5 de noviembre de 2014

TEORÍA POÉTICA - PARTE D - "LICENCIAS POÉTICAS" (De Emilio Víctor Pineda) Sinalefa, Hiato

D



laS LICENCIAS 
POÉTICAS

SINÉRESIS

DIÉRESIS

SINALEFA

HIATO


D.1. INTRODUCCIÓN AL TEMA

Vamos a referirnos a las licencias poéticas que se refieren  a la formación de diptongos, triptongos y aún uniones de cuatro vocales o a su no formación, en forma distinta a lo enunciado en el Capítulo C.2.

Son cuatro, a saber:

                        sinéresis
                       
diéresis
                       
sinalefa
           
hiato

D.2. SINÉRESIS

La sinéresis consiste en pronunciar como diptongo la unión de dos vocales fuertes:

Por ejemplo veamos el comienzo de un hermoso poema de Manuel Machado:

            Vino, sentimiento, guitarra y poesía
            forman los cantares de la patria mía.
                        ¡Cantares!
            Quien dice cantares, dice Andalucía.

Es evidente que los versos 1, 2 y 4, son dodecasílabos (de doce sílabas), pero en el  segundo, Manuel Machado hace sinéresis con la “o” y la “e” de “poesía”

Es decir, hace poe/ sí / a, en lugar de po/ e/ sí/ a.

Algunos son muy críticos sobre el tema. Calixto Oyuela (quien fuera el Primer Presidente de la Academia Argentina de Letras), en su “Teoría Literaria”, dice con respecto a la sinéresis:
“Sólo debe usarse la sinéresis en casos muy necesarios. Su frecuencia indica vicios muy censurables en la  pronunciación”.

Yo prácticamente no la uso. No he encontrado ningún poema de Rafael Alberti ni de Rubén Darío en que cometan sinéresis, sin embargo es frecuente esta licencia aún en buenos poetas.

El tema pasa por la mayor o menor separación que haga el oído de las vocales, y eso depende del poeta y mucho de la ubicación de la palabra dentro del verso.

Creo que es mucho más criticable la sinéresis al final de un verso, o cuando se produce donde el verso lleva un acento obligatorio o al final de un hemistiquio, temas que veremos más adelante.

Yo digo en uno de mis sonetos:

“Se corta  en dos por una poesía”

Es un endecasílabo si no hacemos sinéresis, es decir si pronunciamos po/ e/ sí/ a.

Si en cambio hubiera escrito:
                       
            “Se corta en dos por alguna poesía”

Para que fuera endecasílabo tendría que haber hecho sinéresis, es decir pronunciar poe/ sí/ a. Esto, para mi oído es un poco duro, y casi lleva a pronunciar pue/ sí/ a.

D.3.  DIÉRESIS

La diéresis es una licencia contraria a la sinéresis. Consiste en deshacer diptongos como los vistos en C.2.2.

            Veamos el siguiente caso:

Enhebrada se queda la aguja del viaje,
junto a la carta azul, al compás y a la lente;
mientras que el capitán, entre dos blancos mares,
- ágil nadador joven – limpia espuma desteje.

         Emilio Prados “Víspera”

Se trata de un poema en versos alejandrinos, es decir de 14 sílabas. En el primer verso hay una diéresis en viaje, que hay que leerlo vi/ a/ je,  y no via/ je. Es decir hay que romper el diptongo ia.


Nuestros clásicos utilizaban frecuentemente la diéresis, por dos motivos:

1)      por que en latín no existían los diptongos

2)      por que resultaba un recurso para hacer más sonora y más importante una palabra, como ser sü/ a/ ve, en vez de sua/ ve.

Ellos acostumbraban colocar diéresis, o crema (¨) en las vocales, según explica el Diccionario de la Real Academia Española vigésima segunda edición:

diéresis.(Del lat. diaerĕsis, y este del gr. διαίρεσις, división). 1. f. Gram. Pronunciación en sílabas distintas de dos vocales que normalmente forman diptongo, como ru-í-na por rui-na, vi-o-le-ta por vio-le-ta. En el verso, la diéresis es considerada como licencia poética por la preceptiva tradicional. 3. f. Métr. Signo ortográfico (¨) que se pone sobre la primera vocal del diptongo cuyas vocales han de pronunciarse separadamente, como en vïuda, rüido. Se emplea a veces sobre la vocal débil, para deshacer un diptongo en voces de igual estructura y de distinta prosodia, como en pïe, del verbo piar.

Así leemos:

            Junto a mi casa vivía,
            porque más cerca muriese,
            una dama de linaje
            de los nobles Melioneses,
            extremo de las hermosas.
            cuando no de las crüeles

Luis de Góngora y Argote – Romances

           
Son nuestras almas místicos rüidos
De dos flautas lejanas, cuyo son
En dulcísimo acorde llega unido
De la noche callada entre el rumor

Gutiérrez González (ejemplo dado por Calixto Oyuela)

Tu amor me es más süave
Que lenta lluvia a la abrasada tierra.
Y que el mar, cuando manso
Bate plácidamente las riberas.

