6 de mayo de 2020

BARAJA ESPAÑOLA (Tetrapunto)


BARAJA ESPAÑOLA:
COPA, ESPADA, BASTO Y ORO

Copa: Rubén Sada.
Espada: Reinaldo Figueroa.
Basto: Rafael Sarmiento Enríquez.
Oro: Joel Márquez Sánchez.


Fuimos sur y fuimos norte,
fuimos oeste, también este,
y hoy los cuatro somos hueste
que al público da su aporte.
Quizá a ellos reconforte
tantos coros celestiales,
pero están siendo frontales
y si la topada cuaja,
piden que seamos baraja,
cuatro palos decimales.

          
COPA 1 - RUBÉN SADA
Soy la magnífica copa
del cáliz que trajo luz,
que bebió amargo, Jesús
cuando lo arrestó la tropa.
Tengo el agraz de la sopa
que me hace tragar penuria,
pero el son de mi canturia
me ayuda con la descarga,
se hace la existencia larga
cuando el sino es una injuria.

ESPADA 1 - REINALDO FIGUEROA
Yo te pido, Rubén Sada,
que en la baraja de idea
me dejes ser quien pelea
para defender la espada.
Yo que de cobarde, nada
he tenido todavía,
voy a entrar a la porfía
con esta espada de brillo,
siéndole fiel al castillo
del Rey de la Poesía.

BASTO 1 - RAFAEL SARMIENTO ENRÍQUEZ
Soy el garrote que fuerte
Hércules supo esgrimir,
bajo el que hizo sufrir
a la hidra y le dio muerte.
O el que defendió la suerte
teniendo la vida en juego,
de un cromañón que me niego
a no mencionar veloz,
a Naoh uno de los
conquistadores del fuego.

ORO 1 - JOEL MÁRQUEZ SÁNCHEZ
Me toca por omisión
ser el oro en este encuentro,
pero tengo como centro
poesía en el corazón.
A veces soy la ilusión,
poderoso caballero,
pero quiero en el sendero
de poética baraja
ser emblema que trabaja
con un corazón sincero.

COPA 2 - RUBÉN SADA
Tenga cuidado, le ruego,
que si está cerca del basto,
así como quema al pasto
también lo quemará el fuego.
La copa no, desde luego,
por eso soy preferida,
y en este cáliz anida
la bebida de los reyes,
que imponen todas las leyes
porque es copa de la vida.

ESPADA 2 - REINALDO FIGUEROA
A mí es adicto el tahúr,
jugador de la conquista,
que para ganar su vista
la busca de norte a sur.
Soy la espada Excalibur
matando al que me provoca,
hago grande al que me toca,
pueden de eso estar seguro,
yo convertí en Rey, a Arturo
al sacarme de la roca.

BASTO 2 - RAFAEL SARMIENTO ENRÍQUEZ
A mí me acusan de vil,
de violento, cruel y rudo,
olvidan que cada nudo
mío fue rama sutil.
Que cuando aún tenía abril
de colores florecía,
pero vino un hacha un día
y de modo negligente,
me mató de un solo diente
la belleza que tenía.

ORO 2 - JOEL MÁRQUEZ SÁNCHEZ
A veces yo me demoro
pero yo entrego intereses,
más que agua para peces
porque mi nombre es el oro.
Yo soy frío y nunca lloro
soy neutral a la miseria,
y luego en la periferia
nunca por la senda angosta,
me buscan a toda costa
por mi radiante materia.

COPA 3 - RUBÉN SADA
Más que copa, soy trofeo
en manos del ganador,
y en los labios del amor
protección de Prometeo.
Soy cicuta para el reo
y para el amante miel,
soy descanso en el jagüel
y una copa que rebosa
es la recompensa hermosa
que se bebe en un vergel.

ESPADA 3 - REINALDO FIGUEROA
Mira si mi nombre es tan,
tan, pero tan ganador,
que con su espada dio honor
a su reina D'Artagnan.
Las leyendas nos darán
el verdadero tesoro,
de ese tiempo que atesoro
de embarcaciones y ola,
por una espada española
Cuba se quedó sin oro.

