6 de mayo de 2020

LA ESPERANZA (Controversia del siglo cap,4, Indio Naborí vs. Ángel Valiente)


LA ESPERANZA


Valiente Naborí
1 2
Esperanza, teologal La esperanza, siempre buena,
virtud crecida en mi pecho, es una mujer encinta,
y confianza hasta en el lecho risueña, con una cinta
de la tragedia final. verde sobre la melena.
Fortaleza espiritual En sus manos de azucena
con las dudas en porfía, lleva capullos y granos;
pues sin ello no sería y sonríe a los humanos
el hombre vivo exponente como luz entre lo oscuro,
de lucha; y por consiguiente sabiendo que está el futuro
el mundo se estancaría. en su vientre y en sus manos.
3 4
Cuando sorda y despiadada ¿La esperanza? La esperanza
la suerte nos abandona; no retrocede jamás…
cuando todo nos traiciona Dice el pesimismo: “¡Atrás!”
y en firme no queda nada; Y ella: “Caminante, avanza,
cuando con fría mirada no cejes, que en lontananza
la crueldad nos intimida, el sol que buscas descuella.”
la esperanza florecida Y el hombre sigue su huella
de virtudes milagrosas, hasta que encuentra la suerte,
nos llena el alma de rosas o lo sorprende la muerte
y sueños para la vida. con la mirada en su estrella.
5 6
En todo lo que se mueve Abrió su caja secreta
hay una esperanza en pie, Pandora, y se le fugaron
y tiene junto a su fe los Males que se adueñaron
sueños de vapor la nieve. de los hombres y el planeta…
Cuando trágico y aleve Desde entonces, triste, inquieta,
el dolor, abriendo heridas, la humanidad sufre y llora;
destroza y silencia vidas, pero sueña con la aurora
ella, desde sus arcanos, de perpetua bienandanza,
es un cuerpo con cien manos porque aún está la Esperanza
moviendo cosas dormidas. en la caja de Pandora.
7 8
Novia cernida de estrellas Es la Esperanza inmortal
con una tiara de luz el día recién nacido;
para el hombre que en la cruz es la postura en el nido
dejara indelebles huellas. y el botón en el rosal;
Mano abstracta que las bellas es el maná celestial
rutas del triunfo señala; que cayó sobre el Desierto;
rosa que perfume exhala es la vida de lo muerto
hasta en la entraña del lodo, y el dulzor de los abrojos;
eso es la esperanza en todo, es un niño con los ojos
resumen de sueño y ala. fijos en un libro abierto.
9 10
Casi que un adolescente, La esperanza es una oruga
Martí sufre en la cantera –fino estuche sin abrir–
el rigor que nadie hubiera donde late un porvenir
soportado heroicamente. de alas en risueña fuga.
La negrura del presente ¡Cómo la frente se arruga
se siembra un feliz mañana, por una interrogación
porque como una campana cuando –minúsculo avión,
bronceada, en su pecho ardía flor con alas, mariposa–
la esperanza que sería pasea de rosa en rosa
libre la tierra cubana. la dulce realización!
11 12
Cuando la callosa mano La esperanza es un pichón
del labriego tierras labra –sangre de tecla y campana–
y no dice su palabra donde palpita un mañana
su intenso dolor humano, de plumas y de canción.
abre el surco, deja el grano Un día, desde el jergón
en sus entrañas caer, del nido, algo se levanta,
con la esperanza de ver y de una dulce garganta
florecida su labranza: surge un trino enamorado:
ahí fue sudor la esperanza, es un sueño que ha emplumado
fue trabajo y fue deber. vela, se detiene y canta.
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Y cuando un niño ha nacido, Cuando vientos otoñales
al que Dios su luz prodiga, verifican el presagio
junto con él, una espiga, campesino, en un naufragio
de esperanza ha florecido. de cosechas y animales,
Para los padres ha sido llora el guajiro sus males
un feliz alumbramiento; sobre una caída palma;
y a partir de ese momento, pero una vez en la calma,
cuanto se agita en la cuna Ella –promesa de flores–
–llanto o risa–, todo es una dice con siete colores
esperanza en movimiento. la paz de cielo y del alma.
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Cuando el látigo implacable ¿Quién dio a Colón el anhelo
de las dudas nos fustiga, insomne de navegar
la esperanza más que amiga hacia donde forma el mar
es la hermana inseparable. un vértice con el cielo?
Su influencia respetable ¿Quién endulzó su desvelo
tiene la virtud del vuelo; salado de mar profundo?
confianza frente al recelo ¡Ella!, que ante un rubicundo
que nos sorprende y nos crispa sol, ante un verde exquisito,
como una razón de chispa gritó ¡Tierra! y fue su grito
rompiendo la acción del hielo. heraldo de un nuevo mundo.
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Novia de la primavera Ella nace el mismo día
dándose en savia y retoño, que el hombre; crece con él;
cuando en la angustia de otoño le dice: “La vida es miel
se entristece la pradera. y el panal está en tu vía.”
Tu verde en el campo impera El hombre no desconfía
igual que el agua en el río; de su promesa eternal;
no te detiene el estío y si no halla su ideal
y más en llegar persistes por todo el camino largo,
cuando un dolor de hojas tristes muere con el labio amargo
le da vueltas al bohío. y el sueño junto al panal.
19 20
Aquí no hay un corazón Campesino y proletario
donde no esté la esperanza ansiosos de libro y pan,
creciendo en fuerza y confianza junto a la esperanza, van
como en sueños de ilusión. por el nuevo itinerario.
Lo mismo está en la pasión Ahora es la cruz, el calvario,
como en el juicio sereno, la búsqueda cotidiana,
porque paz y desenfreno pero mañana, mañana
son fuerzas en desafío, lirios parirá el espino,
cuando ha tenido un vacío tocado por el destino
la esperanza de estar lleno. nuevo de la especie humana.