Arjona (ejemplo dado por Calixto Oyuela)

Holgar con el bien ajeno
Es ser partícipe dél;
Piedra de toque fïel
En que se conoce el bueno.

Juan Ruffo, Carta a su hija (ejemplo dado en la Gramática de la Real Academia Española, Edición 1959) (Observar el apocope antiguo “dél” en lugar de “de él”

Juntó cortés el león,
Estando enfermo una vez,
Para elegir un jüez
A quien la jurisdicción
De sus reinos encargase

Ruiz de Alarcón, La crueldad por el honor (ejemplo dado en la Gramática de la Real Academia Española, Edición 1959)

Señales son del jüicio
Ver que todos  le perdemos;
Unos por carta de más
Otros por carta de menos.

Lope de Vega, La Dorotea (ejemplo dado en la Gramática de la Real Academia Española, Edición 1959)


¡Qué descansada vida
La del que huye del mundanal rüido

Fray Luis de León (ejemplo dado en la Gramática de la Real Academia Española, Edición 1959)

COMENTARIO IMPORTANTE


En la Gramática de la Real Academia Española, Edición 1959, figura el siguiente comentario:

“Sin embargo, no por licencia, sino por naturaleza o por uso constante, las vocales débiles dejan de formar diptongo entre sí o unidas a una fuerte:

1º  Cuando la débil es fuerte en la voz originaria como:
                        crïador, crïatura, crïar,
del latín creātor, creatūra, creāre

2º  Cuando a la vocal débil siguió primitivamente una consonante que se ha suprimido como:
                        crüel  de crudēlis
                        öído de auditus
                        räíz  de radice
                        rëír  de ridere
                        Tüy de Tude
                        hüir de fugĕre
                        lïar de ligāre
                        pïar de pipare
                        rüa de ruga

3º  Cuando la débil persiste en conservar la independencia que tuvo en el vocablo aceptado por nuestro idioma; como:

                        varïar del latín variare
                        laúd del árabe alaúd

4º  En ciertas dicciones compuestas cuyo primer elemento es prefijo, como
                        reünir, reüntar”

NOTA 1 La RAE ha utilizado el símbolo de la diéresis o crema para marcar la vocal acentuada. Esto no se usa en el idioma escrito actual.

NOTA 2 En los ejemplos dados hay casos evidentes, dado que la vocal débil está acentuada como ser en oído, raíz. Posiblemente la RAE los da para justificar los acentos.

NOTA 3 Creo innecesario buscar las diéresis, salvo cuando son legítimas por estar la vocal débil acentuada, pero creo también conveniente conocer el tema cuando surge una duda.

Una ver escribí un verso alejandrino que decía:
“A fuerza de trabajo se criaron los hijos”

Cuando lo revisé, me di cuenta que el segundo hemistiquio “se criaron los hijos” sería de seis versos, en lugar de siete si no hacía diéresis en “crïaron”. Consulté entonces la Gramática de la RAE, donde encontré que esta diéresis es legítima.

C.4.  SINALEFA

La sinalefa consiste en unir en una sola emisión de voz las vocales que están al final de una palabra con las vocales con  que empieza la palabra siguiente.

Por ejemplo, si decimos suave aroma debemos unir la e de suave con la a de aroma.

Eso ocurre aún en los casos en que se traten de dos vocales fuertes, en las que no corresponde formar diptongo si estuvieran dentro de una sola palabra.

            Veamos los siguientes versos:

            Sobre la arena tendido
como despojo del mar
se encuentra un niño dormido.

            Manuel Altolaguirre (Playa)

En el primer versos ocurre sinalefa en “la arena” . En el tercer  verso hay dos sinalefas, en           “se encuentra” y en “encuentra un”.

La sinalefa es casi siempre obligatoria, salvo aquellos casos en que se aconseje el hiato,
como veremos en C.5.

No tengo una explicación cierta para este fenómeno lingüístico de hacer diptongos con vocales fuertes, cuando éstas corresponde a diferentes palabras, pero por lo menos en los idiomas latinos esto es común y aun más acentuados en otros que no son el castellano.

Por ejemplo, en francés e italiano se anulan vocales y se coloca un apóstrofe en lugar de la vocal.
Por ejemplo, en francés se escribe D’Artagnan, el amigo de los tres Mosqueteros, l’aube (el alba), l’eau (el agua), l’auto (el auto).
Inclusive, en francés se utiliza lo que ellos llaman “liason”, que consiste en unir la consonante final de una palabra con la vocal de la que le sigue.
Por ejemplo, si queremos decir en francés ¿es él? (o está él, en francés no se diferencian el verbo ser del  estar) escribiremos: est il?  y pronunciaremos etil?.

La Gramática de la Real Academia Española, Edición 1959) admite la unión de hasta cuatro vocales en una sola emisión de voz, y da el ejemplo de Rodrigo Caro en su famosa “Canción a las Ruinas de Itálica”:
                        Estos, Fabio, ¡ay dolor!
en el que bio ay forman la cuarta sílaba del verso.

Calixto Oyuela da un ejemplo de cinco vocales:
                        Del helado Danubio a Eufrates fértil
en el que bio a Eu forman la séptima sílaba del endecasílabo.

