6 de mayo de 2020

LA LIBERTAD (Controversia del siglo cap,3, Indio Naborí vs. Ángel Valiente)


LA LIBERTAD



Valiente
Naborí
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Libertad, palabra de oro ¿Libertad? La libertad
con sabor a sangre pura, no tolera la estrechez:
y en la conciencia madura anchura quieren el pez,
de los pueblos, un tesoro. el ave y la humanidad.
En los hombres sin decoro Quiere el ave inmensidad
prospera la indignidad azul para desplegarse;
porque sin la voluntad puede el pez, al limitarse
de los corazones bravos, fuera del mar, perecer,
de un semillero de esclavos y los hombres quieren ser
no brota la libertad. libres para no asfixiarse.
3 4
Dijo el Apóstol ayer La libertad defendida
con su palabra uniforme: hasta el esfuerzo imposible,
"La libertad es la enorme no es más que el imprescindible
tiranía del deber." oxígeno de la vida.
Para ser libre hay que ser Cuando en tierra sometida
hombre de inmensas virtudes, nos asfixia la opresión,
porque las ineptitudes para la respiración
son fábricas de cadenas, necesaria del vivir,
extorsionando las venas un mártir déjase abrir
de las grandes multitudes. un hueco en el corazón.
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Libertad, prerrogativa Libertad, el indio Hatuey
del espíritu elevado, –rosa de llamas rojizas–
que lleva en lo más sagrado te consagró sus cenizas
su parte interpretativa. en el altar siboney.
En la acción suplicativa Crueles soldados del Rey
no está su realización; incendian al indio bravo,
y hay en toda mediación y el héroe con taparrabo
un propósito pigmeo, sonríe, muere contento…
como señaló Maceo El humo libre en el viento
en el Pacto del Zanjón. siempre es más que un hombre esclavo.
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A mí no me gusta ver El ejemplo es el quetzal
ni a un pájaro en jaula de oro, herido de Guatemala:
donde el canto más sonoro enjaulado, pliega el ala
un sollozo puede ser. en silencio funeral.
La obsesión mía es romper Rechaza, en huelga mortal,
la jaula, y decirle: “¡Al monte! los alimentos vitales
Date a volar, y disponte que le dan las criminales
a ser libre, sin más cruz manos que lo han encerrado…
en las alas que la luz Pueblo digno, encadenado,
para ver el horizonte.” muere como los quetzales.
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Cuando el pueblo americano Jorge Washington, tu espada
bajo el predominio inglés, digna de la loa homérica,
tenía grillos en los pies fue en las tinieblas de América
y una traba en cada mano. primer rayo de alborada.
Junto a Washington –su hermano Inglaterra desangrada
de luchas–, Lincoln se alzó: se va por el oceano,
a los suyos liberó, y cuando es punto lejano
hasta que por manos fuertes de lejana embarcación,
la más triste de las muertes brilla otra constelación
en el camino encontró. bajo el cielo americano.
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Del mundo que anda y progresa Francia, tu Revolución
para un rumbo más feliz, te enderezó las rodillas
es una enorme raíz y lavó viejas mancillas
la Revolución Francesa. como un sangriento jabón.
Danton, con palabra gruesa, Tu faro de redención
fustigó la iniquidad, alumbró a la humanidad,
y en su inmedible ansiedad, desde aquella tempestad
aquel cíclope del verbo, de liberador arrojo…
cogió al siervo y vistió al siervo ¡Jamás un traje tan rojo
con alas de libertad. se puso la Libertad!
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Dessalines –según dijera Toussaint de betún y acero
en sus versos Naborí– con alma de claro día,
fue del corazón de Haití en la espalda te dolía
base, mástil y bandera. el látigo del negrero;
Como si tenido hubiera y el dolor te hizo guerrero
águilas en cada mano, –vórtice de la inquietud–,
puso un vuelo en cada hermano para que una multitud
y un resorte en cada cosa, de hombres en silencio largo,
para conquistar la hermosa despertara del letargo
libertad del pueblo haitiano. zombie de la esclavitud.
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Palacios, el orador Bolívar de acero y miel,
de la Argentina que ardía, yo tiemblo cuando te evoco:
en la palabra tenía Capitán del Orinoco
un puño libertador: con los Andes por cuartel.
El recuerdo de su amor Los cascos de tu corcel
por su patria, predomina iban soltando centellas,
y a la Historia le camina y no dejando ni huellas
a pasos de paladín, de siervos y de tiranos,
como lo hace San Martín te salían de las manos
entre Chile y Argentina. pueblos libres como estrellas.
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Donde hay esclavos, no hay gloria: Libertad, tú haces leones
los esclavos en cuestión de la paloma y el galgo:
no son una patria: son así volvió el cura Hidalgo
la vergüenza de la Historia. arengas sus oraciones…
Eso prendió en la memoria Por sucumbir en gestiones
del Titán –sol y jinete– de liberación humana,
hasta que en San Pedro, al fuete linda enseña mejicana,
de la batalla cayó dulce bandera de gloria,
y Cuba se le encendió en el mástil de la Historia
en el filo del machete. flotando está su sotana.
19 20
El primer sacrificado ¡Oh, Martí, la dignidad
por la humana redención tuvo tal grandeza en ti,
debía tener un panteón que basta decir Martí
en cada espíritu honrado. para entender Libertad!
Él cayó crucificado No has visto tu voluntad
para que le mundo avanzara, realizada todavía;
y aquellos que él libertara pero confía, confía,
yendo al Calvario y la Cruz, que, tras las sombras corsarias,
ciegos para tanta luz limpias manos proletarias
le han escupido la cara. están haciendo tu día.

