25 de agosto de 2020

AMANECER vs. ATARDECER (Personificación en décimas)

 


AMANECER vs. ATARDECER

Amanecer: Luis Suárez (Col).
Atardecer: Rubén Sada (Arg)

Amanecer 1
Soy un lindo amanecer
presagio de luz brillante ,
soy diáfano cual diamante
que conquista a la mujer.
Hoy te invito, atardecer,
si quieres versar conmigo,
dejaremos de testigo
a la luna sin reproche,
quien nos separa es la noche,
¡No me deja ser tu amigo!

Atardecer 1
Soy tu hijo, de ti vengo,
continuidad de tu día,
termina en el alma mía
lo que de la tuya obtengo.
Somos del mismo abolengo
y desde el tiempo de ayer
busco en tu vida el poder
y en la mía un buen descanso
que inspira a todos remanso
de un tranquilo atardecer.

Amanecer 2
Soy Lucero matutino,
acompaño la jornada
con el canto y la tonada
de un humilde campesino.
Al encontrar tu camino
del ocaso queda el día
con tu falsa melodía
plagada de vanidad
arropas de oscuridad
a la hermosa tierra mía.

Atardecer 2
Soy buen tiempo para amar
con los grillos como cántico,
en un momento romántico
con el amor del altar.
Soy reunión en el hogar,
y antes de toda partida
soy abrazo y despedida
de la familia, aleluya,
“gracias” a la muerte tuya
yo puedo vivir mi vida.

Amanecer 3
Yo soy el amanecer,
el día muere por ti,
analiza que sin mí
no hay tiempo de renacer.
En cuestiones del querer
que al plenilunio prefiero
un momento placentero
para sentirme glorioso,
hay un dicho muy sabroso:
“¡no hay como el mañanero!”

Atardecer 3
Muy lindo es amanecer
y es muy bueno el empezar,
mas, mejor es terminar
bien un buen atardecer.
Completar todo quehacer
cuando el sol aún ilumina,
luego el descanso alucina
porque al tiempo yo respeto,
un trabajo está completo
siempre y cuando se termina.

Amanecer 4
Siempre y cuando se termina
me parece es una excusa,
pues yo siento que mi musa
es el rayo que ilumina.
Mientras tu vida termina
bajo el oscuro reproche,
ni con el canto del toche
conquistarás tu alegría,
mientras yo, con todo el día
no sucumbo ante la noche.

Atardecer 4
Soy el padre de la noche
y tú un hijo de la misma,
con ella tengo carisma:
¡le doy de estrellas derroche!
Cuando se acaba el berroche
de los niños en el huerto,
y hasta el sol parece muerto
con su rostro taciturno,
yo cedo paso al nocturno
sueño que sueña despierto.

Amanecer 5
No te pases con el vino
fíjate de mi apariencia,
con ADN y la ciencia
desconfía de tu vecino.
Yo soy hijo del divino
que venció con la verdad,
con rayos de potestad
que a la creación adora,
yo soy hijo de la aurora
y no de la oscuridad.

Atardecer 5
A Selene donde anida
la saludo con cariño,
y en el descanso de un niño
yo le doy la bienvenida.
Mientras tú, la despedida
le das, con tu vanagloria
de creerte un sol con gloria
que hasta el mediodía reina,
pero en la tarde despeina
el ventarrón de mi historia.

Amanecer 6
Yo soy la luz del trabajo
con energía que pesa,
no alcahuete de pereza
ni me salgo del atajo.
Con mi músculo desgajo
poniendo mi emprendimiento
y el sagaz conocimiento
junto con mi claridad,
al darle a la humanidad
para todos el sustento.

Atardecer 6
Yo soy el rey del oeste
y mi sombra allí domina,
pinto el cielo en la colina
con mil pájaros en hueste.
Con esta penumbra agreste
les recuerdo a cada humano
que deben llegar a anciano
y parar de trabajar,
“no por mucho madrugar
se amanece más temprano”.

Amanecer 7
Soy el momento anhelado
después de una noche oscura,
soy quien cura la locura
del que duerme preocupado.
Soy el instante deseado,
el que inspiro la alegría
soy la renacida cría
de mis paisajes tan suaves,
que hasta el campo con sus aves
esperan que les dé guía.

Atardecer 7
Soy el tiempo del poeta
que al meditar no lo aburre,
letra de agua que se escurre
y humedece su planeta.
Soy quien arriba a la meta
al final de cada día,
escribiendo poesía
que se impregna en cada tarde
en un corazón que arde
con vital policromía.

Amanecer 8
Soy la frescura del monte
y la aurora que me llama,
cambiando la tibia cama
por el canto del sinsonte.
Soy la luz del horizonte
hasta donde llega el viaje,
yo soy el más fino encaje,
yo soy el amanecer
quien te invita a renacer
en la luz de tu paisaje.

