YO VOY A SER TRADUCTOR
Diálogo Poético
—Rubén Sada—
Políglota quiero ser
o aunque sea multilingüe,
para traducir tu pingüe
poesía rosicler.
Y con versos florecer
dando respuesta a tu verso,
para acariciar el terso
terciopelo de tu alma,
y responder con mi palma
tu lenguaje de universo.
o aunque sea multilingüe,
para traducir tu pingüe
poesía rosicler.
Y con versos florecer
dando respuesta a tu verso,
para acariciar el terso
terciopelo de tu alma,
y responder con mi palma
tu lenguaje de universo.
—Joel Márquez Sánchez—
Yo voy a ser traductor
de su cultural versada
para que cada mirada
tenga un nivel superior.
Me busco en el interior
su repertorio brillante,
y aunque de mí este distante,
hoy gracias a la poesía,
puedo sentir cercanía
por su rima fascinante.
—Rubén Sada—
Yo voy a ser traductor
de tu palabra rimada,
y a tu rima enamorada
la rimaré con amor.
Traduciré toda flor
que se halle en tu poema,
con la más preciosa gema
que el tiempo jamás marchita,
y a las nieves de tu ermita
traduciré en sol que quema.
—Joel Márquez Sánchez—
Yo voy a ser traductor
de tu silencio y tu ruido
donde se escucha el latido
rítmico del ruiseñor.
Voy a llevarme el frescor
del continuo amanecer,
y en el camino de ayer
haré un puente del presente
para que toda la gente
aquí nos puedan leer.
—Rubén Sada—
Yo voy a ser traductor
de tu genio y tu palabra,
en una roca que labra
con cinceles mi escritor.
Traduciré tu fulgor
que hasta al astro rey deslumbra,
la luz gris de la penumbra
cambiaré en policromía,
traducir tu poesía
es lo que a mi alma alumbra.
—Joel Márquez Sánchez—
Yo voy a ser traductor
de tu bandera en el mundo
y así se vuelva fecundo
todo nuestro alrededor.
Pondré en mi verso el rumor
que un sinsonte me improvisa,
y en la celeste cornisa
por cada nube que existe
voy a colocar alpiste
con atisbo de sonrisa.
—Rubén Sada—
Yo también quiero ese puente
que al idioma no es barrera,
donde no existe frontera
entre oriente y occidente.
Con la décima esplendente
voy a ser tu traductor,
y en un vuelo de confort
llenaremos el espacio
de versos color topacio
allá en la Nube de Oort.
—Joel Márquez Sánchez—
Voy a ser su traductor.
¿En qué idioma lo traduzco?
Conteste mientras yo busco
versos en mi ordenador.
Usted será mi mentor
de estratosférica talla,
pues yo sé que en la batalla
cotidiana simplemente
coloca en mi subconsciente
una lírica medalla.
—Rubén Sada—
Yo voy a ser traductor
de todo lo que te aterra,
y a los hierros de la guerra
forjaré arado y sudor.
Cambiaré sangre y fragor
de la infecunda batalla
por versos en la pantalla
que se basen en la fe,
luego me aseguraré
que merezcas la medalla.
—Joel Márquez Sánchez—
Aunque yo no me merezca
su medalla, mi estimado,
traduciré con agrado
todo lo que usted me ofrezca.
Para que mi verso crezca
voy a traducir: su cuento,
su genial conocimiento
en la décima espinela,
su inusitada acuarela
que esboza nubes al viento.
—Rubén Sada—
Si esbozo nubes al viento
quisiera que tú seas ave,
y emprendas un vuelo suave
junto a mí en este momento.
Sinceridad, sentimiento
desde el norte al sur austral,
un sinsonte y un zorzal
volando en azul de seda,
entre el aire que se hospeda
en un cielo de percal.
—Joel Márquez Sánchez—
Entonces traduciré
esta distancia en un cielo
por donde se mira el vuelo
de nuestras aves con fe.
Por siempre recordaré
sus alas en mi portal,
y por el cielo virtual
que por ahora habitamos
con versos nos acercamos
como si fuese real.
—Rubén Sada—
Plurilingüe y traductor
soy, si no se me complica,
pues tu estrofa especifica
un ingenio inspirador.
Cuatro alas son el motor
para volar en la nube,
más alto que algún querube
que vuele sobre la bruma,
somos cerveza y espuma
el sabor que además sube.
—Joel Márquez Sánchez—
Es compleja la distancia
pero al traducirla a ella
el cosmos suelta la estrella
nítida de su elegancia.
No le demos importancia
a la distancia y volemos,
que si volamos seremos
en la libreta mundial
el hemisferio habitual
de nuestros versos extremos.
—Rubén Sada—
A cuatro alas despedimos
en este vuelo triunfal...
—Joel Márquez Sánchez—
El honorable ideal
que de Espinel aprendimos.
—Rubén Sada—
Por eso el gusto nos dimos
cantando en un decibel...
—Joel Márquez Sánchez—
Y los versos sin papel
se imprimen en la mirada...
—Rubén Sada—
Desde las letras de Sada
y los versos de Joel.
© Rubén Sada & Joel Márquez [Poetáfora] 02/12/2020.
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