31 de marzo de 2016

EL SECRETO (Un cuento de terror, de Rubén Sada)

EL SECRETO 

(un cuento de terror, de Rubén Sada)

Los personajes y situaciones de este cuento, son ficticios y mera imaginación del autor. Cualquier semejanza con algún suceso real, si la hubiera, es sólo una coincidencia.

—¡Él está vivo! ¡Él está encerrado! ¡Tiene que estar vivo! ¡Sáquenlo de allí!- aseguraba con gritos desgarradores el hombre, mientras se autoflagelaba, golpeando su cabeza contra las acolchadas paredes de una habitación hermética, en el neuropsiquiátrico santacruceño donde estaba detenido desde hacía cinco años. Estaba allí inmovilizado con un chaleco de fuerza y abundantemente medicado con drogas psiquiátricas tan fuertes que tenían el propósito de quemar poco a poco sus recuerdos. ¿Acaso guardaba un "secreto"?
 Él era Néstor Quiroga, guardia de seguridad presidencial, militar de la Gendarmería Nacional. Como “custodio”, tenía a su cargo la vigilancia estricta de una de las mansiones que su homónimo “patrón” -como lo llamaba- poseía entre las trescientas veinticinco mil hectáreas que había comprado a precio vil, en la época de bonanza de su gestión presidencial.
 La fastuosa propiedad era la “favorita” del potentado expresidente, porque algunos fines de semana era un hecho su escapada secreta allí, acompañado de su secretaria y valijas. La asistente y amante, al mismo tiempo era hermana del custodio del lugar. El exmandatario había pedido al único testigo de estas escapadas de pasión furtiva, que guardara el más riguroso secreto de los hechos, ya que si su esposa, la primera dama se enteraba, el custodio y su hermana correrían riesgo de muerte. Así lo declaró éste ante el médico psiquiatra que firmó su inmediata internación en la habitación blanca del “Instituto Mind” de Salud Mental de Río Gallegos.
 La declaración del custodio fue archivada y caratulada como “secreto de estado”, no obstante, en parte revelaba que él siempre quiso saber cuál era “el secreto” que el presidente escondía en aquella mansión. Sus ventanas permanecían siempre cerradas, lo que hacía más intrigante y comprometedor el interior de la casa y mucho más desafiante y riesgoso el conocerlo.
 La casa que escondía “el secreto” era un punto desconocido del mapa, al que sólo se accedía por un largo camino de tierra, punto y línea imperceptibles en la extensa meseta patagónica. Allí, cubierta por una frondosa arboleda que impedía el acceso de cualquier intruso, por no verse siquiera desde el aire, estaba la propiedad que había pertenecido hacía más de un siglo a un colono inglés, a quien unos pobladores, criadores de ovejas, habían encontrado muerto en soledad, encerrado en ella. Muchos decían que en la morada habitaba su “fantasma”, mito que el custodio nunca creyó. No obstante, el deseo de ver ¡qué había allí dentro! se iba transformando en una “obsesión” para él.
 Luego de las visitas furtivas del patrón con su curvilínea secretaria, su codicioso dueño trababa las ventanas por dentro con un hermetismo tal, que la tenebrosidad se apoderaba de las paredes. Pero al custodio esto no le tenía que importar, porque su trabajo era impedir que alguien se acercara siquiera a la casa. Mejor dicho, no le importó hasta que un día el patrón se olvidó de cerrar una de las ventanas y se marchó hasta el siguiente fin de semana, en que como todos, volvería cargado de valijas cuyo contenido vaciaba en la casa.
