26 de febrero de 2016

¿QUÉ ES MI CANTO? "Emulando a Horacio Guarany" (Décimas endecasílabas de Rubén Sada)



¿POR QUÉ GRITO?

(Autor: Horacio Guarany)


“Mi canto se hace grito porque el canto
me ha quedado pequeño en la garganta.
Yo traigo el grito de aquel que no ha podido
gritar que lo que gana no le alcanza.

Yo no temo gritar porque este grito
me viene arando el corazón y el aire.
Es el mismo grito que en el Chaco
gritó mi abuelo y no lo escuchó nadie.

Quieren que calle porque mi silencio
les ayuda a golpear al indefenso,
le tienen miedo al puñal de mi guitarra
y a las voces que escucho de los vientos.

Quieren que calle, quieren que tan sólo
mi canto hable de amor o de paisajes.
A mí me duele el dolor de tanta gente
que le han talado con hambre su coraje.

Amo el amor de las muchachas dulces,
amo el romance del sauce con el río.
Pero amo al hombre de la espalda rota
y a su hambre y su dolor los hago míos.

Vengo a gritar aquello que otros callan,
de amor y besos abundan los cantores.
Yo traigo el grito herido de mi pueblo,
no es culpa mía si no traigo flores.”

¿Qué es mi canto?
“Emulando a Horacio Guarany”
Autor: Rubén Sada

"Cada uno tiene una voz 
que cada uno ha de escucharla, 
y aquel que quiera apagarla 
será esclavo en su interior".
(José Larralde)

Y entonces me preguntas, ¿qué es mi canto?
¡Mi canto es un clamor que te intercepta,
que grita la injusticia, que no acepta
que tantos tengan nada y pocos tanto.
Por eso diré aquí lo que es mi canto:
Mi canto es el bramido de las masas
cuya vida y felicidad se aplaza,
es sórdido reclamo de justicia 
cegada por el lucro y la codicia
que fortuna le da al que las amasa.

Y luego me preguntas, ¿qué es mi canto?
Es pedido de paz al gobernante,
y honestidad ante el pueblo cuanto antes,
mas al ver su codicia me atraganto.
Tanta injusticia y desafuero, tanto,
al ver que aumenta la indigencia, mucha,
miradas tristes, opacas caruchas,
que piden de comer y les dan balas,
y a estas letras les van creciendo alas
que son canto de amor que se hace lucha.

Los feudos se enriquecen y entretanto
veo pobreza atroz, que es una injuria
y arremete la fusta de mi furia
y ante el poder inicuo me levanto.
La patria está en peligro de quebranto,
mi rebelión del alma está naciendo,
este camino seguirá existiendo
por todo aquel que siga andando en él,
y el estilo de Vicente Espinel 
es tizón que mi canto va encendiendo.

Autor: Rubén Sada

25 de febrero de 2016

LO BUENO Y LO MALO (Décimas, con Nayla Beltrán)

LO BUENO Y LO MALO

Décimas, con Nayla Beltrán

—(Rubén)—
Queriendo elevar poesía
como un canto que se baila,
le propongo, amiga Nayla, 
conjugar nuestra autoría.
La espinela será guía
para hermanar un gorjeo,
y si usted se anima, creo,
respóndame lo que quiera:
dígame a qué considera
bueno, malo, lindo y feo.

—(Nayla)—
Qué difícil desafío
me propone Rubén Sada,
pero aquí estoy, mesurada
y esta décima le envío.
Con todo el aprecio mío
trataré de responder
lo que para mí ha de ser
bueno, malo, lindo y feo,
que como bien yo creo
es de dónde se ha de ver.

—(Rubén)—
¡Cuánta verdad hay en ello!
Depende el punto de vista
de lo mismo, lo que exista,
puede ser horrible o bello.
Bueno o malo, será aquello
dependiendo qué uso dé,
un fósforo encenderé
para tener luz y brillo,
mas, con el mismo cerillo
quizá un bosque incendiaré.

—(Nayla)—
Lo mismo que ese cerillo
va mutando en su existir,
en su comienzo al vivir
de tono medio amarillo.
Tiene en su labor sencillo
una risoña lindura,
mas, su pequeña hermosura
se avejenta hacia un costado
quedando luego afeado
y aún de belleza pura.

