7 de junio de 2020

EL ESPANTAPÁJAROS (un cuento de Rubén Sada)


EL ESPANTAPÁJAROS


Escena: Dos vecinos discuten por un espantapájaros.

1)     — Estimado vecino: Le vengo a pedir “por las buenas” que quite ese horrible espantapájaros que puso en la medianera. La razón es que empezó a darme miedo. Me mira todo el día con ojos amenazantes y “yo no le hice nada... por ahora”.
2)     — Verá, mi apreciado vecino, el monigote está ahí por una razón. ¿Y sabe cuál es? Acertó: ¡Sus pájaros me molestan! Se comen mi lechuguita tiernita y hasta las semillitas que tiro en la tierra, ¿a usted le parece? ¡Ni las semillas me dejan! Y no le permiten a las nuevas plantitas ¡la oportunidad de vivir!
Además “no le hice nada por ahora ¡qué!” ¿Acaso me está amenazando? ¡Entonces el peligro es usted, no el espantapájaros!
1)     — ¿Usted le miró la cara? ¿Se detuvo a observar sus ojos? ¿Le miró los puños? ¿Vio su risa de hiena y su cabeza de zapallo? Cada mañana y cada tarde me detengo a observarlo y en su mirada puedo oler... a la misma muerte. ¡Me espanta!
2)     — ¿Pero qué muerte ni muerte, hombre? ¡Me espanta, me espanta! ¿Acaso es usted... un pájaro?
1)     — Sí. Mejor dicho... no. Pero tengo alma de pájaro. [Recitando]
“Soy un pájaro que vuela
y libre en lo alto anda,
en las alturas del cielo
aunque Dios no me dio alas.
No estoy dispuesto a ser hombre,
que por la tierra se arrastra”.

Y solo vuelo hasta donde ‘usted se arrastra’ para desayunarme y… justo cuando necesito ese descanso, está “él”. Ahí lo veo, me mira, me observa con su fría mirada amenazante, me muestra sus puños y me insinúa “vete o te mataré con estas mismas garras”. Pero ya lo he decidido: “o él o yo”.
2)     — Ahhh... Entonces es usted el que me roba la lechuga...
1)     —Ahí está. ¡Mírelo! Mire qué cara de loco tiene el espantapájaros. Su actitud es impredecible. Ya dejé por escrito que si aparezco muerto investiguen al espantapájaros. ¡Él es el culpable!
2)     — ¿Culpable de qué? ¡Usted está loco! ¡Recién dijo que usted era un pájaro que volaba y ahora dice que el monigote lo quiere matar! ¡Loco! ¡Loco! ¡Usted es un enajenado mental!
1)     — ¿Loco yo? ¡Pues ya verá cómo enloquezco si el espantapájaros me hace algo o amenaza “a alguno de mis hijos”!
2)     [Yéndose] — ¡Lo denunciaré! ¡Loco! ¡Por favor! Ahora resulta que el monigote lo quiere matar, por favor. ¡Lo denunciaré a la policía! ¡Loco!

El vecino nº 2 se va de la escena... y el “hombre pájaro” alza la voz...

1)     ¿A la policía? Yo también tengo armas, ¿qué se habrá creído éste? [Sacando una ametralladora comenzó a dispararle al espantapájaros, quien le sonrió y poco a poco fue cobrando vida] Ahora verás, ahora verás maldito monigote, lo que te pasará por amenazar a mis hijos... [Y comenzando a disparar el arma] Jaaa, ja ja ja, acá tenés de tu propia medicina, ¡amenazarme a mí! ¡Meterme miedo! ¡No te tengo miedo! ¡No te tengo miedo! [ra-ta-ta-ta-ta ra-ta-ta-ta-ta]

Los balazos dieron vida consciente al espantapájaros, quien se le acercó al vecino-pájaro lentamente y lo abrazó. Le dio el más bello abrazo jamás recibido por él en su volátil existencia. Esto hizo que él cambiara radicalmente su modo de entenderlo y lo empezó a ver como un “amigo”.