 El custodio, obsesionado por ver qué escondía el interior de la mansión, aprovechó este olvido y se subió a uno de los pedestales que hacía de cimiento de la centenaria construcción. Por allí subió, abrazado a los ladrillos y trepando de costado, hasta que llegó al alféizar y con el fuerte impulso de sus brazos llegó a presenciar a través del vidrio de esa ventana, lo que siempre había sospechado: la mansión escondía “una bóveda secreta”, celosamente asegurada por una gran puerta circular de acero macizo, similar a las que tienen las entidades bancarias más seguras. Una manivela redonda y una gran botonera electrónica en su frente, advertían al intruso que sería imposible abrirla, a menos que… alguien supiera la combinación, y el único que la sabía, supuestamente, era “el patrón”. Pero ahora él, el custodio, era el único que sabía el secreto de la existencia de esta bóveda. Aunque, mejor dicho, también lo sabía la primera dama, la esposa “legal” de su patrón.
 Acerca de ella, el custodio declaró que el martes 26 de octubre de 2010, luego que su marido llegara a la secreta mansión y descargara el contenido de las valijas, como lo hacía habitualmente, la despechada mujer atravesó la garita de seguridad, manejando su auto a baja velocidad para no ser escuchada. Luego estacionó a unos treinta metros de la entrada y descendió con visible ofuscación, en la suposición de que iba a encontrar a su marido “infraganti” con la secretaria, pero esto no sucedió. No obstante y al rato de su entrada en la vivienda, comenzó a escuchar risas, las fuertes carcajadas de una enajenada mental y los gritos de ella diciendo:
 —Ahora sí tendrás para siempre lo que buscaste, dinero y mujeres, ja, ja, ja, ja. Beberás de tu propia medicina, corrupto avariento, ¿acaso pensabas que yo no podré acumular más plata que vos? ¿Para qué estudié de abogada? ¡Ahora tendrás para siempre lo que siempre codiciaste! Pero no te preocupes, te dejé adentro una botella de whisky y una foto de ella, así podrán amarse en la intimidad “por los siglos de los siglos”. Ah, me olvidaba: si al beberlo le sentís un gusto raro, bebételo todo igual, porque te ayudará a mitigar “tus horas finales”.¡Festejen, tortolitos! Jaaa, ja, ja, ja, ja.
 En el silencio de la inmensidad patagónica, el custodio pudo oír desde la garita de vigilancia a unos cien metros de la casa, esos gritos burlones, provenientes de la garganta despechada de la esposa del patrón. A continuación, ella, ocultando su odio detrás de unos anteojos oscuros, abandonó la mansión, cerrando la infranqueable puerta con llave.
 Luego de media hora sin saber qué hacer o a quién avisar, debido al riguroso secreto que lo ponía en peligro, el custodio fue relevado por su superior en el mando y llevado detenido para ser interrogado, a partir de lo cual se le “recetó” su internación en el Instituto de Salud Mental, debido a su declaración. Al día siguiente, la televisión transmitía el Censo Nacional 2010 informando su desarrollo con toda normalidad, censo en el que todas las casas de la república eran visitadas por censistas para obtener información sobre sus habitantes, mejor dicho, todas las casas menos una: la mansión que hasta el día de hoy sigue escondiendo un intrigante secreto: ¿Qué hay adentro de “la bóveda”? Al mismo tiempo, el país se consternaba por la desaparición física de su favorito presidente. Aunque nadie hasta hoy, seis años después,  haya visto su cadáver y el féretro en el que se lo veló era treinta centímetros más corto que la altura del óbito.
 —¡Él está vivo! ¡Él está encerrado! ¡Tiene que estar vivo! ¡Sáquenlo de la bóveda! — aseguraba con gritos desgarradores el hombre, mientras se autoflagelaba, golpeando su cabeza contra las acolchadas paredes de la hermética habitación del neuropsiquiátrico santacruceño donde estaba detenido desde hacía cinco años. Cuando los médicos oyeron su pedido desgarrador, entraron dos fornidos enfermeros, uno de los cuales portaba en su mano un trapo embebido con éter en cantidad suficiente como para dormir a un caballo, y el otro lo escoltaba portando una jeringa de unos treinta centímetros que translucía una baba amarillenta.
El "secreto de estado", estaba a resguardo.