—(Rubén)—
¡Lo bello es tan subjetivo!
Nunca ha de ser absoluto.
Lo delicado y lo hirsuto 
confluyen en su objetivo.
Como ejemplo le describo
a la flor más femenina,
una rosa coralina,
aterciopelada, hermosa,
a cuyos pétalos rozan
amenazantes espinas.

—(Nayla)—
También lo malo y lo bueno
ha de ser subjetivado,
por ejemplo es consumado
que la mentira en su seno
es mala en cualquier terreno.
Sin embargo, cuántas veces
se puede evitar con creces
al otro inútil dolor
evitando, por amor,
una verdad que entristece.

—(Rubén)—
Tema espinoso, por cierto,
la mentira y la verdad:
el torcer la realidad
no nos conduce a buen puerto.
Mas, la mentira, le advierto,
tampoco conduce al bien,
y mina en un santiamén
cualquier relación estable,
mejor la verdad se hable:
¡se lo asegura Rubén!

—(Nayla)—
Todo lo que conocemos,
absolutamente todo,
se puede ver de dos modos,
si dos caras poseemos.
En Papá Noel creemos
y sólo en justo momento,
madurado el sentimiento
la verdad has de saber,
la verdad es entender
el contexto, y no le miento.

—(Rubén)—
Dice la publicidad
que la Coca Cola es “buena,”
que al tomar desencadena
la mayor felicidad.
Mas, nada es menos verdad
que excederse en la glucosa,
toxina es la sacarosa,
y el exceso de glucósido,
te afloja hasta el peor óxido:
¡qué propaganda engañosa!

—(Nayla)—
Esa es la peor mentira,
de la que hay que desasnarse,
con información armarse
para entender cómo gira.
El sistema que nos mira
como corderos hambrientos,
que de amor y paz sedientos
buscamos, erróneamente
el bienestar aparente
sin ahondar el pensamiento.

—(Rubén)—
A media letra nos vamos, 
qué lindo es estar de acuerdo,

—(Nayla)—
quedarán en el recuerdo 
las ideas que esbozamos.

—(Rubén)—
Los temas desarrollamos,
los versos vienen y van,

—(Nayla)—
y en nosotros dejarán
una amistad encontrada,

—(Rubén)—
¡gracias, dice Rubén Sada!
¡Aplauso a Nayla Beltrán!

¡Gracias, Nayla Beltrán, por compartir tu hermosa poesía y gran talento! Publicado en el libro DE DIEZ, de Rubén Sada (Año 2015)

EL TALLER Y LA ESCUELA (Décimas, con Manuel Hermosi)


EL TALLER Y LA ESCUELA

(Décimas, con Manuel Hermosi)

—(Manuel)—
A usted lo voy a invitar
en décima improvisada,
al paisano Rubén Sada
un verso le vi’á dejar. 
Y con gusto preguntar
ya que ha abierto la tranquera,
porque vi en la matera,
que se vino un chaparrón,
digo yo de corazón…
¿se vino la primavera?

—(Rubén)—
Se vino la primavera,
mi buen amigazo mozo,
y aunque el clima no es hermoso
Manuel Hermosi la espera.
Anhela que floreciera
para juntar lindas flores,
de muchos bellos colores,
para a su mamá entregarle
y con besos obsequiarle
floreos que son primores.

—(Manuel)—
Floreos que son primores
vi’á mi madre regalar,
y con gusto improvisar 
para demostrar mis flores.
Si entre tantos payadores
como el paisano Gabotto,
si soy de su planta un broto 
junto ya con Rubén Sada,
y aunque hoy no hay paisanada
hacemos mucho alboroto.

—(Rubén)—
Yo le quiero preguntar:
¿cómo le va en el colegio?
¡Dicen que es alumno regio!
Y de grado va a pasar.
Quizás pueda contagiar
a algún que otro compañero,
para que llene el tintero
con la tinta de escritor
y ser un buen payador
como lo es usted, aparcero.

—(Manuel)—
A usted le voy a contestar 
que tengo este privilegio,
pongo fuerza en el colegio
y lo voy a demostrar.
Y le quiero preguntar
a usted, por hombre campero,
si recorrí los senderos
y es algo de no creer,
practico para el taller 
con Rubén, mi compañero.

—(Rubén)—
Adelante, con lo propio,
practique, nomás, Hermosi,
haga una metamorfosis
que si es payador, lo copio.
Sus versos yo los acopio
invitándolo a mi libro,
con sus rimas me calibro,
porque usted es de buena escuela
y con su brava espinela,
siento la poesía y vibro.

