidad.
Soportarás enojos y berrinches,
con la esperanza de hallar felicidad.

Tan sólo conocerás un hombre,

que te hará suspirar y gozar.
Con todos sus errores y virtudes,
él será sólo un varón, uno más.

No quisiera desilusionarte, nena,

pero tu príncipe azul no llegará.
Sólo llegará hasta ti un hombre,
con el que formarás un hogar.

Rubén Sada. 16/08/2009

31 de octubre de 2009

DIGO LA TONADA... por ANTONIO ESTEBAN AGUERO

tonada_poema


Digo la tonada...

El idioma nos vino con las naves,
sobre arcabuces y metal de espada,
cabalgando la muerte y destruyendo
la memoria y el quipo del Amauta;
fue contienda también la del Idioma,
dura guerra también, sorda batalla,
entre un bando de oscuros ruiseñores
con su pico de sierpe acorazada
y zorzales y tímidas bumbunas
que la voz y la sangre circulaban
del abuelo diaguita o michilingue
con persistencia de remota llama;
rotas fueron las voces ancestrales,
perseguidas, mordidas, martilladas
por un loco rencor sobre la boca
del hombre inerme y la mujer violada.

Y el Idioma triunfó, los ruiseñores
de Castilla vencieron, la calandria
cuya voz era tierra, barro nuestro,
son y zumo de tierra americana
de repente calló cuando los hierros
agrios del odio en su dolor de fragua
le marcaron el pecho que gemía
y segaron la luz de su garganta...

Pero la lucha prosiguió en la sombra,
una guerra de acentos y palabras,
de fugitivas voces y vocablos
con las venas sangrantes que buscaban
refugiarse en la frente o esconderse
en la nocturna claridad del alma
perdiendo expresión y contenido,
la sonora raíz, la leve gracia,
el poder bautismal y la semilla
para ser sólo la sutil fragancia
que nos sella la voz con el anillo
popular y común de la tonada:
Yo entrecierro los ojos y la escucho
venir y llegar hasta mi almohada
como un largo rumor de caracola,
como memoria de mujer descalza,
como llega la música en la brisa
si la brisa es arroyo de guitarra;
y la siento volar en la tertulia
de labio en labio, mariposa mansa,
suave cuerda que vibra, quena sorda,
o fugaz sugerencia de campana;
y la escucho en la voz que me despierta
con el mate y su luz en la mañana
cuando el sol es un padre que nos dona
el reciente verdor de la esperanza;
y la escucho en un niño que transita
por el sendero que trazó la cabra
y me grita: ¡Buen día! y me conforta
con la sonrisa de su alegre cara;
de repente la siento que rodea
mi corazón como una mano blanda
si la voz de la madre o de la esposa
se florece con íntimas palabras;
alguna noche la escuché en Rosario
en la voz de una joven que pasaba
y eso sólo bastó para que viera
amanecer los cerros del Conlara;
y otra noche la oía en Buenos Aires,
en muchedumbre de no se qué plaza,
sobre un grito vibrante que decía
titulares de prensa cuotidiana;
cómo es dulce sentirla cuando llega
desde una boca de mujer besada
con el "sí" suspirado que promete
una cálida rosa para el ansia;
y la escucho sonar entre los niños
de un pueblecito que se dice Larca
mientras mueven las manos en el juego
escolar y rural de la payana;
y la siento rezar en el velorio,
y saltar en el arco de la taba,
y volverse puñal en el insulto
y suspirar en la recién casada.
Dondequiera que esté yo la escucho
y tras ella regreso a la comarca
donde soy una piedra, una semilla,
una nube y un pájaro que canta...

No tenemos bandera que nos cubra
tremolando en el aire de la plaza,
ni canción que nos diga entre los pueblos
cuando suene el clarín, y la proclama
desanude las últimas cadenas
y destruya el alambre y la muralla,
pero tenemos esta luz secreta,
esta música nuestra soterrada,
este leve clamor, esta cadencia,
este cuño solar, esta venganza,
este oscuro puñal inadvertido
este perfil oral, esta campana,
este mágico son que nos describe,
esta flor en la voz: nuestra Tonada.

Autor: Antonio Esteban Aguero.

Antonio Esteban Agüero nació en Piedra Blanca (San Luis) el 7 de Febrero de 1917 y murió en San Luis el 18 de Junio de 1970. Se graduó de Maestro Normal Nacional en la Escuela Normal "Juan Pascual Pringles" de la Ciudad de San Luis. Desempeñó importantes cargos públicos en su provincia. Fue Presidente del Consejo Provincial de Educación (1955/56), Director de Cultura (1957), Ministro de previsión Social y Educación (1957) y Ministro de Gobierno (1958/59). Su vocación literaria se manifestó a temprana edad, los primeros relatos y poemas datan desde sus quince años. Poeta y prosista obtuvo distinciones por varios de sus trabajos: "Retrato de un dama" obtuvo el 1º Premio de Poesía y Medalla de Oro, 1947, de la Dirección General de Cultura de Córdoba, "Las cantatas del árbol" y "Romancero de niños" fueron galardonados con el 1º Premio Nacional de Literatura Regional, máxima distinción a que puede aspirar un escritor residente en el interior del país. En 1958, la Dirección Nacional de radiodifusión le otorgó la Medalla de Oro por la mejor conferencia de carácter histórico. Desde 1938, Agüero colaboró en el suplemento dominical del diario "La Prensa" (Buenos Aires), y en numerosas revistas y periódicos argentinos y extranjeros. En 1960 el diario "Clarín" de Buenos Aires otorgó al poeta, por voto unánime de los tres jurados que fueron: Jorge Luis Borges, Enrique Larreta y Fermín Gutiérrez, el premio del Sesquicentenario de la Revolución de Mayo a su poema "Un hombre dice a su pequeño país". En 1970, Antonio Esteban Agüero recibió el título de Doctor Honoris Causa Post-Mortem de la Universidad Nacional de San Luis.
Entre sus principales publicaciones se destacan: "Poemas lugareños" (1937), "Romancero Aldeano" (1938), "Pastorales" (1939), "Romancero de niños" (1946), "Cantatas del árbol" (1953), "Un hombre dice a su pequeño país" (1972), "Canciones para la voz humana" (1973) y "Poemas Inéditos" (1978).

Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

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