Autor: Rubén Sada. 31/03/2016.

6 de marzo de 2016

EL DEBATE PRESIDENCIAL (Domingo 15 de noviembre de 2015) en Argentina. Payada triple: Edgardo Laluz, Hugo Castro y Rubén Sada

EL DEBATE PRESIDENCIAL

(Domingo 15 de noviembre de 2015) en Argentina.

Payada triple: Edgardo Laluz, Hugo Castro y Rubén Sada



—Edgardo Laluz—
Buenas noches paisanada,
de la huella no me tuerzo
y ando extrañando sus versos
amigazo Rubén Sada.
Hagamos una humorada
que hoy mi cerebro se bate
no crea que es un embate,
en mi decir lo distingo
coménteme si el domingo
miró el famoso debate.

—Hugo Castro—
Andará en un menester
o me figuro por àhi,
viendo Chile y Uruguay
por quererse entretener.
No me quiero entrometer
pero me dio un acicate,
porque hablando del debate
aunque análisis no luzco:
"puro ladrido, cual cuzco
pa´afirmarse en el embate".

—Edgardo Laluz—
No es ninguna intromisión,
mi buen amigo Hugo Castro,
si es que me ayuda algún astro
yo le daré mi visión.
Esperaba esa cuestión
y no digo un disparate,
porque pa’ mí fue un combate,
donde el verso fue fluido:
¡terminé más confundido
que antes que empiece el debate!

—Rubén Sada—
¡Por esta invitación, gracias,
amigos Edgardo y Hugo!
Saquémosle al tema jugo
y hagamos mental gimnasia.
Cualquier payada me sacia,
mucho más que un buen debate
pues la mentira me abate.
Yo prefiero un contrapunto,
que es un debate presunto,
pero entre dos, que son vates.

—Edgardo Laluz—
Qué bueno que haya venido,
le había perdido el rastro,
me comentaba Hugo Castro
que estaba viendo el partido.
Le juro estoy confundido
y es capaz que usted me ayuda,
su respuesta es macanuda
porque entre tantos embates
el tan mentado debate
me dejó un montón de dudas.

—Hugo Castro—
Si usted tiene un entripado
y más, siendo carnicero,
de sus dudas compañero
me haré cargo, preocupado.
Disculpe, me había marchado
y aunque no sea sesuda,
tal vez mi respuesta acuda
a aclararle un poco el mate,
del tan mentado debate,
dígame, ¿cuál es su duda?

—Rubén Sada—
Su duda ¿será temática?
Aunque yo no soy psicólogo
le digo que dos monólogos
no es lo mismo que una plática.
Fue conversación errática
y el tema espinoso abordo,
yo en palabras me desbordo
porque todos preguntaban
pero no se contestaban
como un diálogo de sordos.

—Hugo Castro—
Tiene razón Rubén Sada
decir: "no me contestaste"
es como decir pifiaste
y de pelota parada.
Usted ya sabe, no hay nada
más fulero que medir
el continuo ir y venir
sin espumar caldo gordo,
pero no existe peor sordo
que aquel que no quiere oír.

—Edgardo Laluz—
¡Pido perdón aparceros!
¡No es que al tema le haga asco!
Taba cortando churrascos,
ya saben, soy carnicero.
Yo les voy a ser sincero
porque les pedí un barato
y en el verso me desato
pa’ dirimir sin temor
y saber cuál es mejor
entre los dos candidatos.

—Rubén Sada—
Cada cual hará su juego
porque así es la democracia,
en el cuarto “oscuro”, ¡audacia
es no votar como ciegos!
Yo pregunto, desde luego,
y a mi duda deme oído,
pregunta que me hace ruido,
suélteme su propia rienda,
responda y no se me ofenda:
A usted: “¿en qué lo han convertido?”

—Hugo Castro—
Yo nunca fui de ocultar
mi parecer ciudadano
y menos si tengo a mano
motivos para opinar.
Por eso voy a dejar
aquí mi opinión ya mismo,
como ya salté un abismo
de otrora tiempo nefasto,
por "Cambiemos", no me gasto
no voto liberalismo.

—Rubén Sada—
Yo no ocultaré ni oculto
mi deseo de libertad,
que se sepa la verdad
y a la honradez se haga un culto.
La injusticia es un insulto,
el hambre una cachetada,
la miseria es una espada
que parte al país en dos,
país bendito por Dios
que no acierta la jugada.