—(Manuel)—
En mis décimas camperas
dedicadas a su libro, 
mientras que yo las calibro 
para que no sea sonsera, 
lo invito yo a mi matera 
del taller de payadores,
yo le regalo mis flores
al paisano Rubén Sada,
en décima improvisada 
dejo mis versos mejores.

—(Rubén)—
Manuel, de ‘hermoso’ apellido
resultó ser mi compinche,
haga conmigo bochinche
y yo también haré ruido.
Sus versos son bien fluidos,
importante es su escritura
no descuide la lectura,
porque en ella está la llave
para que no se le acabe
la llama de la cultura.

—(Manuel)—
La llama de la cultura 
nunca se puede acabar,
y un verso le vi’á dejar 
para abrirle las tranqueras.
Si hay milongas camperas 
se sigue la tradición, 
y digo en esta ocasión 
en un verso improvisado, 
voy a dejar mi pasado
con mi mayor emoción.

—(Rubén)—
A medio decir nos vamos
con cultura y amistad

—(Manuel)—
payamos con libertad 
que entre versos dejamos.

—(Rubén)—
La misma huella que andamos
nos conduce a un vergel

—(Manuel)—
Con este paisano fiel, 
en frente a la paisanada

—(Rubén)—
Gracias dice Rubén Sada:
¡Aplauso a Hermosi Manuel!


¡Gracias, poeta Manuel Hermosi, por compartir tus versos!
Poema publicado en el libro DE DIEZ, de Rubén Sada.(2015)

24 de febrero de 2016

LA VIDA Y LA MUERTE (Décimas filosóficas, entre Rubén Barbosa y Rubén Sada)


LA VIDA Y LA MUERTE

(Décimas, con Rubén Barbosa)

—(Rubén Sada)—
Querido amigo tocayo,
ya le invito a improvisar,
debatiendo en un cantar
que sirva a modo de ensayo.
Ninguna cuestión soslayo
ni me asusta ningún tema,
escribamos un poema
sobre la vida y la muerte,
quizás hallemos, con suerte,
la respuesta a este dilema.

—(Rubén Barbosa)—
La respuesta a este dilema
no encadena el pensamiento,
recurso que uso al momento
de la décima es emblema.
Seguir la huella es mi lema,
este asunto es urticante.
Poniendo el mejor talante
vamos a filosofar
para poder arribar
a buen puerto, Dios mediante.

—(Rubén Sada)—
Comienzo por preguntarle,
y respóndame en poesía:
¿Por qué la absurda ironía
que procederé a contarle?
¿Por qué al muerto van a honrarle
en un “parque” cementerio,
pero en opuesto criterio
afuera, la gente viva,
de hermosos parques, se priva,
y sufre miseria en serio?

—(Rubén Barbosa)—
Parece que va apurado
comenzó por el final
pero es así, cada cual,
expresa lo barruntado.
Un “vivo” seguro ha ideado
otro ardid pa’ recaudar.
¿Se priva o la hacen privar?
Por más que abunden las flores
esos honrados señores
¡No las podrán olfatear!

—(Rubén Sada)—
A mi existencial consulta
ha respondido muy bien,
¿no cree usted, don Rubén,
que la muerte nos insulta? 
Colmado en lujos, resulta,
que están rodeados, yaciendo,
mientras los vivos, sufriendo.
¿Desde el vergel los cautivos
se burlarán de los “vivos”?
¡Me parece estarlos viendo!

—(Rubén Barbosa)—
No pierde tiempo la parca
en agravio ni amenaza,
el ser humano se abraza
a tales cosas. La barca,
de la señora, es el arca
que en un mar atemporal
mas allá del bien y el mal
cumple con su derrotero
y ni siquiera el dinero
te salva, si te hecha el pial.

—(Rubén Sada)—
Por sus respuestas, Barbosa,
de verdad que le agradezco,
responderle yo le ofrezco
si usted su pregunta glosa.
Nuestra vida es majestuosa,
tenemos la dicha inmensa,
de alegría, que compensa
del más allá alguna paz,
ahora ataque si es capaz,
que yo jugaré en defensa.

—(Rubén Barbosa)—
Atacarlo, ¿le parece?
No pienso en contrapuntear.
Sólo quiero socavar
lo que el pensamiento mece.
Toda vida que florece
trae beatitud, lozanía,
risa, dicha, algarabía,
pero todos ya sabemos
el final, pues fenecemos
y aguarda la tumba fría.