1)     —¿Estás vivo? Yo pensé que te había matado, ¡perdóname! Tal vez con esta lluvia de balas maté mis propios miedos. Perdóname, querido espantapájaros. Perdóname, “mi nuevo amigo”... [Ambos van saliendo] Ahora que estás vivo conviviré contigo, conviviré con mis propios miedos, y serás mi amigo. No te tendré miedo nunca más. ¡Soy libre! ¡Soy libre! No tengo más miedos... ¡Soy libre! ¡Somos libres! Ven conmigo, “amigo mío”.

© Rubén Sada. 18 de julio de 2013.




5 de junio de 2020

EXISTENCIA VITAL



EXISTENCIA VITAL


Tan vital como el arroyo
que en regazo de cristal,
transporta el agua vital
sorteando cualquier escollo...
Valioso como el pimpollo
que en rosa se verá abrir
y un magnífico sentir
perfumará su influencia,
vital para la existencia
es el leer y escribir.

Tan vital para la vida
como el aire al respirar,
vital como lo es el mar
para el pez en el que anida.
Valiosa costa que cuida
olas en su ir y venir,
de sal le da el souvenir
y le deja como herencia,
vital para la existencia
es el leer y escribir.

Vital como lo es la vista
y el tan necesario tacto,
vital como lo es el pacto
del arte con el artista.
Valioso protagonista
que nos pule la conciencia,
es parte de nuestra esencia
como es vital su latir,
es leer y es escribir
vital para la existencia.

© Rubén Sada.4/06/2020.


Consigna: Leer y escribir, existencia vital.



3 de junio de 2020

RESURGIR DEL AVE FÉNIX (Diálogo en décimas)