BASTO 3 - RAFAEL SARMIENTO ENRÍQUEZ
Fui en la edad de piedra, centro
de amorosas relaciones,
conquistando corazones
con los anillos por dentro.
Supo el mamut a mi encuentro
del tamaño del dolor,
cuando tras correrlo por
la loma, el risco y el llano,
tropezaba con la mano
hambrienta del cazador.

ORO 3 - JOEL MÁRQUEZ SÁNCHEZ
La gente pobre me odia,
la gente rica me alaba;
este cuento no se acaba
ni improvisado en rapsodia.
A mí me tiene en custodia
el avaro más selecto,
y él cree que el intelecto
que posee es especial
porque un trozo de metal
lo hace sentir perfecto.

COPA 4 - RUBÉN SADA
La victoria es una copa
de la que bebe el guerrero,
mas también la bebió el clero
en la oscurantista Europa.
Arde el basto como estopa
mientras funde en un crisol
en una fragua arrebol
a mazazos una espada,
convirtiéndola en azada
y en oro de girasol.

ESPADA 4 - REINALDO FIGUEROA
La metáfora en mi espada
tiene tan duro el metal,
la empuño y un manantial
lo vuelvo río y cascada.
Soy de acero más que nada,
soy ícono del valiente,
y si la presencia siente
de un tentador de arrebol,
suelta más brillo que el sol
que sale por el Oriente.

BASTO 4 - RAFAEL SARMIENTO ENRÍQUEZ
Copa del clero rogando,
espada de la conquista,
el oro que los enquista
y el eterno mazo dando.
Cuatro palos conversando
tranquilamente, en voz baja,
donde cada uno encaja
el papel que le tocó,
aunque sin dudas soy yo
el duro de la baraja.

ORO 4 - JOEL MÁRQUEZ SÁNCHEZ
Yo puedo comprar el basto
a la copa y a la espada,
no me comparen con nada
¡porque nunca me desgasto!
Incluso al más puro y casto
le he corrompido a lo sumo,
y aunque yo soy como el humo,
¡vanidad de vanidades!
Hombres de todas edades
en mis manos los presumo.

COPA 5 - RUBÉN SADA
“Mi copa bien llena está”,
predicó con tono calmo,
el rey David en su Salmo
de dulzura guaraná.
Quiero que también allá
en las mesas del hambriento,
dé leche al que está sediento
y dé alimentos al niño,
cada copa siendo un guiño
de dulzura y alimento.

ESPADA 5 - REINALDO FIGUEROA
Yo soy una espada rara,
ante el poder no se humilla,
no se pone de rodilla
ni cuando un cañón dispara.
Nunca uso mi filo para
hacer pecador al fray,
pero si noto que hay
serpientes de sentimiento,
vuela ligera en el viento
la espada de un samurai.

BASTO 5 - RAFAEL SARMIENTO ENRÍQUEZ
Como se empieza a acabar
el verso se acaba el oro,
y el licor que era tesoro
en la copa de tu bar.
La espada se ve mellar
su hoja de acero ñoño,
pero yo ni me emponzoño
ni me gasto, ni me aterra,
morir, pues si bajo tierra
me envían, me hago retoño.

ORO 5 - JOEL MÁRQUEZ SÁNCHEZ
En la era digital
en los bits yo me retrato
porque el hombre hizo un contrato
de una moneda virtual.
Soy un Bitcoin comercial
en el mundo repartido,
y en la baraja, atrevido
soy, pero yo me entrego
con tres hermanos al juego
de baraja, introvertido.
__

COPA - RUBÉN SADA
A cuatro razones vamos
estos signos españoles...

ESPADA - REINALDO FIGUEROA
Igual que cuatro faroles
alumbrando nos marchamos.

BASTO - RAFAEL SARMIENTO ENRÍQUEZ
Cuatro palos que enlazamos
con clavos de sentimiento...