—(Rubén Sada)—
Ya que no pregunta nada
seguiré yo preguntando,
y usted siga despejando
las dudas de Rubén Sada.
Si es que la vida es sagrada,
¿por qué no se la respeta?
¿Por qué del hombre es la meta
el dinero acumular?
¡Si nada podrá llevar
allá adentro de la grieta!

—(Rubén Barbosa)—
En la segunda pregunta
ya responde la primera
y en su afirmación certera
aclara la que hace yunta.
El humano es marabunta,
todo devora a su paso
no se sacia y por si acaso
acumula pa’l futuro
aunque sabe que es oscuro,
¡no tiene bolsillo el raso!

—(Rubén Sada)—
Bueno, nos vamos apeando,
¡gracias de estar en mi libro!

—(Rubén Barbosa)—
En la décima desfibro
lo que voy elucubrando.

—(Rubén Sada)—
Usted y yo en el mismo bando
con esta hermandad hermosa,

—(Rubén Barbosa)—
versificando o en prosa
tenemos igual mirada

—(Rubén Sada)—
Lo saluda Rubén Sada
al poeta Rubén Barbosa.

¡Gracias, poeta Rubén Barbosa, por tu excelente versar!
Este poema fue publicado en el libro DE DIEZ de Rubén Sada.
24/02/2016

23 de febrero de 2016

DE ACTUALIDAD (Décimas con Norberto Calul)


DE ACTUALIDAD

 (Décimas con Norberto Calul)

—(Rubén Sada)—
Despierto de un sueño azul
buscando a un poeta experto,
por eso invito a Norberto
que se apellida Calul.
Frondosa como abedul
es su profunda poesía,
contenido y melodía
aparecen en sus versos,
y se alegra el universo
si me responde este día.


—(Norberto Calul)—
No creo que el universo
se alegre por mi respuesta,
pero agradezco la apuesta
y las gracias van en verso.
Por eso en poesía inmerso
le hago llegar mi rimada
a mi amigo Rubén Sada
editor, cantor y poeta,
porque a mí, si se me reta,
respondo hasta una payada.


—(Rubén Sada)—
¡Qué alegría, que a este reto
le dio muy bien su respuesta!
Este libro está de fiesta
y un poeta invitado es Beto.
Yo le tengo un gran respeto
porque es un buen ser humano,
maravilla hace su mano
sembrando de verso el surco,
ambos somos nieto’e ‘turco’,
¡usted, es como mi hermano!


—(Norberto Calul)—
Y bueno, ya que le agrada
sigamos con este asunto,
porque esto del contrapunto
me despierta la versada.
Mire amigo Rubén Sada
que nunca fui de callarme,
si usted quiere picanearme
le advierto que aquí lo espero
con mi decir más sincero
y va a tener que aguantarme.


—(Rubén Sada)—
Felicito su osadía
y admiro su gran coraje,
sus letras son su tatuaje,
marca fiel de su hidalguía.
Escritor de valentía
y además, inteligente, 
que dice siempre ‘presente’
donde haya letra escrita,
porque a esta patria bendita
la fundaron los valientes.


—(Norberto Calul)—
Largue, Rubén, de una vez,
hablemos de lo que importa
porque si hay fiesta, a la torta,
y si hay que pescar, al pez;
no soy jurado, ni juez
por eso yo le pregunto
qué sabe usted de este asunto
de rimar como “Vizcacha”,
ya que me muestra la hilacha,
basta de vueltas y al punto.


—(Rubén Sada)—
Haré galopar mis potros
por sucesos de estas pampas,
con rechazos ante el hampa 
que cabalga entre nosotros. 
Pues, es mi dolor el de otros
que con la espalda encorvada
y su ánima doblegada,
cosechan resignación,
ante quien siembra traición
a una patria mancillada. 


—(Norberto Calul)—
Así me gusta, a las cosas,
no se me guarde pesares,
lo que huele en estos lares
sabemos que no son rosas.
Son cuestiones apestosas
de gente que mal la lleva,
no tiene nada de nueva
la actitud del que es gobierno,
dignos hijos del averno
con lo que ello conlleva.


