GORILA
Con un paño que obnubila,que ciega de la verdad,
falseando la realidad
me acusaron de “gorila”.
Al que tanto odio destila,
que de mí no tiene datos,
y epítetos insensatos
me arrojó sin conocerme,
¡cambie este mote ponerme
por ponerse en mis zapatos!
Compraron trenes chatarra
con “retornos” de a millones,
con falsas licitaciones
la lata arañó su garra.
Plata que se despilfarra,
la que al pueblo se le esquila,
y a la cárcel ya desfila
mucho chorro con su cruz...
Ni puedo pagar la luz
pero yo soy el “gorila”.
Y “mataban con orgullo”
los que hoy, archimillonarios
han contratado a sicarios
para “acallar” su chanchullo.
Del alto del vil mangrullo
de su soberbia avaricia,
evadiendo a la justicia
se aliaron para robar
y a medio país comprar
con su sangrienta codicia.
Quien al poder se atornilla
en esos reductos feudos,
va criando miles de deudos
como el diablo con su horquilla.
Esta es la nueva guerrilla
de cuello blanco, corsarios
defendidos por los diarios
y por mercenaria prensa,
¡yo jamás saldré en defensa
de estos multimillonarios!
Me dicen “gorila” a mí,
causando llanto salobre,
si solo soy un peón pobre
que sudo con frenesí.
Del trabajo nunca huí
y ellos nunca trabajaron,
al obrero lo expoliaron
para construir su mansión,
desde un lujoso sillón
su riqueza acrecentaron.
“Combatiendo al capital”
fue para ellos solo un verso,
con tal engaño perverso
que hicieron un dineral.
Y un paraíso fiscal
su rapiña hoy les vigila,
con la sangre en su pupila
compran más y más poder,
cetro y oro son su haber,
¡y a mí me dicen “gorila”!
© Rubén Sada. 24/03/2019.
Los sindicalistas de Argentina, se enriquecieron monetariamente a costa de quitarles dinero a los trabajadores. La mayoría de ellos son archimillonarios, pero nos acusan a nosotros, los trabajadores, con el mote despectivo de "GORILA".

Personas acaudaladas como María Eva Duarte de Perón y su esposo, un general de apellido Perón, ACUSABAN con el mote de "GORILA" a quienes no pensaban como ellos. En las fotos de abajo, la vemos vestida como "la descamisada de los pobres". Propusieron "combatir al capital" al pueblo, pero ellos acumulaban millones de dólares escandalosamente y se ufanaban de su riqueza.
"Hoy tengo el honor de ostentar las dos condecoraciones más grandes a las que puede aspirar una mujer del Pueblo: el amor de los humildes y el odio de los oligarcas" dijo Eva Perón, luciendo un vestido de Dior:
Los que dicen ser herederos del general Perón,
se transformaron en una oligarquía multimillonaria nepotista,
que viven hace décadas de los jornales de los trabajadores.
HISTORIA DEL ORIGEN DEL EPÍTETO DESPECTIVO "GORILA"
En 1953, pleno segundo gobierno del general Perón, se estrenó la película “Mogambo” con Clark Gable (una especie de Tom Cruise de la época). La historia transcurría en África y cada vez que se escuchaba un ruido fuerte o un temblor, el protagonista decía “tranquilos, deben ser los gorilas”. En la misma época, cuando el único medio de comunicación masivo era la radio, había un programa cómico muy exitoso en Radio Splendid llamado “La Revista Dislocada” creado por Delfor con libros de Aldo Cammarota. Parodiando la película “Mogambo”, había un sketch de Cammarota donde un coro cantaba “deben ser los gorilas, deben ser”. Rápidamente el término se popularizó y cuando comenzaron los ataques a Perón, en la calle se decía “deben ser los gorilas, deben ser”. Así nació. Con el tiempo Delfor llevó “La Revista Dislocada” a la televisión. De allí salieron” Carlitos Balá, Jorge Porcel y tantos otros. Por su parte el gran Aldo Cammarota creó Telecómicos, otro éxito emblemático de la tele, y fue libretista de Tato durante varios años, incluido el año en que el peronismo los prohibió. Cuando las hordas de López Rega tomaron los canales de televisión y los estatizaron en julio del 74, lo primero que hizo el interventor peronista de Canal 13 fue echar a Mirtha, a Tato y Aldo Cammarota que tuvo que irse para siempre del país. Falleció en Los Ángeles en febrero de 2002. Aldo Cammarota, el inventor del epíteto "gorila", además de un tipo adorable, era un liberal puro y formó parte del Partido Nueva Fuerza fundado por Álvaro Alsogaray, mucho antes de que existiera el triángulo de hierro. Mucho más adelante, lo que era una ironía humorística, pasó a ser un insulto para quien fuera antiperonista.