Atardecer 8
Soy atardecer del hombre
y su necesaria pausa,
soy cada día su causa
y que nadie se me asombre.
Aunque el ocaso es mi nombre
y mi color es de ocaso,
aunque rime con fracaso
soy tiempo de reflexión,
y de unir al corazón
en el altar del Parnaso.

Amanecer 9
No hay quien pare mi nivel,
eterno es mi decimal,
sin la luz artificial
se detiene tu pincel.
En los tiempos de Espinel
que no hubo electricidad,
analiza de verdad
sin dejar una secuela,
¿qué sería la espinela
sin haber la claridad?

Atardecer 9
Quisiera me prestes aves
que en ti vuelan muy temprano,
para alargar mi verano
con sus melodías suaves.
Sé que tú tienes las llaves
para que yo sobreviva,
y que una luna furtiva
nos dé la mano a los dos,
bajo este cielo de Dios
con la espinela atractiva.

Amanecer 10
Tendría que, el astro rey
bajar del luciente coche,
para alumbrar en la noche
cambiando su eterna ley.
Como un poderoso buey
conectarnos con un puente
y en el verso de repente
definir en el destino
la muerte de un gallo fino
al hallarnos frente a frente.

Atardecer 10
Yin y yan de cada día
son el alba y el ocaso,
uno inicio y otro aplazo
pero en ambos poesía.
Los dos fiesta y letanía
tenemos que comprender
que desde el tiempo de ayer
como cordiales vecinos,
juntamos nuestros caminos:
mañana y atardecer.

Amanecer
Al comenzar el camino
que te brinda un nuevo día...

Atardecer
Hermanamos poesía
de nuestras aves y el trino.

Amanecer
Rubén Sada el argentino
les hizo de atardecer...

Atardecer
Luis Suárez de amanecer
desde tiempos ancestrales...

Amanecer
Son los hermanos australes
del folclor de mi querer.

© Luis Suárez y Rubén Sada. 25/08/2020.

LA BALA QUE DIVIDIÓ AL MUNDO

 

archiduque-francisco-fernando-austria
Archiduque Francisco Fernando, heredero al trono del Imperio Austro-Húngaro.
Fue asesinado el 28/06/1914 por un terrorista serbio, suceso que detonó la Primera Guerra Mundial.

LA BALA QUE DIVIDIÓ AL MUNDO


Aquel domingo fatal
tiñó al mundo de escarlata,
solo una bala que mata
desencadenó en el mal.
Un fogonazo bestial,
regó el suelo a borbotones,
encendió hogueras, pasiones,
dando a los imperios giro,
y se multiplicó un tiro
que dividió a mil millones.

Me traslado a Sarajevo
a ese fatídico junio,
en el que un triste infortunio
crearía un mundo nuevo.
Eclosionando fue el huevo
de esta ofídica serpiente
y parió un cielo inclemente
que hizo chispa al plomo gris,
tiñendo en rojo el tapiz
de la Alianza y de la Entente.

Fue un disparo, una estampida
de una “Mano Negra” cuando
en Serbia se fue incubando
y gritó ‘muerte a la vida’.
La bala asestó una herida
de odio mortal, furibundo,
desde el abismo profundo 
y con visible molestia
ascendió la peor bestia
desde el piélago del mundo.

De allí en más, llovió el dolor,
el del ‘todos contra todos’
y desde sangrientos lodos
brotó el volcán del horror.
Solo un ensordecedor
relámpago fue quemando
a un bando contra otro bando
y llegó el fin de la paz,
con un disparo rapaz
contra Francisco Fernando.
 
¿Adónde vas, Archiduque?
¿Por qué matan al pacífico?
Brota el orbe terrorífico
y no hay paz que nos eduque.
Cuando la guerra caduque
el mundo no será igual,
el acero y su arsenal
de hambre que causa llagas
centuplicará las plagas
de una pandemia letal.

Magnicidio: fin de un mundo
hasta entonces diferente,
el romanticismo ente
cedió paso al moribundo.
El nacionalismo inmundo
que halla en el alma escondrijo,
hizo al fusil crucifijo
y es carmín la nueva aurora,
en tanto una madre llora
sin despedirse de su hijo.

© Rubén Sada. 25/08/2020.


