EQUIPO DE GUARDAVIDAS
A Luis Rosarno
“Vocación que guarda vidas”,
mi definición se explaya:
Toda playa que sea playa
necesita un guardavidas.
Ante una arena embebida
de vientos y fresco mar,
es “sol” que ha de fulgurar,
firme allí tu centinela
marcha, corre, nada, vuela,
alerta para salvar.
Él es médico, doctor,
es erudito enfermero,
es hospital, es bombero,
asistente y celador.
Un experto nadador
más rápido que la luz,
veloz como el avestruz
y en el agua es un delfín,
es tu ángel, querubín,
tu particular Jesús.
Vista de águila, vigila
cada uno de tus pasos,
su ambulancia son los brazos,
y hasta su pulmón te alquila.
Su intrepidez no vacila
ante el líquido que enfrenta,
con bravura que alimenta
su aptitud de ir al rescate,
y ni aún si el mar lo embate
se acobarda ni amedrenta.
En pacíficas jornadas,
si nadie pide “socorros”,
los goles de unos cachorros
entretienen su mirada.
Ninfas bellas y curvadas,
rubias, castañas, morenas,
estampan en las arenas
las pisadas de mujer,
sus risas llegan a ser
cantos de hermosas sirenas.
Con el sol tiene amistad,
entre ellos dos se respetan,
y las aguas que los retan
refuerzan su afinidad.
La costa es la propiedad
en la que su afecto flota,
como vuelo de gaviota
al horizonte y su tedio,
él está allí en el medio:
¡ningún viento lo alborota!
Bandera azul es mar bueno,
negra-amarilla dudoso,
negra-roja es peligroso,
roja es prohibido pleno.
Si hay un relámpago o trueno,
negra y rayo es retirarse
sin protestar ni quejarse,
blanca es un niño extraviado,
banderín que él ha izado
debe siempre respetarse.
Conductor de prevenciones,
te doy “GRACIAS” porque existes,
pues con tu coraje asistes
al peligro en que te expones.
Cantor de bellas canciones,
vocación de quien nos cuida,
su vicio es guardar la vida,
servicio de “guardaalmas”,
aquí te estrecho mi palma:
¡EQUIPO DE GUARDAVIDAS!
Rubén Sada. 04-05-2016