ORO - JOEL MÁRQUEZ SÁNCHEZ
Porque el juego del momento
es: con la copa de Sada,
el oro de Joel, la espada
Rei y el basto de Sarmiento.

© 6/05/2020. Rubén Sada (ARG), Reinaldo Figueroa (EEUU), Rafael Sarmiento Enríquez (CUB) y Joel Márquez Sánchez (MÉX).


EL CAMPESINO (Controversia del siglo cap,5, Indio Naborí vs. Ángel Valiente)


EL CAMPESINO


Naborí Valiente
1 2
Oh, campesino!, mirada Campesino, tierra en pie
escrutante que se pierde con surco de arriba abajo,
por toda una noche verde el oro de tu trabajo
que no sabe de alborada! lo amasa quien mal te ve.
Persisten en tu morada El que no sabe el porqué
miserias precoloniales, de tu mano encallecida,
pues cual hojas otoñales y derrocha y dilapida
sobre tus melancolías el fruto de tu dolor;
van descendiendo los días con burlas para el sudor
lentos, pesados, iguales. de tu ropa percudida.
3 4
El tiempo se ha detenido Ninguna voz llega al alma
en ti, guajiro de acero, de Cuba como tu voz,
por lo que hasta tu sombrero cortante como la hoz,
tiene el color del olvido. guajira como la palma.
El progreso ha convertido En esas noches de calma
en ciudad más de un batey, afiebradas por Vulcano,
y ha mecanizado al buey, tu voz sale por el guano
a la carreta, al arado, huyendo, como si fuera
pero tú sigues parado un pájaro que le huyera
en la hora siboney. a la jaula del verano.
5 6
Hay un monstruo feudalista Cuba eres tú, campesino,
que sólo caña procura con tus manos laboriosas;
y lleva en su sangre impura tú estás en todas las cosas
diabetes capitalista. hondas del patrio destino.
Sordo, voraz, egoísta, En el dolor del camino
no tolera otro sembrado, triste del desalojado,
y por él, por su pecado, en la reja del arado,
el tiempo muerto es tan frío en la polaina, el machete
como un caldero vacío y el herido caballete
sobre un fogón apagado. de un bohío abandonado.
7 8
Hay otro monstruo sombrío Tu voz de engaños dolida
que en sus apetencias de amo se queda en la guardarraya:
no quiere dejar un tramo alguien le impide que vaya
de tierra para un bohío. al Palacio, y ser oída.
Toma la loma, el bajío, El que te exprime la vida
el río, los callejones, te amarra la voz también,
derriba nobles horcones porque su holganza y su bien
y echa familias hambrientas tienen puntos elevados,
a las rutas polvorientas mientras más encarcelados
que van a las poblaciones. tus sentimientos estén.
9 10
Cuando la zafra termina La escuela rural no llega
cesan el “tiro” y el “corte”. más allá de cinco millas
¡Cuánto champaña en el Norte! de donde hiriendo rodillas
En mis campos, ¡cuánta ruina! el político la entrega.
Aquí la gota de harina, Allá en el monte, en la vega,
el parásito, el dolor; a respetable distancia,
