Soneto para Eduardo Daniel
Para mi hijo, Eduardo Daniel Sada, con afecto.
Acercándote al cénit de tu vida
vas volando entre nuevos horizontes,
no habrá cielo que tu ala no remonte
ni viento en contra que tu vuelo impida.
No te aleja mi alma, ni te olvida,
ni hay lejanía que problema importe,
porque estás dentro de mí como soporte
con tu espíritu audaz y valentía.
Y hoy quiero homenajearte, en este día,
como tu amigo que a su amigo alienta,
y como un padre que abrazarte ansía.
Aunque la vía, de vallas no esté exenta,
ve con ímpetu, coraje y gallardía,
ya que sólo triunfa quien lo intenta.
Con mucho afecto, Rubén Sada, a mi hijo,
en su cumpleaños. 4/09/2012.