—(Rubén Sada)—
¡Es cierto! Nuevo no hay nada,
bajo este sol argentino,
de todo nos dio el divino,
en esta viña habitada: 
genios de mano honrada,
y otros que hicieron daño,
y “males de tal tamaño,”
“cuando me acuerdo, me aterro,”
lo vivió igual Martín Fierro
hace ciento cuarenta años.


—(Norberto Calul)—
Ansina es, don Rubén,
está repleta la historia
de gente que es pura escoria,
también hay gente de bien
que a pata, en bondi o en tren
se va a vivir del trabajo
porque crecer es de abajo, 
así se ganan los sueños,
porque no saben ser dueños
si no hay esfuerzo a destajo.


—(Rubén Sada)—
Yo me quejo igual que Fierro,
pues no me entra en el testuz,
que el país no tenga ‘“luz”
siendo que hay oro en los cerros.
Me han diplomado de perro,
mi poesía ladra al flanco,
sin perderles paso, al tranco,
pues ¡mire qué paradoja!
Aunque tienen manos rojas,
las cubren con guantes blancos.


—(Norberto Calul)—
¿Sabe, qué pasa, don Sada?
¡Hoy hay caras y caretas!
De buenos, van los sotretas,
embaucando a la gilada.
Y con poco, casi nada,
logran el voto que afianza,
ganándose la confianza
del haragán y el malevo, 
y a gobernar van de nuevo,
para llenarse la panza.


—(Rubén Sada)—
Transa el poder con la plata,
pero... ¡que el poeta activo 
nunca permita que un chivo 
le encadenen a la pata!
Si es protesta su bravata,
y del pueblo es su dolor,
lo cantará con valor
en consonante rapsodia 
y en contra de lo que odia,
sin perder nunca el amor.


—(Norberto Calul)—
Usted ha pegado hondo
con el asunto del ‘chivo’,
hoy, pa’ cuidarse del vivo
tenga teros en el fondo.
Arman tanto batifondo
que, ahora mismo, sospecho
hay más de un tipo en un techo
con intención de ‘quién sabe’,
extraño que entra sin llave
va como chancho al afrecho.


—(Rubén Sada)—
Se abrazó el pago de Wilde,
a mi nativo quilmeño,
pusimos todo el empeño
sin dejar de ser humildes.
Acentuamos con la tilde
el arte del payador
que sus con coplas de amor
y poniendo en alta estima
la poesía con rimas,
cantan un canto de amor.


—(Norberto Calul)—
Lo mío es atrevimiento,
de esos que llenan de orgullo,
en cambio, Rubén, lo suyo
tiene mucho fundamento.
Y usted sabe que no miento
cuando digo que este arte
lo estudia, formando parte,
junto a eximios caballeros,
excelentes herederos
de Ezeiza, Vega y Lazarte.


—(Rubén Sada)—
Y luego de compartir
nos vamos a dos conciencias…

—(Norberto Calul)—
pues cada cual, con sus ciencias,
le puso el mejor sentir.

—(Rubén Sada)—
Juntos vamos a esparcir 
semillas en este huerto,

—(Norberto Calul)—
versar es soñar despierto
con la pluma como aliada.

—(Rubén Sada)—
Gracias dice Rubén Sada
y aplaude a Calul Norberto. 


Gracias por compartir este contrapunto y tu poesía, amigo Norberto Calul!
Publicado en el libro DE DIEZ, de Rubén Sada.



FLOREOS DE COCINA (Décimas con Olga Antognoli)

FLOREOS DE COCINA

(Décimas con Olga Antognoli)

—(Rubén)—
Salud, mi querida amiga,
la invito, estimada Olga
a fluir como el río Volga
irrigando estas espigas.
Quiero invitarla a que siga
cultivando la espinela,
usted que es de buena escuela
en par con el Cimarrón,
los dos saben un montón:
¡sus décimas alto vuelan!

—(Olga)—
Trataré de contestarte,
no sé cómo va a salir,
es un continuo fluir, 
no sé si llamarlo arte.
Pero dejo de mi parte, 
lo que mejor considero,
respeto, que es lo primero,
y después la poesía, 
que nos llena de alegría
y no la compra el dinero.

—(Rubén)—
Ha definido muy bien,
pues es gratis la poesía,
como el aire que en el día
respiramos cada quien.
Y le pregunta Rubén
con un aire muy diverso,
qué es lo que inspira a su verso,
si es la mente, el corazón, 
si es el alma o la emoción
o aconteceres adversos.