LA MUERTE (Controversia del siglo cap,2, Indio Naborí vs. Ángel Valiente)

LA MUERTE 


Valiente
Naborí
1 2
Ojalá tenga la suerte La Muerte es desconocida
pocas veces conseguida maga de tierra o de cielo,
de que florezca mi vida que con tijeras de hielo
para cantarle a la muerte. corta el hilo de la vida.
Ella es la mirada fuerte Ni la más enternecida
en incontenible acecho; voz humana la conmueve;
y como en un marco estrecho trepa por la vida breve
la mentira de vivir como una invisible hiedra,
y la verdad de morir con sus oídos de piedra
se me juntan en el pecho. y sus entrañas de nieve.
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Para hablar de las mañanas Como un alfiler de frío
y las tardes que se van, la muerte, callada, viene
la vida y la muerte están desde un palacio que tiene
juntas como dos hermanas. forma de cráneo vacío.
Las inquietudes humanas Viene por un ancho río
no tienen razón de ser, de aguas negras y plomizas;
si aceptamos que nacer y después que ha vuelto trizas
es la acción que nos convierte la vida que le molesta,
en mas hijos de la muerte vuelve a su casa, y se acuesta
que de la propia mujer. en su cama de cenizas.
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Los que aceptan que morir Acaso tal diosa helada,
es pasar a mejor vida, más sorda que la sordera,
que sólo hay carne vencida es pérfida mensajera
y no el derecho a vivir, al servicio de la Nada.
ésos, con un sonreír Acaso empuña su espada
de niños, la muerte esperan; en donde nadie la ve
y nunca se consideran y deja bajo su pie
íntegramente vencidos, suicidio, enfermedad, guerra…
como si extraños fluidos por devolverle a la Tierra
de otras vidas recibieran. lo que de la Tierra fue.
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Los que niegan la existencia La muerte es Emperadora
del eterno “Más Allá”, que nos impone su estigma,
y entienden que todo está y en la noche de su enigma
del mismo cuerpo en la esencia, no se vislumbra la aurora.
ésos, con una impaciencia no le responde a quien llora
triste que los desanima, el dolor de un hijo muerto,
quieren que el tiempo se exprima, ni supieron nada cierto
que dé más de lo que puede; en torno suyo los sabios..
y el tiempo no retrocede Es como el dedo en los labios
y les pasa por encima. de la Esfinge del desierto.
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La muerte, enorme gigante, Es para el místico anhelo
invisible, puesto en pie, camino de salvación,
no se siente, no se ve una breve transición
y en todo está vigilante. entre la tierra y el cielo;
nadie adivina el instante la necesidad de un vuelo
de su exacta aparición; hacia un lejano paraje;
brota de la confusión, algo como dar un viaje
porque se proyecta igual de una orilla a la otra orilla;
en la punta de un puñal una cosa tan sencilla
que en brazos de una pasión. como cambiarse de traje.
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Muere un niño de igual modo Para los que no han querido
que morir puede un anciano: más detalle que la Ciencia,
en la amplitud de la mano la muerte es “la consecuencia
de la muerte, cabe todo. lógica de haber nacido”.
hecha sombra, en el recodo Ante su afán concluido
de cualquier camino, está; mito es la celeste Gloria;
y cuando a buscar se da mas, si hay alta ejecutoria,
uno para su rebaño, hay un modo de quedarnos
no le interesa el tamaño vivos, y es el de sembrarnos
ni hacia qué lugares va. en el surco de la Historia
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Por cuanto de radical El hombre que plenamente
tiene la muerte, la quiero: se ha dado a la Humanidad,
lo mismo quiebra el acero forjando una sociedad
como el más simple metal. de conciencia diferente,
El orgullo personal muerto, como una simiente
en sus garras se hace añicos; espiga en un monumento;
y suelta como abanicos y de pie, en el sentimiento
sus tentáculos salobres, del pueblo que nunca olvida,
sorda al clamor de los pobres, sigue viviendo la vida
sorda a la voz de los ricos. abstracta del pensamiento.
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Una muerte producida ¡Paz! Corazones humanos,
por la vía del suicidio, hoy que el hombre furibundo
nos dice cómo el presidio tiene la muerte del mundo
deja escapar una vida. como un juguete en las manos.
La muerte para el suicida se envenenan oceanos
es vía de flor y estrella, con una bomba homicida
pues cuando bajo la huella que puede con su embestida
del dolor no puede estar, no dejar en el planeta
lo hace, pensando encontrar ni siquiera una silueta
su liberación en ella. vaga de lo que es la vida.
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No siempre la muerte deja La muerte es casi cariño,
el dolor de lo perdido, dulce descanso y consuelo,
pues cuando muere el olvido cuando se posa en un pelo
la alegría se refleja. que el dolor pintó de armiño.
Y cuando muere una queja pero la muerte de un niño
hay alegría también; –flor de sonrisa y pureza,
y cuando yace el desdén albo soldado que empieza
hay un entusiasmo igual, los fragores del combate–,
porque el sepulcro del mal tal parece un disparate
es la cuna para el bien. cruel de la Naturaleza.
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La muerte de algo está aquí Sin embargo, no es tan mala
presidiendo la velada, la muerte de manos frías,
y puesta está su mirada porque las categorías
en Valiente o Naborí. más disímiles iguala…
Si cae la derrota en mí Ella no establece escala
como en un duelo sombrío, de edad, talento ni suerte…
esta misma noche al río Tal vez sería más fuerte
desilusionado iré nuestra vida miserable,
y en su entraña dejaré si tuviera el invariable
enterrado un sueño mío. socialismo de la muerte.