21 de agosto de 2020

TUS KILÓMETROS DE PIEL

TUS KILÓMETROS DE PIEL

Tu tierra, mujer gigante, me dispuse a conquistar, y te comencé a explorar como caballero andante. Maravilla semejante me mostraste en tu vergel, bebiendo de tu jagüel del que estoy enamorado, feliz de haber conquistado tus kilómetros de piel. ¡Cuán hermosa veo tu tierra! ¡Cuánto bien tenerla me hace! Despierta la siembra nace con semilla que no erra. De su napa que se entierra extraeré el agua bendita, para regar la rosita del más pasional color, que es el color del amor que tu labio rojo imita. Cuando recorro tus montes me arrodillo en tu ladera, y me sonríen la esfera del sol de tus horizontes. Como cantos de sinsontes terremotos de temblor, se agitan con el fragor mas luego viene la calma, y en los silencios del alma tu cuerpo bebe el licor. El deseo productivo poco a poco nos aumenta, bebo el río, me alimenta, y más que nunca estoy vivo. Por tu boca soy altivo, entre tus sendas colinas te recorro en las esquinas y cavernas de tu valle, yo conozco bien tu talle y tus sueños golondrinas. Por eso clavé la estaca sobre tu precioso suelo, porque yo conquisté el cielo rozando tu piel de alpaca. El descanso nos aplaca adentro de nuestra alcoba, y en el pubis que la engloba alcé en alto mi bandera, como dueña es la palmera de la playa que la arroba. Luego de la inagotable tarea de siembra hermosa, dormirás, hembra preciosa bajo un nirvana insondable. Gestarás un niño afable en tu vientre de planeta, que te besará en la meta cuando yo ya no esté acá, y de su boca saldrá mi palabra de poeta. Hay un cielo muy celeste que protege tu dominio, y una luna de aluminio que vigila en el oeste. Aunque alguna vez, agreste se nos presentase el clima, no quisiera que te oprima ni el conflicto ni el dolor, prefiero hacerte el amor y conducirte a la cima. Nuestro sol quiere entibiar las arenas de tu playa, después de cada batalla que agita tu calmo mar. Y en la paz de nuestro hogar beberemos del jagüel, descansando en un vergel con merecido sosiego, luego que sembró el labriego tu bella tierra, tu piel. © Rubén Sada. 14/05/2007.

LA VIDA ES UN CÓNDOR

 

LA VIDA ES UN CÓNDOR

La vida es cóndor que vuela
con alas de juventud,
remontando su altitud
hasta el sueño de una estela.
En la altura nos desvela
un atardecer bravío,
y en el instante sombrío
que llena el cielo de brumas,
como una de sus plumas
caemos en el vacío.

© Rubén Sada. 02/08/2020. (3º PREMIO FESTIVAL DE DÉCIMA LATINOAMERICANA, COLOMBIA, AGOSTO 2020)



ROSAL MARCHITO

 


ROSAL MARCHITO


Va marchitando mi vida
en el rosal de la historia,
flor y espina, trayectoria
de huella que no se olvida.
Sé que gané la partida
aunque llego tristemente,
cada día es sol naciente
que alumbra sobre mi templo,
sé que he sido un buen ejemplo,
un legado a mi simiente.

© Rubén Sada. 02/08/2020.

RUMBOS

 

RUMBOS


Mejor es que el marinero
no pierda jamás sus rumbos,
para no andar a los tumbos
en el mar, mal consejero.
Su norte apunte primero
hacia la salinidad,
no sea que la maldad
se camufle con altruismo,
peor es, que el espejismo
a veces la realidad.

Si eres conquistador
no habrá monstruo que te roa,
porque has dirigido proa
a la tierra del amor.
Has conquistado el dulzor
de una vida de familia,
y el arte te reconcilia
con el aura universal,
no importa el miedo a la sal,
quedó atrás esa vigilia.

La furia del huracán
no espanta a ningún valiente,
y por más que la ola aviente
no tiene miedo el titán.
¡Enfrentarás al caimán
y al bravío tiburón!
Sobra pulso en tu timón
porque aunque pruebas tuviste
con tu intrepidez resiste
la fuerza del corazón.

© Rubén Sada. 21/08/2020.

19 de agosto de 2020

SAPO DEL JARDÍN

 


SAPO DEL JARDÍN


Soy el sapo del jardín
que se dispone a viajar,
muy cansado de saltar
pues saltar es un trajín.
Para llegar al confín
me voy a tomar el tren,
cruzaré en un santiamén
el charco de mi futuro,
aquí yo viajo seguro
pues lo conduce Rubén.

Pido por lluvia a este cielo
y al agua le he de cantar,
para poder chapotear
en el charco de mi suelo.
Que llueva mucho es mi anhelo,
aunque sea un chaparrón,
pido al amigo gorrión
que con su afilado pico
me pinche un nubarrón rico
que gotee bendición.

Cuando el sol del mediodía
con su electrodo voltaico,
calienta cada mosaico
el vapor mosquitos cría.
Me chorrea cada encía
pues me despierta apetitos,
quiero comérmelos fritos
mas, quieto y sin cocinar,
seguro voy a almorzar
alto guiso de mosquitos.

En el atardecer lacio
respiro olor a jazmín,
yo soy el rey del jardín
en todo el césped topacio.
Soy el más lindo batracio
de las tardes y mañanas,
se me despiertan las ganas
de bailar, cuando disponga
en el pasto una milonga
junto con mi harén de ranas.

Habitantes del jagüel,
presten oído al anfibio:
¡Acurrúquense en el tibio
solaz del mejor vergel!
Entre el jazmín y el clavel
y en el verde de la gloria,
contaré mi trayectoria
y por qué yo me agazapo
entre plantas, ¡soy un sapo!
Un animal con historia.

© Rubén Sada. 19/08/2020.

"¡Qué lindo es viajar en tren!" (El sapo)



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