allá, ríos de licor llora de olvido una infancia,
en pipas de grifo abierto… y el eco de sus sollozos
¡Ay, sombra del tiempo muerto, se pierde en los calabozos
tiempo muerto y matador! sombríos de la ignorancia.
11 12
¡Oh, machetero –ciclón En la vivienda con techo
que tumba y se tumba él! de guano y piso de tierra,
Tumbas la caña de miel manos de sombras te cierra
y ella te tumba el pulmón. la portada del Derecho.
Te viertes en profusión Tus hijos bajo el acecho
de sudor por cada poro… del parásito maldito,
Caña, caña es tu tesoro, claman justicia, y su grito
pero hay una mano extraña no más que mofas recibe
que te roba sangre y caña del indolente que vive
para transfusiones de oro. en Palacio de granito.
13 14
Jamás es tuyo, veguero, Cuando la maternidad
el tabaco que es tan tuyo. dice a la mujer que hay entre
Tú le enciendes un cocuyo el espacio de su vientre
en el labio al mundo entero. viva una felicidad…
Embriagas al extranjero Allá en triste soledad,
con la hoja más escogida; tierra adentro, la mujer
pero una boca homicida campesina ve nacer
en el festín de un atraco, a su niño en triste cuna,
como se fuma el tabaco al aire, al sol, a la luna
también te fuma la vida. queriendo otra estrella ser.
15 16
Hombre laborioso que Los caminos vecinales
sobre el lomo de la sierra han sido una frustración;
le descubres a la tierra el estrecho callejón
el milagro del café: y tus penas son iguales.
trabajas con honda fe Y cuando aguas torrenciales
y tu premio siempre ha sido inundan siembra y camino,
penas que han ennegrecido ¿quién eres tú, campesino?
el espejo de tu vida, Un preso incomunicado…
como cuando en agua hervida ¿Será porque el hombre honrado
echan tu pulmón molido. no merece otro destino?
17 18
Los afanes invasores El político, funesto
de la caña y el ganado mercader de tu conciencia,
tierra casi no han dejado para su concupiscencia
para los frutos menores. siempre es ánimo dispuesto.
Pequeños agricultores Si te enfermas, está presto
sin depósito de frío, a llevarte al hospital;
transporte ni regadío, te lleva… cura tu mal
van a los intermediarios los médicos que has pagado;
como arroyos tributarios y él, con eso te ha comprado
que van a morir al río. lo más puro: el ideal.
19 20
Eres, oh, tierra profunda Tu día no es este día
de quien te hace florecer, de luz y música y fiesta:
del modo que es la mujer el día de tu protesta
del hombre que la fecunda. no ha llegado todavía.
El que de sudor te inunda, Tu grito de rebeldía
el que te labra y te cuida, será la mejor tonada;
debe vivir de tu vida y Cuba estará empinada
y ser tu dueño y señor… en el marco de tu base,
No hay escritura mejor porque el triunfo de tu clase
que una mano encallecida. es la patria liberada.

