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| Junto a un león real embalsamado, provincia de Córdoba |
EN LA JAULA DE LOS LEONES
"¡Seas el que tú seas, ya lo sabes:
a escrutar las rendijas de tu jaula!" (Almafuerte)
a escrutar las rendijas de tu jaula!" (Almafuerte)
En la jaula de los leones
de espirituales cerrojos,
no hay lugar para los flojos
encerrados por millone$.
Luego de estas reflexiones
de mi torpe alocución,
si tú te crees león
o leona, si es el caso,
que no te encierre el fracaso
ni el olvido en un cajón.
Nunca te encierres tú mismo
en la jaula de los leones,
ve serruchando eslabones
del grillete pesimismo.
Las cadenas del abismo
cercenan tu libertad...
¡Derrota a la adversidad!
¡Corta ya mismo esas redes!
¡Yo sólo sé que tú puedes!
¡Vence a la calamidad!
Seguro saldrás a flote
de inundaciones, de ahogo,
sin querer ser demagogo
siempre te ofrecen un
bote.
O nadarás a un islote
donde fundar tu presencia,
construirás con tu conciencia
tu mundo de buen pasar,
¡yo también volví a empezar!
Lo digo por experiencia.
Regresarán tus acciones
si son nobles, castas,
buenas,
podrás romper las cadenas
de la jaula de los leones.
Aunque oscuras intenciones
te quieran torcer el brazo,
evita dar el mal paso
que en vil camino se estampa,
la codicia es una trampa,
¡que no te entrampe su lazo!
Anota bien las lecciones
que dejaron los maestros,
y aprende de tus ancestros
virtud y equivocaciones.
Es la jaula de los leones
más oscura que una gruta,
no valdrá la fuerza bruta
si es duro el barrote maula,
mejor, ¡escruta la jaula
con el buen ojo que
escruta!
Siempre habrá alguna rendija
para poder escapar,
sólo es cuestión de esperar
con el puño en la verija.
Si una hez de sabandija
escondida entre terrones,
no pierde sus ilusiones
de ser expulsada fuera,
tu libertad no es quimera
si está entre tus
intenciones.
Es la cárcel de una fiera
aunque no parezca, frágil,
y tú tendrás paso ágil
en tu escapatoria afuera.
No dejes que tu fe muera
y pon a prueba tus dones,
en la jaula de los leones
hasta el hierro duro cruje,
la fauce del león, ruge
aunque tenga machucones.
¡Sal de tu blando pajar,
tu zona de confort vana!
¡Nunca te dará un mañana,
y a la cárcel te ha de anclar!
¡Ponte ya a trabajar
aprendiendo desde el cuajo!
Porque aunque cueste trabajo
en la jaula de los leones
debes trepar escalones
empezando desde abajo.
Cuando tu vuelo gobierne
con un ascender aéreo,
volarás con el etéreo
concierto que te concierne.
No habrá sala que te interne
y aquel barrote bastardo
se quebrará ante el gallardo
brotar de tus expresiones,
si florecen floraciones
sabia es la savia del bardo.
Al diccionario patrulla
mi mente constantemente,
buscando que lo que siente
mi alma, del papel no huya.
Es un rugir que murmulla
borroneando estos manchones,
decimales a montones
que me cuesta improvisar,
mientras aprendo a payar
en la jaula de los leones.
© Rubén Sada. 29 de octubre de 2017.
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