—Hugo Castro—
Apareando la sextilla
que viene de maravilla
para esta grata reunión,
Laluz, le pregunto al punto,
que no le esquive al asunto
y también dé su opinión.

—Edgardo Laluz—
Pa’ mí el debate que viene
pa’ que no existan más cucos
debieran jugarlo al truco
así el pueblo se entretiene.
Es lo que más nos conviene
que se midan los rivales
y para evitar los males
los gastos y tantos viajes,
que también el balotaje
lo definan a penales.

—Rubén Sada—
La buena idea del truco
tiró Edgardo en recitada,
las cartas están echadas
y el tema ya está caduco.
Será un duelo sin trabuco,
un combate entre dos astros,
no le perdamos el rastro
distingamos quién es quién,
¡saluda a Laluz, Rubén,
y salud, don Hugo Castro!

Autores: Edgardo Laluz, Hugo Castro y Rubén Sada.


27 de febrero de 2016

SONETO PARA EDUARDO DANIEL


Soneto para Eduardo Daniel


Para mi hijo, Eduardo Daniel Sada, con afecto.

Acercándote al cénit de tu vida
vas volando entre nuevos horizontes,
no habrá cielo que tu ala no remonte
ni viento en contra que tu vuelo impida.

No te aleja mi alma, ni te olvida,
ni hay lejanía que problema importe,
porque estás dentro de mí como soporte
con tu espíritu audaz y valentía.

Y hoy quiero homenajearte, en este día,
como tu amigo que a su amigo alienta,
y como un padre que abrazarte ansía.

Aunque la vía, de vallas no esté exenta,
ve con ímpetu, coraje y gallardía, 
ya que sólo triunfa quien lo intenta.

Con mucho afecto, Rubén Sada, a mi hijo,
en su cumpleaños. 4/09/2012.

¡PARAPETATE!


¡PARAPETATE!


Si estás perdido, parapléjico,
en el páramo paralizador
y no sabés tu paradero, ¡parapetate!
¡Pará! Hacé un paréntesis. 
¡Pará! Hacé una parada.
Parapetate detrás del parapeto de tu alma. 
Tu alma te parapetará.
Parapetate en el par de alas del parapente de tu alma, 
para volar cual pájaro,
y no parar hasta el paraje paradisíaco 
sin parangón que está en el paraíso paraguayo.
Volá por el Paraná, más allá del Paraguay 
y hasta el último paralelo.
Parapetate para parar la parafernalia 
paralizante preparada por paramilitares.
Es una paradoja que el paradigma 
de la parálisis sea lo que te para.
Si estás paranoico andá al parapsicólogo
o al paramédico, y que te recete paracetamol.
Paralelamente, para no quedar parapléjico, 
parapetate del paracaídas, 
parapetate del paragolpe.
No te parapetes de la paica, 
parapetate de la parca, que no te atrape.
No estás para la parcela. 
Parapetate de los parásitos. 
Que no te parta el pararrayo.
Pero no te parapetes del bien, 
y que estar de parabien sea tu parámetro.
Parafraseá conmigo: ¡Parapetémonos!
En este diario combate: ¡Parapetate!

Autor: Rubén Sada

IRMA Y ARMANDO EN ARMONÍA


IRMA Y ARMANDO, EN ARMONÍA


Soy Germán Armando, ‘el armenio’.
Ando armando supermercados con mi hermano.
Norma Carmen se me arrima. Es gendarme de la Armada.
Quiere acompañarme la gendarme y se me arma.
Yo odio las armas de los que se arman militarmente.
Irma, ‘la germana’, trabaja enfrente, farmacéutica.
¡Hermosa! Labios carmín, boca bermeja, dulce mermelada.
Pechos firmes, enormes. Bermuda bermellón.
Rubia hermosura germánica. Se me arrima.
Irma me transforma el termostato.
Quiere escogerme, calentarme.
Irma afirma gustarme, quererme, conquistarme,
pretenderme.
Quiere conocerme, cortejarme, apasionarme.
Irma afirma amarme.
Yo quiero arrimarme, amarrarme, engancharme.
Armonizamos karmas.
Matrimonio con Irma, pondré la firma.
Con Irma quiero casarme y mudarme
para no quedarme con Norma Carmen.
Terminamos reemplazando el Terma por Termidor.
El vermouth que afirmo beberme empieza a embriagarme,
me adormece.
Se acerca a mi epidermis, quiero comérmela.
Empieza a desprenderme y desabrocharme.
A desarroparme. A motivarme. A excitarme.
Brota el germen. Hormonas germinan.
Empieza a brotarme esperma.
Comienzo a agotarme, cansarme.
Termino dormido. Dormimos en armonía en el dormitorio.
Viviremos en armonía, eternamente.