LA LIBERTAD (Controversia del siglo cap,3, Indio Naborí vs. Ángel Valiente)


LA LIBERTAD



Valiente
Naborí
1 2
Libertad, palabra de oro ¿Libertad? La libertad
con sabor a sangre pura, no tolera la estrechez:
y en la conciencia madura anchura quieren el pez,
de los pueblos, un tesoro. el ave y la humanidad.
En los hombres sin decoro Quiere el ave inmensidad
prospera la indignidad azul para desplegarse;
porque sin la voluntad puede el pez, al limitarse
de los corazones bravos, fuera del mar, perecer,
de un semillero de esclavos y los hombres quieren ser
no brota la libertad. libres para no asfixiarse.
3 4
Dijo el Apóstol ayer La libertad defendida
con su palabra uniforme: hasta el esfuerzo imposible,
"La libertad es la enorme no es más que el imprescindible
tiranía del deber." oxígeno de la vida.
Para ser libre hay que ser Cuando en tierra sometida
hombre de inmensas virtudes, nos asfixia la opresión,
porque las ineptitudes para la respiración
son fábricas de cadenas, necesaria del vivir,
extorsionando las venas un mártir déjase abrir
de las grandes multitudes. un hueco en el corazón.
5 6
Libertad, prerrogativa Libertad, el indio Hatuey
del espíritu elevado, –rosa de llamas rojizas–
que lleva en lo más sagrado te consagró sus cenizas
su parte interpretativa. en el altar siboney.
En la acción suplicativa Crueles soldados del Rey
no está su realización; incendian al indio bravo,
y hay en toda mediación y el héroe con taparrabo
un propósito pigmeo, sonríe, muere contento…
como señaló Maceo El humo libre en el viento
en el Pacto del Zanjón. siempre es más que un hombre esclavo.
7 8
A mí no me gusta ver El ejemplo es el quetzal
ni a un pájaro en jaula de oro, herido de Guatemala:
donde el canto más sonoro enjaulado, pliega el ala
un sollozo puede ser. en silencio funeral.
La obsesión mía es romper Rechaza, en huelga mortal,
la jaula, y decirle: “¡Al monte! los alimentos vitales
Date a volar, y disponte que le dan las criminales
a ser libre, sin más cruz manos que lo han encerrado…
en las alas que la luz Pueblo digno, encadenado,
para ver el horizonte.” muere como los quetzales.
9 10
Cuando el pueblo americano Jorge Washington, tu espada
bajo el predominio inglés, digna de la loa homérica,
tenía grillos en los pies fue en las tinieblas de América
y una traba en cada mano. primer rayo de alborada.
Junto a Washington –su hermano Inglaterra desangrada
de luchas–, Lincoln se alzó: se va por el oceano,
a los suyos liberó, y cuando es punto lejano
hasta que por manos fuertes de lejana embarcación,
la más triste de las muertes brilla otra constelación
en el camino encontró. bajo el cielo americano.
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Del mundo que anda y progresa Francia, tu Revolución
para un rumbo más feliz, te enderezó las rodillas
es una enorme raíz y lavó viejas mancillas
la Revolución Francesa. como un sangriento jabón.
Danton, con palabra gruesa, Tu faro de redención
fustigó la iniquidad, alumbró a la humanidad,
y en su inmedible ansiedad, desde aquella tempestad
aquel cíclope del verbo, de liberador arrojo…
cogió al siervo y vistió al siervo ¡Jamás un traje tan rojo
con alas de libertad. se puso la Libertad!
13 14
Dessalines –según dijera Toussaint de betún y acero
en sus versos Naborí– con alma de claro día,
fue del corazón de Haití en la espalda te dolía
base, mástil y bandera. el látigo del negrero;
Como si tenido hubiera y el dolor te hizo guerrero
águilas en cada mano, –vórtice de la inquietud–,
puso un vuelo en cada hermano para que una multitud
y un resorte en cada cosa, de hombres en silencio largo,
para conquistar la hermosa despertara del letargo
libertad del pueblo haitiano. zombie de la esclavitud.
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Palacios, el orador Bolívar de acero y miel,
de la Argentina que ardía, yo tiemblo cuando te evoco:
en la palabra tenía Capitán del Orinoco
un puño libertador: con los Andes por cuartel.
El recuerdo de su amor Los cascos de tu corcel
por su patria, predomina iban soltando centellas,
y a la Historia le camina y no dejando ni huellas
a pasos de paladín, de siervos y de tiranos,
como lo hace San Martín te salían de las manos
entre Chile y Argentina. pueblos libres como estrellas.
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Donde hay esclavos, no hay gloria: Libertad, tú haces leones
los esclavos en cuestión de la paloma y el galgo:
no son una patria: son así volvió el cura Hidalgo
la vergüenza de la Historia. arengas sus oraciones…
Eso prendió en la memoria Por sucumbir en gestiones
del Titán –sol y jinete– de liberación humana,
hasta que en San Pedro, al fuete linda enseña mejicana,
de la batalla cayó dulce bandera de gloria,
y Cuba se le encendió en el mástil de la Historia
en el filo del machete. flotando está su sotana.
19 20
El primer sacrificado ¡Oh, Martí, la dignidad
por la humana redención tuvo tal grandeza en ti,
debía tener un panteón que basta decir Martí
en cada espíritu honrado. para entender Libertad!
Él cayó crucificado No has visto tu voluntad
para que le mundo avanzara, realizada todavía;
y aquellos que él libertara pero confía, confía,
yendo al Calvario y la Cruz, que, tras las sombras corsarias,
ciegos para tanta luz limpias manos proletarias
le han escupido la cara. están haciendo tu día.

