.. Porque no sé si ya les comenté que yo soy inventor, y ahora terminé de inventar el dispositivo XQTR 513 que vulgarmente se conocerá como “El capaciteitor”.
Y ustedes se preguntarán: ‘¿Qué es el capaciteitor este? Y ¿para qué sirve?
Aquí se los muestro. [Lo muestra al público]...
Este dispositivo sirve para aumentar la velocidad de los cohetes espaciales en un 800%, es decir que un cohete que tardaría 8 años en llegar a un planeta, con este pequeño dispositivo electrónico computarizado instalado en su motor, tardará sólo 1 año. De este modo evita 7 años de vuelo, ahorra combustible, los astronautas que lo manejan ahorran comida, etc.
Yo lo mantuve en secreto durante mucho tiempo, pero ahora que ya lo fabriqué, lo publiqué en Mercado Libre para venderlo. ¿Y a que no saben? Ya recibí la primera oferta: ¡una suculenta suma en dólares! No me hago problema porque ya lo registré, lo patenté "a mi nombre". Aquí tengo los planos. Y si concreto el negocio, ¡me haré millonario, sí!...
(...)
Y cuando yo sea millonario... Ahhh. Ya me lo imagino... [Soñando]
Una mansión fortificada con 70 habitaciones en una perdida isla del Caribe, toda una isla... para mí sólo.
Un lujoso auto deportivo, para salir a pasear, (aunque pensándolo bien si estoy solo en la isla, no habrá lugares donde salir a pasear, pero tal vez lo pueda usar para salir a vender con un altavoz los “30 huevos por 1000 pesos” en las calles.
Pero los millonarios pasean por todo el mundo... ahhh... Europa, Islas del Pacífico, Japón...
Al regresar del viaje, me sentaré a comer a mi mesa, una laaaarga mesa de 30 metros llena de comida para mí solo, y con botellas de los más selectos vinos argentinos, porque no sé si sabían que los vinos argentinos son los mejores del mundo...
Porque los inventores argentinos “somos los mejores del mundo”, y entre ellos estoy yo, que inventé “el capaciteitor”...
[Suena el teléfono celular y vuelve a la realidad]
Perdón, creo que me están llamando... Shhh, silencio por favor...
¡Es el interesado en comprar mi invento, el capaciteitor!...
—Jelow. ¿Mr. Pitmann?
(Los Pitmann son los inventores de la lectura veloz y ahora éste, seguro que quiere más velocidad para el cohete. Shhh.)
—¡Mr. Pitmann! ¿Jau ar yu, mai fren? ¿Cómo andan las cosas por la NASA? ¿Muchos resfríos? (Je, je, para romper el hielo) Bueno, me alegro, pero que allá ganen mucha guita. ¿Eh? ¡Guita! ¡Plata! ¡Mani! No, "maní" no, money, ♬♪♫ many, many, many.♬♪♫ [famosa canción de Abba]
Hablando de money, mr. Pitmann... ejem... ejem...
...
¿Que cuánto pido por el capaciteitor? Bueno, considerando que usted es un “muy buen amigo” [artimañas de cualquier vendedor] le voy a hacer una rebaja, digamos, del 20% y con este descuento le quedará al módico precio de... 1.300.000 dólares.
¿Muy caro? ¿Cómo que es muy caro? Pero ¿cómo me dice eso, Mr. Pitmann? Si con lo que cuestan los cohetes, un “palo trescientos” es una monedita para ustedes...
¡No! No me lo tire abajo que el capaciteitor es único en el mundo, "Don Pit". Y lo inventé yo, que soy “científico”.
¿De plástico? Sí, ya sé que es de plástico, es de “politetrafluoretileno”, pero ¿sabe por qué? Porque es un material reciclable, y acá en la Argentina juntamos las tapitas para reciclar porque tenemos que pensar en la ecología, Pit.
Además no lo va a encontrar en otro país, el capaciteitor es “orgullosamente argentino” como el desagio, como el corralito, como la corrupción, inventos argentinos que luego copiaron en otros países.
...
¿Que ya me lo van a copiar los chinos y más barato? Veremos. Primero tienen que conseguir el original, ¿y a que no sabe quién posee el único original en el mundo?
Mister Pitmann, no se haga el duro y deje de regatear el precio... ¿Que nos plantemos en un millón y no hablemos más?
...
Bueno, pero tiene que esperarme unos días para que lo piense. Porque 300 lucas es mucho para perder. Además, ustedes ahorrarán 7 años de viaje espacial en todos sus cohetes, gracias al capaciteitor. ¡Y saben toda la nafta que se van a ahorrar! (Con lo cara que está) Con el ahorro de nafta se pagan las 300 lucas que usted me está regateando. Y además, ¿a qué estación de servicio va a ir a cargar el cohete, en medio del espacio? ¿A la Estación Espacial? Don Pitmann... ya le rebajé 200 antes, ¿por qué me sigue ventajeando? Bueno, mire, considerando que cuando lleguemos a Júpiter mi dispositivo será un “gran paso para la humanidad”, cerramos en un millón cien y no discutimos más, ¿le parece?...
[Parece cortarse la llamada]
—Pit, Don Pit... ¡Mister Pitmann! Ah... qué bueno que sigue ahí, pensé que se había cortado la llamada.
Bueno, Pit, amigo, entonces, ¿estás conforme con el precio?
¿Sí? ... ¡Qué bieeennn! [Ya se toma confianza]
Aguantá, dame un segundo...
(¡Soy millonario, ¿se dan cuenta?! ¡Millonario!) [Festejando presumido, hacia el público]...
—Bueno, Pit, y... ¿cuándo hacemos la transacción?
¿El domingo? ¿Justo el domingo? ¡NO! Me resulta imposible, porque yo los domingos no trabajo. Además es el único día que está la feria en las calles del barrio, y tengo que aprovechar a comprar las cosas en la feria para conseguir todo más barato.
Pero no importa, Pit, el capaciteitor es tuyo, ya lo compraste y lo tendrás, te lo aseguro. Haremos una cosa, si venís a retirarlo este domingo, tomate el avión y bajate en Quilmes, en la IMPA, que yo te lo dejo en el kiosco de la esquina, total vivo cerca. Anotá, es la intersección de las calles “Dulce de Leche” y “Colectivo”. Allí vas a ver un kiosco, preguntá por “Pepita la kioskera”, y decile que te dé el capaciteitor (total a ella no le va a servir para nada). Sí, sí, ella te lo va a dar, amigo, confiá en mí, que ella es ‘cumpa’ conmigo y te lo va a dar. Y dejale a ella la guitarra que yo después paso y la junto.
¿Cómo qué guitarra? No, Pit, no es para un recital de zamba. La tarasca, dejale la mosca, la viyuya, la ♬♪♫ many, many, many... ♬♪♫
Rubén Sada. (23/10/2012)