—(Olga)—
Hay que estar bien preparado
según sea la ocasión,
a veces el corazón
lo guía al enamorado.
Y si no está preparado,
puede ayudarlo la mente, 
siendo un poco inteligente 
deja que queden dispersos,
aconteceres adversos, 
opino cristianamente.

—(Rubén)—
Le escribió al trapo de piso,
le escribió al escobillón,
también a su Cimarrón
y a todo lo que usted quiso.
La invito a escribirle al guiso,
y en esta ocasión le inquiero:
¿cómo hace un guiso carrero?
¿con qué ingredientes lo hace?
De cocinar deme clases
pues quiero ser cocinero.

—(Olga)—
Dejaré en estos renglones,
algo muy bien aclarado,
y lo hago con agrado, 
creo tener condiciones. 
Observo sus peticiones, 
de cómo se hace un buen guiso, 
será que el destino quiso, 
que se vuelva cocinero,
lo enseña Domingo Berho,
yo, saldé este compromiso.

—(Rubén)—
Su respuesta es muy esbelta,
por no asegurarle, flaca,
ya que ni hay carne de vaca,
ni mi duda está resuelta.
Va mi pregunta de vuelta,
mas, ya que escasea la achura,
le pregunto: Con verduras,
con hortalizas y granos,
un guiso vegetariano, 
¿quedará una sabrosura?

—(Olga)—
Lo concerniente a comida
eso sí que es personal, 
no sé si es para bien o mal
le contestaré enseguida.
Desde el punto de partida
depende del apetito,
todo resulta exquisito
si viene de buenas manos,
aún si es vegetariano
le hace bien a algún viejito.

—(Rubén)—
Ya nos vamos despidiendo,
a media letra nos vamos

—(Olga)—
después no me haga reclamos,
creo me está comprendiendo.

—(Rubén)—
Seguiremos escribiendo
siempre en pos de hacer el bien

—(Olga)—
he comprendido también
lo que a todos nos agrada

—(Rubén)—
es la rima improvisada,
que escriben Olga y Rubén.

Autores: Olga Antognoli / Rubén Sada.
¡Muchas gracias por tu colaboración en el libro "DE DIEZ", Olga!



EL SOL Y OTROS TEMAS (Contrapunto Rubén Sada con Rafael Estévez)


EL SOL Y OTROS TEMAS


—(Rafael)—
Buenos días, señor Sada,
¡qué lindo que estuvo ayer!
Con Gabotto en el taller
intentamos la payada.
Tengo una hoja rayada
y que me invita a escribir,
el tema es a decidir:
pregunto, si el sol calienta
cuando hay algo de tormenta,
¿por qué se niega a salir?

—(Rubén)—
Aunque no siempre lo veamos,
digo que el sol siempre está,
día y noche entibiará,
gracias a él nos calentamos.
Sin el sol, nos enfriamos,
y el planeta sería un hielo,
pero hace falta en el suelo
regar toda espiga rubia,
por esto baja la lluvia
y abastece los riachuelos.

—(Rafael)—
Agua hay en el riachuelo
y también en la laguna,
las mareas, con la luna,
suben e inundan el suelo.
Navegamos pa’ consuelo
ya sea en barco o en piragua,
no se fabrica en la fragua,
una gran duda me aterra,
si este planeta es “la tierra”,
¿de dónde sale tanta agua?

—(Rubén)—
El agua está en todas partes,
pero es una fina capa,
la mayor parte del mapa
tiene al mar como baluarte.
Mas, no vayas a confiarte,
debajo del agua hay tierra
pues “seco” en latín es “terra”,
porque así se denomina:
¡el misterio aquí termina
y ahora el asunto cierra!

—(Rafael)—
Usted el latín domina
pero es una lengua muerta
debería estar alerta,
se equivoca o imagina.
¿No tendrá fiebre o angina?
Lo que dice usted me humilla.
¿Se habrá clavado una astilla?
¡Cuidado con lo que escriba!
¡La lluvia viene de arriba!
Y en mi hogar, de la canilla.

—(Rubén)—
¿La lluvia, de la canilla?
Salvo que sea de la ducha,
pero si cae agua y mucha
mi explicación es sencilla:
Se forma una nubecilla
debido a evaporación,
vuela el agua al nubarrón
y se va poniendo negro 
y si el mar pide reintegro:
¡cae un feroz chaparrón!

