EL NATIVO DIGITAL
Hijo de la matemáticay del álgebra booleano,
se ha gestado el ser humano
experto en esa temática.
Internet es la selvática
jungla donde el terrenal
vive una vida virtual
porque así se ha concebido:
en este siglo ha nacido
el nativo digital.
Con Chrome navega el mar,
pende de mil y un satélites
y pertenece a las élites
que googlean sin parar.
Se dispone a acariciar
con sus yemas la tableta,
autodidacta es su meta
y así se educa y trabaja,
su pulso está en una caja
más rápida que un cometa.
Todo es ya, aquí y ahora,
no importa la geografía,
no importa si es noche o día,
él investiga y explora.
Su falange es creadora
de un robot trabajador,
neuronas nano el motor
en un mundo copy-paste
que va causando desgaste
al derecho del autor.
Es un binario guerrero
del actual siglo veintiuno,
en que solo importa uno
y el amor importa cero.
Un pixel le tiñe el cuero
de un fiel color matemático,
y con voto democrático
descerraja clicks su gresca,
y si acaso un virus pesca,
solo será el informático.
Le programa línea el sol
con futurista robótica,
y la atrevida domótica
le hace tener el control.
Las redes son el crisol
donde él se va haciendo el nombre,
un nick es un sobrenombre
que no lo iguala ni asusta,
y obtener muchos ‘me gusta’
es la razón de ser hombre.
Necesita conexión,
necesita mucho giga
y le cruje la barriga
del hambre de información.
Los juegos son su afición
en los momentos de ocio,
los diseños, su negocio
porque él no juega en la calle,
por más que la red estalle
la compu es su sacerdocio.
El nativo digital
quiere llegar hasta Marte,
seguro va a formar parte
de esa misión espacial.
Al espacio sideral
un centennial ha llegado,
no le hace falta el teclado,
como a mí, viejo analógico,
que lucho en este zoológico
por no quedar anticuado.
¡Bienvenido, digital,
al promisorio futuro!
Tu ilusión, te lo aseguro,
plasmará fenomenal.
Bienvenido al esencial
mundo del ordenador,
que no te achanche el confort,
un ‘baby boom’ te saluda
con la garra del que suda
y alma de trabajador.
Rubén Sada. 25/12/2018.