30 de octubre de 2013

Y DE REPENTE

Y DE REPENTE

Y de repente, amor, tan de repente
se alborotaron las aves de mi jaula
y besando al cielo en las alturas
salieron a volar, una mañana.

Y de repente, amor, tan de repente
mis potros desbocáronse sin calma,
galopando juventud en mis llanuras,
de la estampida que detonaste en mi alma.

Y germinó mi semilla en bello suelo,
y florecieron mis rosales en otoño,
y brotó un bosque entero en el desierto
avivando la esperanza del retoño.

Así sucedió todo, de repente,
no sé quién nos juntó, por qué, ni cómo,
mas sí sé que tú, entre tanta gente,
has sido mi primer amor, mi todo.

© Rubén Sada 19/7/2013.



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