—(Rafael)—
Ese fue un error de texto
del que usted se ha aprovechado
y que luego fue aclarado
allá por el verso sexto.
Pregunto en otro contexto,
muy bien tendrás que fijarte
porque no voy a guiarte,
a ver si el tema repunta.
Ahí le mando otra pregunta:
¿qué opina del agua en Marte?

—(Rubén)—
Mi opinión: son los humanos
¡la especie más tonta que hay!
Ya que no hay plata, ¡caray!
para proveer agua a hermanos.
Mas, buscan mundos lejanos
con agua, río y vertientes,
cuando aquí, hay mucha gente
que no tiene agua y se aterra,
yo me pregunto: en la tierra,
¿habrá vida inteligente?

—(Rafael)—
La verdad, me ha hecho pensar
con su pregunta inherente,
¡claro que hay inteligente,
y es muy fácil de encontrar!
Sólo tiene que buscar
en gente con gran decoro,
uno grande, que valoro,
no supimos entenderlo
y tuvimos que perderlo:
DOCTOR RENÉ FAVALORO.

—(Rubén)—
A tan ilustre memoria
va mi honra y mi respeto,
y brotan de mi alfabeto
sólo palabras de gloria.
Así es de injusta la historia,
con la gente a la que admiro,
la corrupción sin respiro
en la patria se atrinchera,
¡si René el doctor volviera
se vuelve a pegar un tiro!

—(Rafael)—
Cuando se lee la historia
dejando guerras de lado,
hay quien me deja asombrado
al reconocer su gloria.
Se me borró la memoria
huiría hasta el Paraguay.
Me ha corregido, ¡achalay!
y la verdad que me azota,
tiene sabor a derrota,
vuelvo a decirle: ¡caray!

—(Rubén)—
Retomo el tema del sol
mientras se imprimen mis libros,
y mis estrofas calibro
en poético crisol.
Ajustándome a mi rol
de repentista moderno,
me pregunto, ¿tendrá eterno
calor este sol tamaño?
¿En qué momento del año
el sol disfruta el invierno?

—(Rafael)—
Le damos vuelta completa
y nos tardamos un año,
con su gigante tamaño
apagarse no es su meta.
Viajamos con el planeta
y su calor del infierno
nos llega suave y fraterno,
y piénselo así, hermano,
él vive siempre en verano
y no conoce el invierno.

—(Rubén)—
Yo ya di cincuenta y cinco
vueltas a su alrededor,
desde mi temprano albor
en la tierra en que me afinco.
Cada mañana me hinco
agradeciendo a la vida,
que de sol está teñida,
y si su respuesta suelta,
dígame, usted ¿cuántas vueltas
ante el sol ya consolida?

—(Rafael)—
Cuando llegué a este planeta
el viaje ya había empezado,
tuve que viajar colgado
como farol en carreta.
Y nunca ha sido mi meta
hacer dinero tampoco
si miro atrás cuando evoco
veo cosas no resueltas,
¡he dado un montón de vueltas!
¡Y sí! ¡Me he mareado un poco!

—(Rubén)—
El sol nunca está cansado,
mas, no duerme ni descansa,
la tierra le gira y danza
durante un año al costado.
Un placer haber payado
con usted de tantos temas,
la palabra es una gema
que el sol hace fulgurar,
no nos debemos cansar
en la creación de un poema.

(Rafael)
En verdad, muchos dilemas
hemos lanzado a los vientos
y allá van nuestros talentos
solucionando problemas.
La luna, el sol y otros temas,
muchas dudas que quitamos,
lentamente mejoramos,
el tiempo ha pasado lento,
quizás, ya sea el momento:
¡cuando usted quiera cerramos!

(Rubén)
A medio decir cerramos,
un dueto fenomenal,

(Rafael)
en forma tradicional
a los dos aquí nombramos.

(Rubén)
Dos quilmeños abrazamos
a la rima improvisada

(Rafael)
y a una amistad muy cuidada
como vino en el tonel

(Rubén)
brindan juntos Rafael
Estévez con Rubén Sada.

Autores: Rafael Estévez / Rubén Sada.
¡Gracias por esta invitación, Rafael!

Estas décimas forman parte del libro "DE DIEZ" de Rubén Sada.

Con tu visita yo vibro./ Tu regalo apreciaré,/y te obsequiaré mi libro/ si me invitas un café.

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