LA MUERTE (Controversia del siglo cap,2, Indio Naborí vs. Ángel Valiente)

LA MUERTE 


Valiente
Naborí
1 2
Ojalá tenga la suerte La Muerte es desconocida
pocas veces conseguida maga de tierra o de cielo,
de que florezca mi vida que con tijeras de hielo
para cantarle a la muerte. corta el hilo de la vida.
Ella es la mirada fuerte Ni la más enternecida
en incontenible acecho; voz humana la conmueve;
y como en un marco estrecho trepa por la vida breve
la mentira de vivir como una invisible hiedra,
y la verdad de morir con sus oídos de piedra
se me juntan en el pecho. y sus entrañas de nieve.
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Para hablar de las mañanas Como un alfiler de frío
y las tardes que se van, la muerte, callada, viene
la vida y la muerte están desde un palacio que tiene
juntas como dos hermanas. forma de cráneo vacío.
Las inquietudes humanas Viene por un ancho río
no tienen razón de ser, de aguas negras y plomizas;
si aceptamos que nacer y después que ha vuelto trizas
es la acción que nos convierte la vida que le molesta,
en mas hijos de la muerte vuelve a su casa, y se acuesta
que de la propia mujer. en su cama de cenizas.
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Los que aceptan que morir Acaso tal diosa helada,
es pasar a mejor vida, más sorda que la sordera,
que sólo hay carne vencida es pérfida mensajera
y no el derecho a vivir, al servicio de la Nada.
ésos, con un sonreír Acaso empuña su espada
de niños, la muerte esperan; en donde nadie la ve
y nunca se consideran y deja bajo su pie
íntegramente vencidos, suicidio, enfermedad, guerra…
como si extraños fluidos por devolverle a la Tierra
de otras vidas recibieran. lo que de la Tierra fue.
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Los que niegan la existencia La muerte es Emperadora
del eterno “Más Allá”, que nos impone su estigma,
y entienden que todo está y en la noche de su enigma
del mismo cuerpo en la esencia, no se vislumbra la aurora.
ésos, con una impaciencia no le responde a quien llora
triste que los desanima, el dolor de un hijo muerto,
quieren que el tiempo se exprima, ni supieron nada cierto
que dé más de lo que puede; en torno suyo los sabios..
y el tiempo no retrocede Es como el dedo en los labios
y les pasa por encima. de la Esfinge del desierto.
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La muerte, enorme gigante, Es para el místico anhelo
invisible, puesto en pie, camino de salvación,
no se siente, no se ve una breve transición
y en todo está vigilante. entre la tierra y el cielo;
nadie adivina el instante la necesidad de un vuelo
de su exacta aparición; hacia un lejano paraje;
brota de la confusión, algo como dar un viaje
porque se proyecta igual de una orilla a la otra orilla;
en la punta de un puñal una cosa tan sencilla
que en brazos de una pasión. como cambiarse de traje.
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Muere un niño de igual modo Para los que no han querido
que morir puede un anciano: más detalle que la Ciencia,
en la amplitud de la mano la muerte es “la consecuencia
de la muerte, cabe todo. lógica de haber nacido”.
hecha sombra, en el recodo Ante su afán concluido
de cualquier camino, está; mito es la celeste Gloria;
y cuando a buscar se da mas, si hay alta ejecutoria,
uno para su rebaño, hay un modo de quedarnos
no le interesa el tamaño vivos, y es el de sembrarnos
ni hacia qué lugares va. en el surco de la Historia
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Por cuanto de radical El hombre que plenamente
tiene la muerte, la quiero: se ha dado a la Humanidad,