Rubén Sada.
Publicado en el libro 
"Desopilancia sonrisada".

MAHATMA, MI AMIGO EXPORTADOR


MAHATMA, MI AMIGO EXPORTADOR


Mi amigo Mahatma es exportador.
Al gran exportador no lo detiene nada.
Abarca varias ramas.
Arma cajas. Las alza a barcazas.
Mahatma manda planchas Atma a Manhattan.
Manda naranjas anaranjadas amargas a Madagascar.
Manda papas blancas a Kansas.
Manda calabazas a Caracas. Batatas a La Pampa.
Manda manzanas a Atlanta. Bananas a Alaska.
Manda albahaca a Arabia, habas a Abu Dhabi.
Manda sal a La Salada. Salsa a Salta. Calas a Málaga.
Manda mantas a Qatar. Gafas a Java. Palmas a Palma.
Palas a Palau. Máscaras más caras para Carnaval.
Abarata las marcas:
Manda faldas largas para damas altas.
Tangas para majas.
Bragas para mamazas.
Lava las calzas. Saca las manchas. Las plancha.
Mañana las manda abaratadas.
A La Paz manda armas. (Arma al hampa).
A Kazajstán manda balas. (Malas)
Manda armas largas a Bagdad.
Bagdad trama atacar a Kazajstán.
Paz no acatan. Atacan. Matan.
Mahatma la paga cara. Va a la jaula.
Trama trampas. Las arma. Arranca la alarma.
Escapa. Se marcha. Salta la valla.
¡Vaya! Mahatma ya es bacán con plata más vacas.

Rubén Sada.
Publicado en el libro
"Desopilancia sonrisada"


MIRANDO MORIR LA LUNA


MIRANDO MORIR LA LUNA


“Cuando esta zamba te cante, en la noche sola recuerda,
mirando morir la luna, cómo es larga y triste la ausencia”.
La nochera – Eduardo Falú

¡Cómo es de larga y triste la ausencia del alma tuya!
Mirando morir la luna desde el día en que te fuiste.
Aquí te esperé bastante, fue mucho, fue sufi ciente,
y este amor inconsciente hoy logra que a ti te cante.

Quisiera me expliques cómo fue que tus besos fugaron,
y en Iguazú se quedaron tu aire sexy y juventud.
Y en esta falta de luz, pues tus ojos no me miran,
mi pecho y mi alma suspiran esperando vuelvas tú.

Nunca pensé que tu ausencia por años se extendería,
robándome la energía y hasta el gozo de vivir.
Cómo fue que tus caricias se transformaron en hielo,
y formaron un riachuelo de lágrimas para mí.

Quisiera me expliques cómo fue que fugó tu cariño,
y aunque intento, no escudriño, qué fue lo que te alejó.
Cómo es que aquí estoy sin entender la verdad,
bebiéndome tu frialdad sin saber adónde voy.

Mirando morir la luna quisiera me expliques cómo
sucedió que sin quererlo pude yo dejarte ir.
Y por qué aunque estás tan lejos acá sigues acostada,
y yo a tu lado espero regreses de nuevo aquí.

Mirando morir la luna necesito tu presencia,
porque si estás en ausencia mi alma también morirá.
Y en noches de eternidad yo sigo surfeando solo,
perdido en la espesa bruma de este mar de soledad.

