MI CORAZÓN DE PALOMA
—Reinaldo Figueroa—
*Mi corazón de paloma,*
más metáfora que rima,
y por Oriente se asoma.
La distancia no le doma
el vuelo en su recorrido.
desde que salió del nido
claro del amanecer,
su canto parece ser
la réplica de un latido.
—Rubén Sada—
Las réplicas de un latido
de mil veces por segundo,
me agarran cuando me hundo
si soy paloma en tu nido.
A tu veloz recorrido
nunca lo alcanza mi doma,
apenas tu verso asoma
persigo a tu retaguardia,
y se embriaga en taquicardia
*mi corazón de paloma.*
—Reinaldo Figueroa—
Yo te leo, Ruben Sada,
y tanto es lo que confío
que me tiro con tu río
sin miedo, por la cascada.
Tu bien sabes más que nada
cuánto me gusta este idioma
y que no existe una loma
alta y perpendicular
donde no pueda llegar
*mi corazón de paloma.*
—Rubén Sada—
Son tus sentimientos grandes
que no alcanza mi atalaya,
tú eres el Himalaya
y yo apenas soy los Andes.
Soy en la pampa de Hernández
un ñandú que corre en broma,
tú de avestruces maroma
y con tal afinidad
es un verbo de hermandad
*mi corazón de paloma.*
—Reinaldo Figueroa—
Apenas salí del nido
era una paloma inquieta,
y con alas de poeta
comencé mi recorrido.
Y a pesar que hay un sonido
que las locuras me doma,
no hay gavilán que se coma
la magia del ADN,
del vuelo alto que tiene
*mi corazón de paloma.*
—Rubén Sada—
¡Vuela alto en “deciñol”
octosilábicamente!
Así me alumbra la mente
la tibieza de tu sol.
Yo, tango y tú rock’n roll
pero nadie se desploma...
¡Bailamos el mismo idioma!
Tú, con café y yo, con mate,
y en cada locura late
*mi corazón de paloma.*
—Reinaldo Figueroa—
Yo soy más de caña brava,
de ron, tabaco y café
y una montaña de fe
que con la lluvia se lava.
Mi metáfora se agrava
en la curva de una coma
y no creo que el idioma
sea el que sano me deje,
la musa es la que protege
*mi corazón de paloma.*
—Rubén Sada—
Tú en el norte, yo en el sur,
tú en verano, yo en invierno
vuelo al polo, tú al averno,
tú en Walmart y yo en Carrefour.
Ambos volamos en tour
con la pluma y un diploma,
y el pie forzado se asoma
entre las alas del alma,
agitándose con calma
*mi corazón de paloma.*
—Reinaldo Figueroa—
Yo no te veo el invierno,
de verdad te digo, hermano,
yo a ti te veo verano
estrenando un sol moderno.
El brillo de tu cuaderno
nada te lo desaploma
y ni el imperio de Roma
es posible que te frene,
la metáfora que tiene
*tu corazón de paloma.*
—Rubén Sada—
Ya la vorágine amaina
con un tipeado más calmo,
y hago el coro de tu salmo
que mi canto desenvaina.
Saco el postre de mi vaina
que a vainilla tiene aroma,
y hago que tu oído coma
y vuele a tu corazón,
te convida una porción
*mi corazón de paloma.*
—Reinaldo Figueroa—
No te canses de volar
que yo volaré contigo...
—Rubén Sada—
Eres el más grande amigo,
aun más gigante que el mar.
—Reinaldo Figueroa—
No, yo soy un singular
que por tu plural se asoma...
—Rubén Sada—
y hermanando el hematoma
de esta senda improvisada...
—Reinaldo Figueroa—
Rei tuvo, gracias a Sada
el corazón de paloma.