19 de mayo de 2019

INCITATUS

INCITATUS

Les voy a contar la historia
de un caballo muy famoso,
a quien su dueño, donoso,
quiso ascender a la gloria.
Refresca nuestra memoria
para evitar el error,
que un muy tosco emperador
cometió con "Incitatus",
caballo de alto estatus
a quien "nombró senador".

🐎

Calígula se burlaba
de toda casta política,
y ejerciendo dura crítica,
a su caballo laureaba.
¡Como cónsul lo ordenaba!
Del pueblo se iba burlando
con poder y demostrando
a quien iba a desafiar...
¡Nadie podría evitar
que él siguiera gobernando!

🐎

En pesebres de marfil
a Incitatus lo alojaba,
mientras el mármol brillaba
en su establo pastoril.
Su repertorio textil
era pana y terciopelo,
con collares sobre el pelo
y perfumes importados,
esclavos, mozos, criados
lo atendían como el cielo.

🐎

Calígula despreciaba
reales instituciones
y con crueles decisiones
homicidios ordenaba.
Como un dios se autoinvocaba
en despótico fragor,
matando al opositor
con soberbia y con orgullo,
y exigiendo como suyo
el culto al emperador.

🐎

Inhumano vituperio
duró apenas cuatro años,
pues después de mil engaños
terminó su vil imperio.
Su execrable ministerio
causó muertes inocentes,
"Cayo", rey de los dementes,
megalómano brutal
de una Roma criminal
que asesinaba a sus gentes.

🐎

Cayó "Germánico Augusto",
murió "Calígula Cayo",
pero se salvó el caballo
al que no le dio ni un susto.
Solo queda un pétreo busto
que no fue ni al funeral,
memoria en un pedernal
de mármol que no lo ilustra,
a quien su caballo lustra
en un frío pedestal.

🐎

© Rubén Sada. 19/05/2019.



18 de mayo de 2019

NO CUESTA NADA SOÑAR

NO CUESTA NADA SOÑAR

(POEMA POR LA PAZ)

No cuesta nada soñar
que la paz es muy posible,
un proceso imprescindible
que conviene edificar.
La paz hay que cimentar
en la verdad sin engaños,
evitar grietas y daños
que provoca la mentira,
porque en un segundo expira
lo que se construye en años.

Una paz que no es verdad
es una llana mentira,
si en la muerte ella se inspira,
prefiero la realidad.
La vida en oscuridad
carece de buen criterio,
la vida es un ministerio
que tiene perfume a flor,
pero hay paz con mal olor:
es la paz del cementerio.

También hay paz en la tumba
pero esta no me convence,
pues la verdad siempre vence
cuando al silencio derrumba.
Que ante el miedo no sucumba
el grito de la canción,
que no se calle el pregón
aunque al sol lo tape un dedo,
la paz basada en el miedo
es una paz de cartón.

Por eso la paz se aúna
con libertad y con respeto,
y en ella me comprometo
como la noche a la luna.
No existe mayor fortuna
que la paz de una jornada,
si soñar no cuesta nada
será la paz bendecida
el mayor bien de una vida...
¡Sin ella no vale nada!

© Rubén Sada. 17/05/2019.

¿QUÉ ES UN CONTRAPUNTO?

¿QUÉ ES UN CONTRAPUNTO?


Un contrapunto es la cancha
que junta a dos gladiadores,
dos virtuosos payadores
con una amistad que ensancha.
Se arrojan en avalancha
flores lindas, flores feas,
negras o brillantes teas
prenden o apagan la copla,
cuando uno enciende otro sopla:
yin y yan de las ideas.



Dos caras de la moneda
la vida siempre te exhibe,
uno muere y otro vive,
uno se va y otro queda.
Uno vuela, el otro rueda,
uno es mejor, otro peor,
sea a estribor o a babor
los dos en el mismo barco,
con cielo gris o si es zarco
defienden el mismo honor.



El honor de la parada,
del desafío que les toca,
lo defienden con la boca
o hasta alguna “puñalada”.
Con una simple encordada
y luz en el pensamiento,
cada verso es fundamento
que enarbola su doctrina,
mientras la milonga trina
gorjeos que lleva el viento.