Autor: Rubén Sada - 4/03/2012

26 de febrero de 2016

LA LIBERTAD (Décimas entre Rubén Barbosa y Rubén Sada)


LA LIBERTAD

(Décimas entre Rubén Barbosa y Rubén Sada)

—(Rubén Barbosa)—
Vamos a trenzar, Rubén
unos versos bien camperos
aprontemos los aperos,
que a los dos nos vaya bien.
Como ramas de caldén
crezcamos con humildad,
la raíz busca humedad
afirmándose en el suelo
y el hombre no halla consuelo
si no tiene libertad.

—(Rubén Sada)—
Si sabré yo de este tema,
¡cuatro años estuve preso!
Yo considero, por eso,
que mi experiencia es suprema.
Comprobé que es un problema
cuando el hombre ya no es libre,
que es arma de gran calibre
cuando la lengua se le ata,
o le atan chivo a la pata
y le prohíben que vibre.

—(Rubén Barbosa)—
Por defender con valor
su convicción tan humana
en forma artera y villana
al privarlo del dulzor
de disfrutar el albor
cuando Febo cada día
refulge con alegría
bañando la tierra toda
trocó su mente, rapsoda,
y brotó la poesía.

—(Rubén Sada)—
Es cierto, ¿cómo lo sabe?
Que hasta del sol me privaron.
Un largo año me encerraron
como en jaula oscura el ave.
Y ocurrió un momento clave,
fue cuando un amanecer
me sacaron para ver
el sol en el mar, salir,
¡me ayudó eso a vivir
y aguantar fue menester!

—(Rubén Barbosa)—
Cuando el ave canta libre
vive la naturaleza
si está presa, la tristeza,
hace que su trino vibre.
Mas si el hombre es de calibre
nada detiene su canto
vence a la noche y al llanto
vertido desde el dolor
lega al mundo su esplendor
tornando en luz el espanto.

—(Rubén Sada)—
Ser libres no nos da rienda
para obrar libertinaje,
causar el mal es ultraje
a la vida en noble senda.
Quien la libertad defienda
debe siempre en rectitud
mantener buena actitud
obedeciendo la norma,
sino, luego se transforma
libertad en esclavitud.

—(Rubén Barbosa)—
Amigo, los reglamentos
son escritos por el hombre,
así, ninguno se asombre
donde pone los acentos.
Siguiendo procedimientos,
pactos después de una guerra
han dividido la tierra
coartando la libertad
y ahí anda la humanidad
tramojada pa’ la yerra.

—(Rubén Sada)—
La libertad se coarta
cuando impera el dictador,
y no hace caso al clamor
ni que la tierra se parta.
Al opositor aparta
y a quien protesta, flagela,
a quien lo acusa encarcela,
dictadura es impiedad
que coarta la libertad,
¡pasa hoy en Venezuela!

—(Rubén Barbosa)—
La libertad absoluta
no creo que sea posible
por más que suene increíble
pues el hombre todo enluta.
Como camaleón trasmuta
por el ego y el poder,
se prostituye al vender
su conciencia y su razón,
traiciona por ambición
los ideales del ayer.

—(Rubén Sada)—
Acollarando este tema
nos despedimos aquí

—(Rubén Barbosa)—
no fue asunto baladí
pues nos dio para un poema.

—(Rubén Sada)—
La libertad será emblema,
valorada y apreciada

—(Rubén Barbosa)—
que no sucumba ante nada
y se alce victoriosa.

—(Rubén Sada)—
Mil gracias, Rubén Barbosa,
lo saluda Rubén Sada.

¡Es un lujo tener los versos del poeta 
Rubén Barbosa en este libro!¡Gracias!


¿QUÉ ES MI CANTO? "Emulando a Horacio Guarany" (Décimas endecasílabas de Rubén Sada)



¿POR QUÉ GRITO?

(Autor: Horacio Guarany)


“Mi canto se hace grito porque el canto
me ha quedado pequeño en la garganta.
Yo traigo el grito de aquel que no ha podido
gritar que lo que gana no le alcanza.

Yo no temo gritar porque este grito
me viene arando el corazón y el aire.
Es el mismo grito que en el Chaco
gritó mi abuelo y no lo escuchó nadie.