C.5.  HIATO

El hiato es el no uso de la sinalefa. En muchos casos el uso del hiato es altamente recomendable.

Veamos el siguiente caso:

Desde su frágil pecho un manantial
se abre en cauces de luz por su garganta.
Es el canto de un pájaro que canta
en un parque vacío y otoñal.

            Antonio Requeni “El pájaro”

Se trata de un cuarteto de un soneto de versos endecasílabos en el que, para que “en un parque vacío y otoñal” resulte un endecasílabo, debemos hacer un hiato en “vacío// y otoñal” con lo que se consigue una musicalidad armoniosa.

Veamos los casos recomendados por Calixto Oyuela

1)      La letra h no impide la sinalefa, pero cuando la h precede a un diptongo, por ejemplo en hue, hie, hui, ésta resulta durísima y se hace preferible el uso del hiato.

Así, resulta la sinalefa le hui, en estos versos de Quintana
                  Aunque lo quiero yo. ¿Le huíras?. Ni  aquesto

NOTA 1: Es tan así, que no se debe usar “e” delante de “hie” sino “y”. Por ejemplo, se debe escribir “madera y hierro”, y no “madera e hierro”

NOTA 2: En español se suele reemplazar la escritura “hie” por “ye”, donde la “y” tiene sonido de “i” y no como la “y” en la Argentina.

Esta es muy usual entre los poetas andaluces, por ejemplo Juan Ramón Jiménez escribe:
yelo por hielo
yedra por hiedra
yerbabuena por hierbabuena
yel por hiel, etc.
                 
asi escribe Juan Ramón Jiménez:
                             “siento un yelo por el alma”

De allí derivan nuestros términos:
yerba por hierba
yerra por hierra (de herrar)

NOTA 3 En castellano el diptongo “ue” inicial debe escribirse con “h”. Eso se debe en que antiguamente la “u” y la “v” se escribían igual, es decir como “v”, por eso los españoles llaman  a la “v”: “uve”.

Entonces “hueso”, se escribía “hveso”, y la “h” informada que se pronunciaba como vocal y no como consonante. Es decir no era “veso” sino “hueso”. En algunos casos esto nos hace dudar. Por ejemplo, el verbo “oler” se escribe sin “h”, pero lo conjugamos:

                  yo huelo
                  tú hueles
                  él huele
                  nosotros olemos
                  vosotros oléis
ellos huelen.

2)      La letra o que separa dos palabras, la primera terminada en vocal y la segunda que comienza también  en vocal, hacen aconsejable el hiato.
Por ejemplo si decimos “orgullo o amor, es preferible no hacer la sinalefa ”llo o a”

3)      En general, puede afirmarse que cuando las vocales concurrentes son ambas inacentuadas, se requiere la sinalefa. Cuando la segunda vocal lleva acento, es preferible, y a veces necesario, el hiato, sobre todo cuando la primera pertenece a una preposición, artículo o pronombre. por eso hace mal efecto poner mial-ma por mi-alma. Así también resulta dura la sinalefa de este verso de Garcilaso de la Vega:

Y por nuevo camino el agua se iba.

NOTA 4  Me permito discrepar con Calixto Oyuela en aquellos casos en que la primera palabra no sea un monosílabo. Creo que podría entenderse cuando la primera palabra termina en vocal acentuada, por ejemplo

“lloró hasta cansarse, sus pesares
Donde el hiato parecería ser legítimo, por lo menos para mis oídos.

Estoy totalmente de acuerdo cuando la primera palabra es monosílaba.

Esto se discute mucho, y algunos poetas hacen a veces hiato y a veces sinalefa.

Un caso muy interesante de hiato es el que hace Juan Ramón Jiménez en el siguiente Alejandrino.

“Nacía gris la luna y Beethoven lloraba
bajo la mano blanca en el piano de ella”

“Desnudos” de “Adioses, Ausencia, Regreso”
Hay que leer “de/ ella” y no “deella”

Rafael Alberti y Rubén  Darío cuidan mucho de no hacer sinalefa en esos casos. Yo sigo esa tendencia.

Veamos el siguiente poema de Rubén Darío, en el cual, en el primer verso pone dos veces “de oro”, y en las dos recurre al hiato.

Alma de oro, fina voz de oro,
al venir hacia mí ¿por qué suspiras?,
ya empieza el noble coro de las liras
a preludiar el himno a tu decoro.

del soneto “De D. Diego de Silva Velázquez a D. Luis de Góngora y Argote·”

Veamos el siguiente ejemplo de hiato en “de oro”de Juan Ramón Jiménez:

¡Oh plenitud de oro!. ¡Encanto verde y lleno
de pájaros!. ¡Arroyo de azul, cristal y risa!

                                   de “Oro y Rosa”, de “Elejías Puras”
           
Hay un caso famosos de Rubén Darío, que para no hacer sinalefa quitó la vocal de un  monosílabo y en su lugar colocó un apóstrofo ( ' ).

         Por eso ser sincero es ser potente;
            de desnuda que está, brilla la estrella;
            el agua dice el alma de la fuente
            en la voz de cristal que fluye d’ella

Poema I de Cantos de vida y esperanza