Controversia o repentismo,
cazapalabra en safari,
de regueifa o bertsolari
o trovo o paya es lo mismo.
El fiel tradicionalismo
que de un buen corazón nace,
lo desmenuzan con clase
al tema que en pista urge
y mágicamente surge
cada verso, cada frase.



La milonga es un recuerdo,
un verso que da calor,
es el fogón del amor
que se arrima a un mate lerdo.
Ingresa en el lado izquierdo
del pecho su melodía,
alimenta fantasía
del arte payadoril,
la guitarra es un candil
que los alumbra en poesía.



Y ahí van al ring, los dos,
cualquier tema deshilachan,
en libertad se despachan
con un respeto precoz.
Antes de decir adiós,
su querencia se reafirma,
y al evocarla se afirma
el respeto por su tierra,
luego el contrapunto cierra
con media letra y su firma.



© Rubén Sada. 18/05/2019.

17 de mayo de 2019

ACERTIJO DEL PATO

ACERTIJO DEL PATO

—Carlos Martinez—
El tema que aquí se ha dado
con algo que está pendiente,
no es un tema indiferente,
una vez me he preguntado.
Mas, nadie me ha contestado
cuando lo quise saber,
la pregunta voy a hacer
y contéstenla en un rato,
¿cuántas patas tiene un pato?
Su respuesta he de entender.

—Rubén Sada—
Depende: si está soltero
no tiene ninguna pata,
mas si es polígamo trata
de tener muchas, el fiero.
Pero a decirle sincero
y en este verso lo explico
ante su duda no achico
y le paso a responder,
que un joven pato al nacer
tiene dos patas y pico.

—Edgardo Laluz—
Cuántas patas tiene un pato,
aunque sea larga la décima,
casi llega a una centésima
pero igual va mi relato.
Lo pienso y no me abatato,
me largo por el sendero
como dijo mi aparcero
Rubén Sada a su entender,
dos patas tiene al nacer,
después las que le dé el cuero.

© Carlos Martinez, Rubén Sada y Edgardo Laluz. 17/05/2019.

16 de mayo de 2019

LA PIZZA

LA PIZZA

(Jugando con las palabras, junto a Edgardo Laluz)

—(Rubén Sada)—
La duda mi seso cuaja,
respóndame o se eterniza:
¿Por qué es redonda la pizza
mientras cuadrada es la caja?
Respóndame sin ventaja
y si es sabia su cabeza,
le daré con gran presteza
por ser buen respondedor
el premio de ganador:
¡una pizza con cerveza!
🍕 🍕 🍕
—(Edgardo Laluz)—
Sabe que soy carnicero,
Rubén Sada y es así,
pero no sabe de mí
que yo también soy pizzero.
Responderé con esmero
como siempre improvisando,
caja cuadrada le mando,
mi querido contendor,
"para que el repartidor
no se la lleve rodando".
🍕 🍕 🍕
—(Rubén Sada)—
La cuestión perimetral
de la caja de la pizza,
cuya forma rivaliza
con el producto central:
Mejor es la octogonal,
la cuadrada no la quiero,
al cortarla me refiero
porque hay que tener impulso,
yo al cortar tengo buen pulso
porque soy “Doctor Pizzero”.
🍕 🍕 🍕
—(Edgardo Laluz)—
No se haga tanto problema
por la caja de la pizza,
mi respuesta sintetiza
y va aclarar su dilema.
No es tan importante el tema,
desde acá le tiro un centro,
si en una ocasión lo encuentro
le mostraré mano a mano
que al igual que en los humanos
lo importante es lo de adentro.
🍕 🍕 🍕
—(Rubén Sada)—
Hay que tener precisión
para la pizza en rectángulo,
no hay que errarle nunca al ángulo
para no errar la porción.
Pero a decir mi opinión
la circular es lo más,
y en los grados soy capaz,
mi diploma me autoriza:
soy “Ingeniero de pizza”,
y al cortarla uso un compás.
🍕 🍕 🍕
—(Edgardo Laluz)—
Usté es muy perfeccionista,
córtela por donde venga
o salvo que usted no tenga
cuchillo de especialista.
Y deduzco a simple vista
que su perfección retoza,
y en la angurria se reposa,
su decir lo sintetiza
y quiere comer más pizza
que la que come su esposa.
🍕 🍕 🍕
—(Rubén Sada)—
Mejor tomar precaución
de cuál es la pizzería,
pues confundí el otro día
el teléfono en cuestión.
Creo llamé al corralón,
como quien al cliente medra,
y atendió una voz que arredra:
“Pizza a la piedra” -pedí-
y cuando la caja abrí
tenía un montón de piedras.
🍕 🍕 🍕
—(Edgardo Laluz)—
¡Qué terrible confusión,
Rubén Sada, le diría!
No llamó a la pizzería
y sí llamó al corralón.
Tremenda equivocación
al encargar la comida,
y usted en la arremetida
de apurado se desmedra,
si ha comido tanta piedra...
¡Me imagino la salida!
🍕 🍕 🍕
—(Rubén Sada)—
Para la pizza a la piedra
en vez de comprar cuchillo,
compré un pesado martillo
en un bazar de Saavedra.
Lo apreté más que una hiedra
entre mis dedos turgentes,
con martillazos dementes
pensaba en cómo tragarla,
pero al querer masticarla
se me aflojaron los dientes.