RESURGIR DEL AVE FÉNIX 

(Diálogo en décimas) por Joel Márquez Sánchez y Rubén Sada.
 Rubén Sada - 1 ♦ 
Desde el fondo del abismo
una nimia llama atiza,
renaciendo de ceniza
con ánimo de optimismo.
Metabólico lirismo
hace de él, canto suave,
su poder tiene la clave
de volver a resurgir,
¡ven, Joel, a dirimir
qué es para ti el Fénix Ave!
 Joel Márquez Sánchez - 1 
Para definir el Ave
Fénix de la poesía
necesito la hidalguía
esa que tu verso sabe.
Quiero que mi voz se lave
con tu fuego celestial
y que abramos un portal
entre llantos y sonrisas
resurgiendo de cenizas
que nos han tratado mal.
 Rubén Sada - 2
Yo resurgí muchas veces
y empecé de menos diez,
sin mis manos y sin pies
me multipliqué con creces.
Con una gota floreces
aunque sufras la sequía,
una chispa es la bujía
de alguna hectárea incendiada,
puede una simple mirada
detonar la poesía.
 Joel Márquez Sánchez - 2
Cuando tu hectárea incendiada
dejas en tu vuelo, amigo,
quiero incendiarme contigo
en la rima improvisada.
Tengo un rojo de alborada
que me incinera la piel,
y sobre un virtual papel
con las plumas digitales
se encienden los decimales
resucitando a Espinel.
 Rubén Sada - 3
Al incendio no le temas,
querido amigo, Joel,
que la fórmula Espinel
te extinguirá los problemas.
Dificultades extremas
te tiran mal del cabello,
o te aprietan en el cuello
pero ¡han de solucionarse!
Un cometa en su incendiarse
asombra igual en lo bello.
 Joel Márquez Sánchez - 3
Rubén, el Fénix que llevas
en tu interior, compañero,
es el fuego del guerrero
que se enciende por las grebas.
Caminas, vuelas, te elevas,
un Mercurio repentista
que por su llama en la vista
y dos alas en sus pies
resurge con rapidez.
de opresión imperialista.
 Rubén Sada - 4
El fuego que quema y odia
no nos quemará las alas,
todo agujero de balas
cicatriza con rapsodia.
¡Elevemos la salmodia!
¡Que resuene la hermandad!
Viva la fraternidad
que enarbola la justicia,
con la gallarda patricia
que honra a la “libertad”.
 Joel Márquez Sánchez - 4
La libertad es un fuego
positivo que nos quema
al escribirnos el tema
con llamas de un álter ego.
Mi décima yo te entrego
cada vez que resucito,
y yo aquí no necesito
para escribir poesía
un ave de hipocresía
¡Necesito tu infinito!
 Rubén Sada - 5
Cada vez que resucito
de las cenizas del fuego,
alas abiertas despliego
dentro de tu cielo escrito.
En un viaje que palpito
al oasis de tu jagüel,
leo versos de tu vergel
y mi sed allí se calma,
con los versos de tu alma,
querido amigo, Joel.
 Joel Márquez Sánchez - 5
Yo solo soy una llama
que un día se apagará
pero resucitará
por tu verso que me aclama.
Cuando un campo de Aceldama
quiera ponerme un encierro,
con un coraje de hierro
y una llama que me alivia
pasará de fría a tibia
la cuarentena del yerro.
 Rubén Sada - 6
Para mis alas quemadas
tu apego es bálsamo y mirra,
y a mi décima le pirra
tus grafías hermanadas.
Son sanaciones enviadas
por el Cristo sanador,
que en su filántropo amor
me regala en ti su ánimo,
pero vienen del magnánimo
carácter del Gran Creador.
 Joel Márquez Sánchez - 6
Fuego de tu verbo admiro
cada vez que tu me escribes
porque siento que aquí vives
como intelectual guajiro.
La medida de un suspiro
se me anida en este viaje,
se viste de fuego un traje,
llameante e iluminador
para el verso fundidor
que tienes en el lenguaje.
 Rubén Sada - 7
Surgiremos con la estoica
fuerza que dan las palabras,
desde cenizas macabras
de conducta paranoica.
En una actitud heroica
levantaremos la frente,
la gota será un afluente
que regará los plantíos
de los versos tuyos, míos,
con pureza de vertiente.
 Joel Márquez Sánchez - 7
Soy estoico, simplemente
porque no quiero dejar
que me vuelva aprisionar
el miedo de una serpiente.
Mi fuego es resplandeciente
y consume lo maligno,
y cuando no tengo un signo
vital que puedan sentir,
yo aquí puedo resurgir
en tu poema benigno.
 Rubén Sada - 8
Que el fuego no nos marchite
ni consuma cual bengalas,
agitemos nuestras alas
donde el cielo nos invite.
Que la verdad nos incite
a mostrar sinceridad,
que es la mejor heredad
por dejarle a nuestros hijos,
ser auténticos, prolijos,
benignos en la amistad.
 Joel Márquez Sánchez - 8
Hoy tu amistad me rescata
de la envidia y la ansiedad
que tiene la vanidad
de este mundo que nos ata.
Nuestra amistad es fogata
¡Hoguera de inspiración!
Y en una revolución
intelectual y brillante
se pule nuestro diamante
con fuego del corazón.
 Rubén Sada - 9
Con fuego del corazón
todos queremos volar,
mas no hemos de utilizar
alas falsas de cartón.
El ardor tiene intención
de presentarnos con galas,
pero ante conductas malas
que no nos pase lo de Ícaro
que por pretender ser pícaro
se despegaron sus alas.
 Joel Márquez Sánchez - 9
Si un día pierdo memoria,
si me consume el olvido,
incinérame el oído
con tu palabra notoria.
Se ha mostrado por la historia
los resultados fatales
que inventan los oficiales
vigilantes del idioma
al incendiar la paloma
de versos intelectuales.
 Rubén Sada - 10 
Ya vuelan a dos razones
del mismo Fénix dos alas...
 Joel Márquez Sánchez - 10
incinerando las balas
de malignas emociones.
 Rubén Sada 
Fuego de dos corazones
resurgirá en un vergel...
 Joel Márquez Sánchez 
y en un rimado coctel
de incendios en la mirada...
 Rubén Sada 
Resurgieron Rubén Sada
junto a su amigo Joel.
© 3/06/2020, Rubén Sada y Joel Márquez Sánchez.



2 de junio de 2020

LA ESCRITURA ME DA VIDA


¡LA ESCRITURA ME DA VIDA!