Quieren que calle porque mi silencio
les ayuda a golpear al indefenso,
le tienen miedo al puñal de mi guitarra
y a las voces que escucho de los vientos.

Quieren que calle, quieren que tan sólo
mi canto hable de amor o de paisajes.
A mí me duele el dolor de tanta gente
que le han talado con hambre su coraje.

Amo el amor de las muchachas dulces,
amo el romance del sauce con el río.
Pero amo al hombre de la espalda rota
y a su hambre y su dolor los hago míos.

Vengo a gritar aquello que otros callan,
de amor y besos abundan los cantores.
Yo traigo el grito herido de mi pueblo,
no es culpa mía si no traigo flores.”

¿Qué es mi canto?
“Emulando a Horacio Guarany”
Autor: Rubén Sada

"Cada uno tiene una voz 
que cada uno ha de escucharla, 
y aquel que quiera apagarla 
será esclavo en su interior".
(José Larralde)

Y entonces me preguntas, ¿qué es mi canto?
¡Mi canto es un clamor que te intercepta,
que grita la injusticia, que no acepta
que tantos tengan nada y pocos tanto.
Por eso diré aquí lo que es mi canto:
Mi canto es el bramido de las masas
cuya vida y felicidad se aplaza,
es sórdido reclamo de justicia 
cegada por el lucro y la codicia
que fortuna le da al que las amasa.

Y luego me preguntas, ¿qué es mi canto?
Es pedido de paz al gobernante,
y honestidad ante el pueblo cuanto antes,
mas al ver su codicia me atraganto.
Tanta injusticia y desafuero, tanto,
al ver que aumenta la indigencia, mucha,
miradas tristes, opacas caruchas,
que piden de comer y les dan balas,
y a estas letras les van creciendo alas
que son canto de amor que se hace lucha.

Los feudos se enriquecen y entretanto
veo pobreza atroz, que es una injuria
y arremete la fusta de mi furia
y ante el poder inicuo me levanto.
La patria está en peligro de quebranto,
mi rebelión del alma está naciendo,
este camino seguirá existiendo
por todo aquel que siga andando en él,
y el estilo de Vicente Espinel 
es tizón que mi canto va encendiendo.

Autor: Rubén Sada

25 de febrero de 2016

LO BUENO Y LO MALO (Décimas, con Nayla Beltrán)

LO BUENO Y LO MALO

Décimas, con Nayla Beltrán

—(Rubén)—
Queriendo elevar poesía
como un canto que se baila,
le propongo, amiga Nayla, 
conjugar nuestra autoría.
La espinela será guía
para hermanar un gorjeo,
y si usted se anima, creo,
respóndame lo que quiera:
dígame a qué considera
bueno, malo, lindo y feo.

—(Nayla)—
Qué difícil desafío
me propone Rubén Sada,
pero aquí estoy, mesurada
y esta décima le envío.
Con todo el aprecio mío
trataré de responder
lo que para mí ha de ser
bueno, malo, lindo y feo,
que como bien yo creo
es de dónde se ha de ver.

—(Rubén)—
¡Cuánta verdad hay en ello!
Depende el punto de vista
de lo mismo, lo que exista,
puede ser horrible o bello.
Bueno o malo, será aquello
dependiendo qué uso dé,
un fósforo encenderé
para tener luz y brillo,
mas, con el mismo cerillo
quizá un bosque incendiaré.

—(Nayla)—
Lo mismo que ese cerillo
va mutando en su existir,
en su comienzo al vivir
de tono medio amarillo.
Tiene en su labor sencillo
una risoña lindura,
mas, su pequeña hermosura
se avejenta hacia un costado
quedando luego afeado
y aún de belleza pura.

—(Rubén)—
¡Lo bello es tan subjetivo!
Nunca ha de ser absoluto.
Lo delicado y lo hirsuto 
confluyen en su objetivo.
Como ejemplo le describo
a la flor más femenina,
una rosa coralina,
aterciopelada, hermosa,
a cuyos pétalos rozan
amenazantes espinas.