Y cayó mi digestión
“como piedra”, cierto el dicho,
todo por un entredicho
con el pión del corralón.
Me atraganté una infusión
caliente hasta el caracú,
lloré como urutaú
que en la selva se desmedra,
y así derretí la piedra
al tomarme un té de ombú.
🍕 🍕 🍕
FIN.
© Edgardo Laluz y Rubén Sada. 16/05/2019.

OMBLIGO

OMBLIGO

—(Edgardo Laluz)—
Muy buena, amigo Rubén,
su respuesta se valora,
su verba es superadora
y sus conceptos también.
Y ya q está en el vaivén
con mi pregunta prosigo
y como usted es un amigo
cuénteme aquí mano a mano,
observando el cuerpo humano:
¿Pa’ que se inventó el ombligo?

—(Rubén Sada)—
¿Pa’ qué se inventó el ombligo?
¿Pa’ qué sirve nuestro pupo?
Déjeme que yo me ocupo
y en seguida se lo digo.
Verá, mi estimado amigo,
tiene mucha utilidad,
digo sin vulgaridad:
junta pelusa ese bache
y en un negro cachivache
es pa’ marcar la mitad.

© Edgardo Laluz y Rubén Sada. 16/05/2019.

15 de mayo de 2019

CACTUS

CACTUS

Mi mujer los colecciona:
cactus de todo tamaño,
y en la cocina o el baño
o alcoba los amontona.
Cual boy scouts los selecciona
y les ordena formarse,
por edad han de ordenarse
del más joven al más viejo
y luego, frente al espejo
ella los manda a afeitarse.

© Rubén Sada. 15/05/2019.

EMIGRAR

EMIGRAR

Quisiera ser golondrina
y emigrar de tanto escándalo,
volar bien lejos del vándalo,
huir de la piedra asesina.
Planear do la paz domina
o ir do me empuje el viento,
no quiero un país violento,
yo al campo me quiero ir,
no puedo más resistir
esta selva de cemento.


El brillo de ese momento
todavía no ha llegado,
y ya estoy acostumbrado
a correr detrás del viento.
Pero en la espera, presiento
que asomará en el camino,
un sol fuerte y cristalino
que detendrá la penumbra,
ya en mi senda se vislumbra
el fulgor de mi destino.

© Rubén Sada. 15/05/2019.

DUELO

DUELO

Fue en una noche serena
en la que acabó la lluvia,
yo vi un duelo entre una rubia
y un camino como escena.
Horrible escupida, obscena,
disparó su boca rosa,
agrediendo a una baldosa
que por “floja”, respondió
y en su venganza embarró
la tez de una pierna hermosa.

© Rubén Sada. 15/05/2019.