¡A escribir! Llegó la hora
del despertar en el alba,
y a mi pluma que está calva
le crecen barbas ahora.
Vuela aquí y me avizora
que soy un hombre de suerte,
la escritura se convierte
en el trazo de la vida,
y en este claustro homicida
me alejará de la muerte.
🖋
¡Vivo aquí! Llegó la hora
de mi vuelo intergaláctico,
en un proceso sintáctico
que de chico me enamora.
El papel en blanco llora
pidiendo aunque sea un verso,
y yo lo acaricio, terso
y le digo —“Ten paciencia,
si la musa me da influencia,
te imprimiré mi universo”.

🖋
—¡Sé paciente, papel franco!
Parece que hoy me visita
una musa muy bonita
que te adornará en un flanco.
Trajo flores del barranco
y de orquídeas va vestida,
le trajo una bendecida
palma de cera a mi alma,
mientras te escribe mi palma:
“La escritura me da vida”.
🖋
—"¿Te alcanza con este verso,
o tienes más sed de tinta?
El oro a mi pluma encinta
pero de negro está inmerso.
Te daré vuelta al reverso,
blanco lienzo codicioso,
tendrás que oír mi sollozo
y engullirte otro bocado
de mi lamento, rimado
con aquel verso gozoso".
🖋
Y allí mi pluma vencida,
cual ofidio cascabel,
mordió al sagrado papel
con la por él conocida:
“La escritura me da vida”.
Y el papel, allí muy triste,
me dijo: —“¿Esto es un chiste?
¡Tu memoria aquí no pierdas!
¿Acaso ya no te acuerdas
que eso antes lo escribiste?”

🖋
Respondí: —"Sí, lo recuerdo,
pero así es el poema,
hay que pulir esa gema
de un término pobre, lerdo.
De los dos lados concuerdo
con esta expresión nacida,
la lectura es muy querida
pero aquí, hoy y ahora,
de escribir llegó la hora,

¡y “la escritura es mi vida”!
🖋
© Rubén Sada. 2 de junio de 2020.



1 de junio de 2020

EL NIÑO QUE VIO AL TITANIC (Diálogo repentista)



EL NIÑO QUE VIO AL TITANIC

(Diálogo repentista entre Reinaldo Figueroa y Rubén Sada)

♦Reinaldo Figueroa♦
La vida es un manantial
que estrena un grito en la boca,
mientras otro desemboca
en el mar del funeral.
Nada resulta casual,
nacemos con un destino,
no hay que culpar de asesino
al Titanic de la vida,
todos tendremos la herida
de un iceberg en el camino.

♦Rubén Sada♦
El Titanic de mi vida
chocó con témpanos, muchos
y quemó varios cartuchos
dando más de una embestida.
Porque tengo un salvavida
amarrado a mi canción,
de acero es mi embarcación
y el timón de mi coraje
me obliga a forjar el viaje
en el mar del corazón.

♦Reinaldo Figueroa♦
Un iceberg me visitó
sin ser un Titanic fuerte,
témpano frío de muerte
contra mi infancia chocó.
No sé si Dios me ayudó
pero de algo estoy seguro,
que en mi vida no me apuro
y la vivo a mi manera,
porque sé bien que me espera
otro iceberg en el futuro.

♦Rubén Sada♦
Si con un iceberg te hieres
yo te ofreceré mi bote,
y en el hogar de mi islote
renovarás tus poderes.
Reinaldo, no desesperes
y sal de ese mar oscuro,
sos capitán, ¡te aseguro
que en esquivar sos experto!
Vas a llegar a buen puerto
conquistando un buen futuro.

♦Reinaldo Figueroa♦
El futuro es algo incierto
porque la vida es un mar
que al salir a navegar
no todos besan el puerto.
La vida empieza en desierto
y en un desierto se acaba,
cuando era un niño yo andaba
tan alegre en mi bahía
que ni siquiera sentía
mi barco cuando chocaba.


♦Rubén Sada♦
Sos el mejor capitán,
tu carnet no está prescripto,
en los mapas está inscripto
tu título de titán.
Sobreviviste al caimán
y a su siniestra mordida,
ya no te sangre la herida
ni siquiera en la nariz,
¡exhibe tu cicatriz
como un trofeo de vida!

♦Reinaldo Figueroa♦
A mí me busca la muerte
desde el día en que nací,
yo pienso que sigo aquí
más por valor que por suerte.
Sin tener ni un diente fuerte
en la boca todavía,
me vino a buscar un día
y dicen que mi reflejo
se parecía un conejo
huyendo de la jauría.

