DÍA DE LA
TRADICIÓN
—Edgardo Laluz—
Es muy bueno, Rubén Sada,
¡de acá valoro su arte!
Lo que del blog nos comparte
¡décimas muy bien rimadas!
Al compás de la encordada
yo le dejo mi poesía
y también me gustaría
perdón si su tiempo ocupo
que nos escriba en el grupo
un verso de su autoría.
—Rubén Sada—
Pertenecer a este grupo,
señor Edgardo Laluz
es absorber mucha luz
o una fracción de su cupo.
Cada verso que aquí escupo
y que escribo con mi palma,
es una parte de mi alma
ya que mi mente es depósito
y tiene el noble propósito
de repartir paz y calma.
—Edgardo Laluz—
Yo conozco bien sus mentas
pues me las contó Emanuel,
no necesita cartel
en versos la representa.
Su escritura lo argumenta
perdón si soné atrevido,
tampoco ando con cumplidos,
solo escribo así, a mi modo
porque este grupo es de todos,
por eso le hice el pedido.
—Rubén Sada—
Es lindo representar
en versos la tradición,
y este día es la ocasión
más propicia de payar.
Pongámonos a cantar
con un hábil contrapunto
proponga usted el asunto
que yo en décima lo empardo,
no me asusta, don Edgardo,
que alguien resulte difunto.
—Edgardo Laluz—
—Edgardo Laluz—
Nunca lo quise asustar
esa no fue mi intención,
yo apenas soy un pichón
en esto de improvisar.
Si quiere contrapuntear
no me asustan sus albores,
son muy tenues mis colores
pero tienen su valor,
¡yo solo soy un cantor
mezclado entre payadores!
—Rubén Sada—
Yo también soy un pichón
que está aprendiendo a volar,
si acepta contrapuntear
quizá no evite un chichón.
Tal vez se pegue el planchón,
tenga cuidado, le digo,
si responderle consigo
lo haré de una forma extrema,
proponga ya mismo el tema
que sé enfrentar a un amigo.
—Edgardo Laluz—
No tengo dudas, le digo,
del tema no hay discusión,
pensé que era tradición
empiece que yo lo sigo.
Acá encontrará un amigo
que para esto es cosa clave,
le aclaro, por si no sabe,
en el verso improvisado
que no es el primer candado
que le hago saltar la llave.
—Rubén Sada—
Mi llave es una ganzúa
que puede abrir cualquier puerta,
mi mente es mente despierta
y aguijoneo como púa.
Si usted su llave sitúa
queriendo abrir mi candado
jamás quedaré trabado
pero romperé su llave,
¡cuídese usted, no se trabe!
Yo ya tomé mi cuidado.
—Edgardo Laluz—
¡Háblenos de tradición
y haga vibrar al gauchaje!
Luzca al viento su plumaje,
usted que en esto es pichón.
Que yo pondré mi atención
para aprender con esmero,
como aprendí, mi aparcero,
y querido contendor,
que además de payador
también es buen cerrajero.
—Rubén Sada—
Si hablamos de tradición
empiezo por el más grande,
mencionando a José Hernández
y su máxima expresión.
La pampa fue su bastión,
nos contó de Martín Fierro,
de su forzado destierro,
imagen propia del gaucho
explotado como el caucho,
maltratado como a un perro.
—Edgardo Laluz—
Tradición son mis mayores,
tradición es mi sentir,
tradición es transmitir
para ir sembrando valores.
Canto de los payadores,
décima que no se inclina,
son las trenzas de una china,
fogón que nos da su lumbre,
es respetar las costumbres
de nuestra tierra argentina.
—Rubén Sada—
Tradición, que manifiesta
amistad en ronda de mate,
mazamorra o chocolate
caliente en la patria fiesta.
Compartir es la propuesta
de hermano criollo, oriundo,
un sentir claro y profundo
sin descuidar la raíz,
y ha abierto nuestro país
sus puertas a todo el mundo.
—Edgardo Laluz—
Es de una escuela el palenque
que horas espera al jinete,
pingo viejo, la gran siete,
riendas, cuerito y rebenque.
Y a pesar de estar enclenque
igual mi verso lo nombra
pisando la verde alfombra
mirando como “destraido”
simula su belfo “caido”
beber de a tragos la sombra.
—Rubén Sada—
El ocaso ya es hipnótico,
tarde el puestero se cansa,
y la plata no le alcanza
aunque el trabajo es despótico.
Pero su lomo patriótico
puso, duplicando al buey,
el patrón dictó su ley
y él engordó a su patrón,
fue siempre la tradición
la opresión del amo y rey.
—Edgardo Laluz—
Hablamos de tradición
y yo lo encuentro algo lento,
sé que le sobra talento,
se aprecia en cada renglón.
Acepté la invitación,
por eso un verso le enanco,
pero debo serle franco:
no es que en versos lo castigo,
¡si quiere payar conmigo
tendrá que apurar el tranco!
—Rubén Sada—
No es que yo tenga parálisis,
es que yo también trabajo,
y, sabe, lo hago a destajo,
haga usted su propio análisis.
Si me exige un psicoanálisis
usté a mí no me amedrenta,
el tiempo no tomo en cuenta,
el tiempo no tomo en cuenta,
no sea que el apuro encarne,
siempre es más tierna la carne
que se asa en forma bien lenta.
—Edgardo Laluz—
Solo en un tono chistoso
me solté de la maroma,
espero acepte la broma
que fue de modo amistoso.
Y yo, que en versos retozo
hago sonar la campana,
y en la forma más paisana
tranquearemos los dos juntos,
le agradezco el contrapunto
y le digo hasta mañana.
—Rubén Sada—
Enredando nuestras riendas
a media letra nos vamos…
—Edgardo Laluz—
Volví así terminamos
en versos nuestra contienda.
—Rubén Sada—
Cada cual hizo su ofrenda
poniendo mente y testuz,
—Edgardo Laluz—
con la guitarra hecha cruz
en décima improvisada
—Rubén Sada—
le agradece Rubén Sada
al nuevo amigo Laluz.
Autores: Edgardo Laluz / Rubén Sada.
Contrapunto en décimas escrito
mediante Facebook el Día de la
Tradición , 10/11/2015.