BIOGRAFÍAS

ÁNGEL VALIENTE (ANGELITO) nació el 28 de febrero de 1916, en la zona tabacalera de San Antonio de los Baños, provincia de La Habana. Cursó la enseñanza elemental en una escuela pública de su barrio natal. Interrumpió sus estudios para dedicarse al trabajo en vegas tabacaleras y otros oficios, pero siempre fue un lector incansable, logrando cierta cultura autodidacta. Desde sus ocho años improvisaba décimas. Ya en su juventud había logrado una fama nacional a través de los programas radiales y la televisión. Figura entre los improvisadores cubanos de más arraigo popular. Murió el 21 de enero de 1987, en su pueblo natal.
JESÚS ORTA RUIZ (INDIO NABORÍ) nació el 30 de septiembre de 1922 en San Miguel del Padrón,
La Habana. Habiendo nacido en el seno de una familia campesina cubana, su punto de partida en la
poesía no podía ser otro que la décima. Desde niño empezó a despertar admiración entre sus
vecinos con sus improvisaciones. Joven, se desempeñó en varios oficios y se destacó como decimista improvisador, a la vez que se cultivaba para saltar del canto a las letras, cosa que logró con grandes esfuerzos, siendo reconocido hoy entre los más notables poetas de Cuba y habiendo recibido, entre otros, el Premio Nacional de Literatura de 1995. Pero su etapa juvenil de repentista ha dejado tan
profundas huellas en el pueblo y en los nuevos cantores decimistas, que todavía se le invoca con emoción en toda competencia de improvisadores.

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