[1]
Deformes espejos estallan mi psique,
fantasmas siniestros detonan mis miedos,
espectros etílicos fermentan viñedos,
queriendo empujarme por que yo claudique,
queriendo empujarme por que yo claudique.
[Estribillo]
Me quieren quebrar, que mi alma desangre,
al fondo me empujan con desesperanza,
mi escudo de fe lo ha partido su lanza
y brotan cascadas de mi alma y mi sangre.
[2]
Flagelo y derrota a mi mente convencen,
talando el coraje con que hube nacido,
suponen desgaste, que ya me han vencido,
idiotas, cobardes que ni a insecto vencen,
idiotas, cobardes que ni a insecto vencen.
[Estribillo]
Me quieren quebrar, que mi alma desangre,
al fondo me empujan con desesperanza,
mi escudo de fe lo ha partido su lanza
y brotan cascadas de mi alma y mi sangre.
[3]
¿No saben que es símil la fuerza del odio
que aquella de amor que adornó mi estandarte?
¡Ilusos! No entienden que yo desde el arte
la lírica blando aunque no llegue al podio,
la lírica blando aunque no llegue al podio.
[Estribillo]
Me quieren quebrar, que mi alma desangre,
al fondo me empujan con desesperanza,
mi escudo de fe lo ha partido su lanza
y brotan cascadas de mi alma y mi sangre.
[4]
La envidia es el juez contra mí y el fiscal
vomita la hiel de su errado juicio...
¡Qué tontos! Mirarse en mi espejo no sirve,
pues ven mi progreso y no mi sacrificio,
pues ven mi progreso y no mi sacrificio.
[Estribillo]
Me quieren quebrar, que mi alma desangre,
al fondo me empujan con desesperanza,
mi escudo de fe lo ha partido su lanza
y brotan cascadas de mi alma y mi sangre.
© Rubén Sada. 4/7/2007.