♦Rubén Sada♦
Algún día recordarás
(lo recuerda tu cariño),
esos juegos siendo niño,
hace mucho tiempo atrás.
Y allí quizá te reirás
del llanto de una caída,
de una rodilla vencida
por atrapar un balón,
intentando ser campeón
¡dejabas allí tu vida!

♦Reinaldo Figueroa♦
Cuando recuerdas tu vida
y el niño que alegre fuiste,
el tiempo parece un triste
camino para la huida.
Sientes dolor por la herida
cuando luchaste el balón,
porque hay una sensación
perdida en el infinito
que nunca vuelve aquel grito
de “goooool” con el corazón.

♦Rubén Sada♦
Los recuerdos son tesoro
de nuestra preciada infancia,
donde no había jactancia
por ver quién tenía el oro.
Alguna lágrima, un lloro
por alguna pequeñez,
hoy tiene más validez
por el gol de la experiencia,
pues bebemos la influencia
del agua de la niñez.

♦Reinaldo Figueroa♦
En mi niñez yo tenía
creo lo fundamental,
el cariño paternal
dentro de la casa mía.
Mi abuela, que me quería
como el preferido nieto,
y mi abuelo que en su reto
por ver el oro en mis frases,
me comenzaba a dar clases
en la escuela del respeto.

♦Rubén Sada♦
Yo también tuve el cariño
de mi recordada abuela,
y este cuadro se pincela
con estos trazos que aliño.
Fui aplicado, muy buen niño,
y el único varón nieto,
muy creativo e inquieto,
en obediencia el mejor
en la escuela del amor
y también la del respeto.

♦Reinaldo Figueroa♦
Quien se cría en el respeto
bajo un bohío de guano,
sabe que el punto cubano
es parte de su esqueleto.
No importa si analfabeto
tuviste tu profesor,
si la clase superior
que el repentista defiende
es aquella que se aprende
en la escuela del amor.

♦Rubén Sada♦
Tu presente es el producto
del buen pilar de tu padre,
la columna de tu madre
ha construido tu reducto.
Hoy navegas el viaducto
de tu propia embarcación,
con dos rosas de ilusión
que te perfuman el alma,
no puedes soltar tu palma
de aferrarte a tu timón.

♦Reinaldo Figueroa♦
Tan aferrado al timón
tengo el nombre y apellido,
por eso es que no me ha hundido
el iceberg la embarcación.
Hambre de navegación
tengo en la brújula mía
y aunque esté una tumba fría
igual que un imán que hala,
para soltar la potala
falta mucho todavía.


♦Rubén Sada♦
Mi poeta vino solo
porque nadie en mi familia
tuvo luz en su vigilia
ni un verso de protocolo.
Pero el trino del chingolo
se me acercó una mañana,
y cantó por mi ventana
con su canto enamorado,
y allí me quedé pegado
como un hierro que se imana.

♦Reinaldo Figueroa♦
Yo tuve mi profesor,
no te lo voy a negar,
que es mas fácil navegar
si ves el faro a babor.
Un arrecife de error
no puede tu barco hundir,
cuando nace un porvenir
hecho en un guajiro clima
y te enseñan con la rima
las palabras a decir.

♦Rubén Sada♦
En el buque del amor
tengo treinta y ocho años,
son treinta y ocho peldaños
a babor y a estribor.
Hoy me siento un ganador
que festeja la carrera,
sin que su barco se hundiera
a pesar del temporal,
aun no llegué al final
pero estoy en la frontera.

♦Reinaldo Figueroa♦
La noche anuncia una orilla
en la playa de la cama...

♦Rubén Sada♦
Y ya bien lejos del drama
la playa es de maravilla.

♦Reinaldo Figueroa♦
Desde el mástil a la quilla,
de proa a popa también...

♦Rubén Sada♦
Pisamos el terraplén
como fantástico heraldo...

♦Reinaldo Figueroa♦
Una huella es de Reinaldo,
la otra huella es de Rubén.

© Reinaldo Figueroa y Rubén Sada. 31/05/2020.

Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

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