GUITARRA EN VENTA

 

GUITARRA EN VENTA

—Rubén Sada—
Mi guitarra estuvo en venta
pero luego descubrí
que en acordes de Fleurí
su diapasón se sustenta.
Su milonga se emparenta
con la décima española,
su vibración tiene aureola
y al verla y publicitarla,
todos quisieron comprarla
y en mi casa hicieron cola.

—Edgardo Laluz— Querido amigo Rubén, no haga plata esa guitarra, deje que suelte la amarra de su sonoro vaivén. Y le aconsejo también que se imponga el desafío, la acaricie con su brío de su sueño payador, que ella le dará calor cuando usted tiemble de frío.

—Rubén Sada—
¡Qué alegría leer su verso,
querido amigo Laluz!
Tal vez me alumbre su luz
en este oscuro universo.
Es mi duda que me ha inmerso
en la crucial epopeya
al ver tan bella doncella
le pregunto, contendor:
¿quién me dará ese calor?
¿Será la guitarra o “ella”?

—Edgardo Laluz—
Son distintos los calores, usted quiere amor carnal, yo hablo del musical que acompaña a payadores. Andando en estas labores acepto su desafío y no crea que me río, a mi modesto entender, por lo que pude leer usted se ha muerto de frío.

—Rubén Sada—
Viejo, adulto, joven, niño, cuando uno no tiene un cobre, es la receta del pobre: ¡Calefacción a cariño! Si no hay gas, aquí escudriño pegarme una calentada con milongas y payada más caliente que el infierno, 'aura' que viene el invierno, ¡qué linda es la guitarreada!

—Edgardo Laluz—
La guitarra es como un vicio y al calor de su encordada me recodo de pasada el precio de ese servicio. Pagarlo es un sacrificio, yo también aquí escudriño, Rubén Sada no es un niño y es el pensamiento mío que aparte de pasar frío está falto de cariño.

—Rubén Sada—
La guitarra es un recuerdo, un verso que da calor, es el fogón del amor que se arrima a un mate lerdo. Ingresa en el lado izquierdo del pecho su melodía, alimenta fantasía del arte payadoril, la guitarra es un candil que alumbra de poesía.

—Edgardo Laluz—
Antes de ser instrumento fue árbol y entre sus ramas cantaron en las mañanas aves y hasta silbó el viento. ¡Mire si tendrá argumento para transitar la senda! Por eso quiero que entienda lo que en el verso le digo, es un pedido de amigo que por favor: no la venda.

—Rubén Sada—
Pues, he tenido el honor de haberlo aquí superado, porque yo le he preguntado con motivo inspirador: “El contrapunto, señor, ¿qué cosa dicen que es?” Y le pregunto otra vez si su verso tiene luz... ¡Respóndame, don Laluz! ¡Dígalo con lucidez!

—Edgardo Laluz—
Otra vez, amigo Sada, debo disipar su duda, si es que el ingenio me ayuda, respondo su encrucijada. Contrapunto en la payada: responderle al contendor, opacar su resplandor con verdad o con falacia, siempre apelando a la gracia y al sentido del humor.

—Rubén Sada—

—Edgardo Laluz—
Muy buena, amigo Rubén, su respuesta se valora, su verba es superadora y sus conceptos también. Y ya que está en el vaivén con mi pregunta prosigo, como usted es un amigo, cuénteme aquí mano a mano, observando el cuerpo humano: ¿Por qué se inventó el ombligo?

—Rubén Sada—

—Edgardo Laluz—
Es parejo, un hombre orquesta, mi querido contendor... Y lo sé conocedor cuando en versos manifiesta. Es muy buena la respuesta, no encuentro mínima grieta y no es una jugarreta, yo pensé así, sin excusas: "¡Para juntar las pelusas que larga la camiseta!"

—Rubén Sada—
Yo no sé si sé juntar, mas, volviendo a la guitarra hace décadas se amarra a mi modo de cantar. Ella me ayuda a volar y consuela toda herida, porque la tengo adherida y su música me anota la armoniosa y dulce nota: ¡la más dulce de mi vida!

© Rubén Sada y Edgardo Laluz. 15/05/2019.



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