lo mismo quiebra el acero forjando una sociedad
como el más simple metal. de conciencia diferente,
El orgullo personal muerto, como una simiente
en sus garras se hace añicos; espiga en un monumento;
y suelta como abanicos y de pie, en el sentimiento
sus tentáculos salobres, del pueblo que nunca olvida,
sorda al clamor de los pobres, sigue viviendo la vida
sorda a la voz de los ricos. abstracta del pensamiento.
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Una muerte producida ¡Paz! Corazones humanos,
por la vía del suicidio, hoy que el hombre furibundo
nos dice cómo el presidio tiene la muerte del mundo
deja escapar una vida. como un juguete en las manos.
La muerte para el suicida se envenenan oceanos
es vía de flor y estrella, con una bomba homicida
pues cuando bajo la huella que puede con su embestida
del dolor no puede estar, no dejar en el planeta
lo hace, pensando encontrar ni siquiera una silueta
su liberación en ella. vaga de lo que es la vida.
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No siempre la muerte deja La muerte es casi cariño,
el dolor de lo perdido, dulce descanso y consuelo,
pues cuando muere el olvido cuando se posa en un pelo
la alegría se refleja. que el dolor pintó de armiño.
Y cuando muere una queja pero la muerte de un niño
hay alegría también; –flor de sonrisa y pureza,
y cuando yace el desdén albo soldado que empieza
hay un entusiasmo igual, los fragores del combate–,
porque el sepulcro del mal tal parece un disparate
es la cuna para el bien. cruel de la Naturaleza.
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La muerte de algo está aquí Sin embargo, no es tan mala
presidiendo la velada, la muerte de manos frías,
y puesta está su mirada porque las categorías
en Valiente o Naborí. más disímiles iguala…
Si cae la derrota en mí Ella no establece escala
como en un duelo sombrío, de edad, talento ni suerte…
esta misma noche al río Tal vez sería más fuerte
desilusionado iré nuestra vida miserable,
y en su entraña dejaré si tuviera el invariable
enterrado un sueño mío. socialismo de la muerte.

BIOGRAFÍAS

ÁNGEL VALIENTE (ANGELITO) nació el 28 de febrero de 1916, en la zona tabacalera de San Antonio de los Baños, provincia de La Habana. Cursó la enseñanza elemental en una escuela pública de su barrio natal. Interrumpió sus estudios para dedicarse al trabajo en vegas tabacaleras y otros oficios, pero siempre fue un lector incansable, logrando cierta cultura autodidacta. Desde sus ocho años improvisaba décimas. Ya en su juventud había logrado una fama nacional a través de los programas radiales y la televisión. Figura entre los improvisadores cubanos de más arraigo popular. Murió el 21 de enero de 1987, en su pueblo natal.
JESÚS ORTA RUIZ (INDIO NABORÍ) nació el 30 de septiembre de 1922 en San Miguel del Padrón,
La Habana. Habiendo nacido en el seno de una familia campesina cubana, su punto de partida en la
poesía no podía ser otro que la décima. Desde niño empezó a despertar admiración entre sus
vecinos con sus improvisaciones. Joven, se desempeñó en varios oficios y se destacó como decimista improvisador, a la vez que se cultivaba para saltar del canto a las letras, cosa que logró con grandes esfuerzos, siendo reconocido hoy entre los más notables poetas de Cuba y habiendo recibido, entre otros, el Premio Nacional de Literatura de 1995. Pero su etapa juvenil de repentista ha dejado tan
profundas huellas en el pueblo y en los nuevos cantores decimistas, que todavía se le invoca con emoción en toda competencia de improvisadores.

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