LA ESPERANZA (Controversia del siglo cap,4, Indio Naborí vs. Ángel Valiente)


LA ESPERANZA


Valiente Naborí
1 2
Esperanza, teologal La esperanza, siempre buena,
virtud crecida en mi pecho, es una mujer encinta,
y confianza hasta en el lecho risueña, con una cinta
de la tragedia final. verde sobre la melena.
Fortaleza espiritual En sus manos de azucena
con las dudas en porfía, lleva capullos y granos;
pues sin ello no sería y sonríe a los humanos
el hombre vivo exponente como luz entre lo oscuro,
de lucha; y por consiguiente sabiendo que está el futuro
el mundo se estancaría. en su vientre y en sus manos.
3 4
Cuando sorda y despiadada ¿La esperanza? La esperanza
la suerte nos abandona; no retrocede jamás…
cuando todo nos traiciona Dice el pesimismo: “¡Atrás!”
y en firme no queda nada; Y ella: “Caminante, avanza,
cuando con fría mirada no cejes, que en lontananza
la crueldad nos intimida, el sol que buscas descuella.”
la esperanza florecida Y el hombre sigue su huella
de virtudes milagrosas, hasta que encuentra la suerte,
nos llena el alma de rosas o lo sorprende la muerte
y sueños para la vida. con la mirada en su estrella.
5 6
En todo lo que se mueve Abrió su caja secreta
hay una esperanza en pie, Pandora, y se le fugaron
y tiene junto a su fe los Males que se adueñaron
sueños de vapor la nieve. de los hombres y el planeta…
Cuando trágico y aleve Desde entonces, triste, inquieta,
el dolor, abriendo heridas, la humanidad sufre y llora;
destroza y silencia vidas, pero sueña con la aurora
ella, desde sus arcanos, de perpetua bienandanza,
es un cuerpo con cien manos porque aún está la Esperanza
moviendo cosas dormidas. en la caja de Pandora.
7 8
Novia cernida de estrellas Es la Esperanza inmortal
con una tiara de luz el día recién nacido;
para el hombre que en la cruz es la postura en el nido
dejara indelebles huellas. y el botón en el rosal;
Mano abstracta que las bellas es el maná celestial
rutas del triunfo señala; que cayó sobre el Desierto;
rosa que perfume exhala es la vida de lo muerto
hasta en la entraña del lodo, y el dulzor de los abrojos;
eso es la esperanza en todo, es un niño con los ojos
resumen de sueño y ala. fijos en un libro abierto.
9 10
Casi que un adolescente, La esperanza es una oruga
Martí sufre en la cantera –fino estuche sin abrir–
el rigor que nadie hubiera donde late un porvenir
soportado heroicamente. de alas en risueña fuga.
La negrura del presente ¡Cómo la frente se arruga
se siembra un feliz mañana, por una interrogación
porque como una campana cuando –minúsculo avión,
bronceada, en su pecho ardía flor con alas, mariposa–
la esperanza que sería pasea de rosa en rosa
libre la tierra cubana. la dulce realización!
11 12
Cuando la callosa mano La esperanza es un pichón
del labriego tierras labra –sangre de tecla y campana–
y no dice su palabra donde palpita un mañana
su intenso dolor humano, de plumas y de canción.
abre el surco, deja el grano Un día, desde el jergón
en sus entrañas caer, del nido, algo se levanta,
con la esperanza de ver y de una dulce garganta
florecida su labranza: surge un trino enamorado:
ahí fue sudor la esperanza, es un sueño que ha emplumado
fue trabajo y fue deber. vela, se detiene y canta.
13 14
Y cuando un niño ha nacido, Cuando vientos otoñales
al que Dios su luz prodiga, verifican el presagio
junto con él, una espiga, campesino, en un naufragio
de esperanza ha florecido. de cosechas y animales,
Para los padres ha sido llora el guajiro sus males
un feliz alumbramiento; sobre una caída palma;
y a partir de ese momento, pero una vez en la calma,
cuanto se agita en la cuna Ella –promesa de flores–
–llanto o risa–, todo es una dice con siete colores
esperanza en movimiento. la paz de cielo y del alma.
15 16
Cuando el látigo implacable ¿Quién dio a Colón el anhelo
de las dudas nos fustiga, insomne de navegar
la esperanza más que amiga hacia donde forma el mar
es la hermana inseparable. un vértice con el cielo?
Su influencia respetable ¿Quién endulzó su desvelo
tiene la virtud del vuelo; salado de mar profundo?
confianza frente al recelo ¡Ella!, que ante un rubicundo
que nos sorprende y nos crispa sol, ante un verde exquisito,
como una razón de chispa gritó ¡Tierra! y fue su grito
rompiendo la acción del hielo. heraldo de un nuevo mundo.
17 18
Novia de la primavera Ella nace el mismo día
dándose en savia y retoño, que el hombre; crece con él;
cuando en la angustia de otoño le dice: “La vida es miel
se entristece la pradera. y el panal está en tu vía.”
Tu verde en el campo impera El hombre no desconfía
igual que el agua en el río; de su promesa eternal;
no te detiene el estío y si no halla su ideal
y más en llegar persistes por todo el camino largo,
cuando un dolor de hojas tristes muere con el labio amargo
le da vueltas al bohío. y el sueño junto al panal.
19 20
Aquí no hay un corazón Campesino y proletario
donde no esté la esperanza ansiosos de libro y pan,
creciendo en fuerza y confianza junto a la esperanza, van
como en sueños de ilusión. por el nuevo itinerario.
Lo mismo está en la pasión Ahora es la cruz, el calvario,
como en el juicio sereno, la búsqueda cotidiana,
porque paz y desenfreno pero mañana, mañana
son fuerzas en desafío, lirios parirá el espino,
cuando ha tenido un vacío tocado por el destino
la esperanza de estar lleno. nuevo de la especie humana.

Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

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