LOS PECES DE LA ESPINELA
♦Reinaldo Figueroa♦
No lo dejé de intentar,
aprendí en el desafío
que si te aferras al río
él te enseñará a nadar.
Yo pensé que me iba a ahogar
como un frágil guajacón,
pero por nacer varón
e intentarlo tantas veces,
nadan felices lo peces
del mar de mi corazón.
aprendí en el desafío
que si te aferras al río
él te enseñará a nadar.
Yo pensé que me iba a ahogar
como un frágil guajacón,
pero por nacer varón
e intentarlo tantas veces,
nadan felices lo peces
del mar de mi corazón.
♦Rubén Sada♦
Del mar de mi corazón
he pescado mis valores,
pececitos de colores
que atesoran mi razón.
Y encontré mi vocación
en la décima galana,
pescando una mente sana
llena de afecto y recuerdo,
tal vez no sea el más cuerdo
mas bardo, nadie me gana.
♦Reinaldo Figueroa♦
Tampoco pierde mi pez
en nado sincronizado,
medalla de oro ha ganado
su brillo y su exquisitez.
Tampoco en la rapidez
mi pez conoce derrota,
pues mi pez lo mismo flota
sobre el mundo de la sal,
que con su aleta mental
vuela igual que una gaviota.
♦Rubén Sada♦
Tu pez ha evolucionado
y vuela más que gaviota,
porque se alza en la remota
bóveda azul de tu Hado.
Como cohete has remontado
más alto que el universo,
se ve en tu sublime verso
de tácito celestial,
que ya no es más abismal
tu pez en un mar inmerso.
♦Reinaldo Figueroa♦
Yo tengo un pez de espinela
que en el mar del repentismo
nada bien suave y al mismo
tiempo como un ave vuela.
Mi pez no tuvo la escuela
con un pupitre de sal,
pero se metió al coral
que guarda este gran tesoro
y le dio un baño de oro
a su aleta principal.
♦Rubén Sada♦
A tu aleta principal
le diste ese baño de oro,
y te ganaste un tesoro:
poesía de cristal.
Con la miel de tu panal
cosechaste de la flor,
una familia de amor
y por montones, amigos
que juntos somos testigos
de tu ámbar de payador.
♦Reinaldo Figueroa♦
Algunos al verso mío
le ven opaca la joya,
porque mi rima es criolla
como penca de bohío.
Hay quien no me mira río
ni le ve a mi pez la escama,
pero tú en este programa
demuestras con lo que das
que la amistad vale más
que el dinero y que la fama
♦Rubén Sada♦
¿Dinero? ¿Fama? No es nada.
Vanidades tras el viento.
Importa sí el sentimiento
con una conducta honrada.
Felicita Rubén Sada
a tu décima-“cultura”,
la sabia literatura
desde tu laúd ya brota
a un remontar de gaviota
que mira desde la altura.
♦Reinaldo Figueroa♦
En el mar de la lectura
mi pez nada tan certero,
la aleta del desespero
agita un mar de locura.
No me importa si procura
el pescador más villano
tirar su vara temprano,
ql que quiera este pez mío
solo se lleva vacío
el morral entre su mano.
♦Rubén Sada♦
Mi pescado se desboca
y el corazón se me agita,
si no tengo la bendita
poesía de tu boca.
Tu metáfora no es poca
y agitas bien tu palmar
empujando a acelerar
lo que en mí ya se hace
lento,
lo necesito a Sarmiento
para que ayude a nadar.
♦Reinaldo Figueroa♦
Si llamas la rima bella
que hace Rafael Sarmiento
aparece en un momento
el genio de la botella.
Reconozco que su estrella
tiene un brillo exagerado,
si gracias a su posgrado,
a su pincel y color,
el anzuelo de un error
a mi pez no lo ha matado.
♦Rubén Sada♦
En este mar que lo baña
tiro mi anzuelo si pesco,
algo allí que no merezco
y es su décima tamaña.
Pero si pesca la caña
de Sarmiento el pescador
me corre todo un sudor
y con rimas yo me aplaco,
del buen pescador destaco
su trabajo y su valor.
♦Reinaldo Figueroa♦
No te aplaques, Rubén Sada,
que para poder sacar
mis peces fuera del mar
todavía no hay carnada.
Un radar en la mirada,
Dios le colocó a mi pez,
por eso con rapidez
mi pez es pinza nadando,
que pasa y va enderezando
anzuelos de diez en diez.
♦Rubén Sada♦
Anzuelos de diez en diez
van enhebrando en la guía
una pesca de poesía
que asombra por su interés.
Aquí en este hermoso mes
se va descorriendo el velo,
no importa si vas al cielo
ni importa si el mar te baña,
más que importarme la caña
lo importante es el anzuelo.
♦Reinaldo Figueroa♦
No me preocupa el anzuelo
ni la vara entre la mano,
todos más tarde o temprano
iremos con Dios al cielo.
A mi pez un caramelo
de carnada no lo engaña,
él tiene la forma extraña
de estar nadando en el mar,
y en la otra semana estar
desovando en la montaña.
♦Rubén Sada♦
Aquí me voy despidiendo
porque me llama la siesta...
♦Reinaldo Figueroa♦
Recuerda: el pez que se
acuesta
lo terminarán friendo.
♦Rubén Sada♦
Juntos fuimos recorriendo
y al mar colocamos proa...
♦Reinaldo Figueroa♦
Ni la vara como boa
con su lengua de carnada...
♦Rubén Sada♦
Pudieron contra un tal Sada
ni contra un tal Figueroa.
© 13/05/2020. Reinaldo
Figueroa y Rubén Sada.
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