QUIÉN FUE
Desearía saber quién fue el perverso
que quitó en tu documento identidad,
y te empujó a atravesar el tiempo
en un páramo de arena, en soledad.
Desearía saber quién fue el maldito
que opacó tus sonrisas con lamentos,
cambiando tu alegría en agrio grito,
convirtiendo tu gozo en sufrimientos.
Quisiera frente a mí, al malnacido
que hurtó tu juventud en un momento,
marchitando tus flores con espinos,
poniendo en tus pupilas lentes negros.
Dime quién arrugó tu piel lozana
con las grietas curtidas de los años,
quebrando la ilusión de tus mañanas
en largas noches de hiel y desengaño.
¡Di que fue el brazo oscuro del destino
o el rigor tempestuoso de los vientos!
¡Di que fue tu locura y desatino
o que fue la aventura de tus cuentos!
¡Di que fue la codicia de tu sexo,
o que fue el producto de un error!
¡Di que fueron tus párpados inciertos!
¡Di que fue el engaño del amor!...
Échale la culpa a tus ancestros...
¡Échale la culpa al mismo Dios!
Mas, no me hagas a mí culpable de esto.
No me digas, amor, que he sido yo.
© Rubén Sada. 28-05-2013.
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