—(Nayla)—
También lo malo y lo bueno
ha de ser subjetivado,
por ejemplo es consumado
que la mentira en su seno
es mala en cualquier terreno.
Sin embargo, cuántas veces
se puede evitar con creces
al otro inútil dolor
evitando, por amor,
una verdad que entristece.

—(Rubén)—
Tema espinoso, por cierto,
la mentira y la verdad:
el torcer la realidad
no nos conduce a buen puerto.
Mas, la mentira, le advierto,
tampoco conduce al bien,
y mina en un santiamén
cualquier relación estable,
mejor la verdad se hable:
¡se lo asegura Rubén!

—(Nayla)—
Todo lo que conocemos,
absolutamente todo,
se puede ver de dos modos,
si dos caras poseemos.
En Papá Noel creemos
y sólo en justo momento,
madurado el sentimiento
la verdad has de saber,
la verdad es entender
el contexto, y no le miento.

—(Rubén)—
Dice la publicidad
que la Coca Cola es “buena,”
que al tomar desencadena
la mayor felicidad.
Mas, nada es menos verdad
que excederse en la glucosa,
toxina es la sacarosa,
y el exceso de glucósido,
te afloja hasta el peor óxido:
¡qué propaganda engañosa!

—(Nayla)—
Esa es la peor mentira,
de la que hay que desasnarse,
con información armarse
para entender cómo gira.
El sistema que nos mira
como corderos hambrientos,
que de amor y paz sedientos
buscamos, erróneamente
el bienestar aparente
sin ahondar el pensamiento.

—(Rubén)—
A media letra nos vamos, 
qué lindo es estar de acuerdo,

—(Nayla)—
quedarán en el recuerdo 
las ideas que esbozamos.

—(Rubén)—
Los temas desarrollamos,
los versos vienen y van,

—(Nayla)—
y en nosotros dejarán
una amistad encontrada,

—(Rubén)—
¡gracias, dice Rubén Sada!
¡Aplauso a Nayla Beltrán!

¡Gracias, Nayla Beltrán, por compartir tu hermosa poesía y gran talento! Publicado en el libro DE DIEZ, de Rubén Sada (Año 2015)

EL TALLER Y LA ESCUELA (Décimas, con Manuel Hermosi)


EL TALLER Y LA ESCUELA

(Décimas, con Manuel Hermosi)

—(Manuel)—
A usted lo voy a invitar
en décima improvisada,
al paisano Rubén Sada
un verso le vi’á dejar. 
Y con gusto preguntar
ya que ha abierto la tranquera,
porque vi en la matera,
que se vino un chaparrón,
digo yo de corazón…
¿se vino la primavera?

—(Rubén)—
Se vino la primavera,
mi buen amigazo mozo,
y aunque el clima no es hermoso
Manuel Hermosi la espera.
Anhela que floreciera
para juntar lindas flores,
de muchos bellos colores,
para a su mamá entregarle
y con besos obsequiarle
floreos que son primores.

—(Manuel)—
Floreos que son primores
vi’á mi madre regalar,
y con gusto improvisar 
para demostrar mis flores.
Si entre tantos payadores
como el paisano Gabotto,
si soy de su planta un broto 
junto ya con Rubén Sada,
y aunque hoy no hay paisanada
hacemos mucho alboroto.

—(Rubén)—
Yo le quiero preguntar:
¿cómo le va en el colegio?
¡Dicen que es alumno regio!
Y de grado va a pasar.
Quizás pueda contagiar
a algún que otro compañero,
para que llene el tintero
con la tinta de escritor
y ser un buen payador
como lo es usted, aparcero.

—(Manuel)—
A usted le voy a contestar 
que tengo este privilegio,
pongo fuerza en el colegio
y lo voy a demostrar.
Y le quiero preguntar
a usted, por hombre campero,
si recorrí los senderos
y es algo de no creer,
practico para el taller 
con Rubén, mi compañero.

—(Rubén)—
Adelante, con lo propio,
practique, nomás, Hermosi,
haga una metamorfosis
que si es payador, lo copio.
Sus versos yo los acopio
invitándolo a mi libro,
con sus rimas me calibro,
porque usted es de buena escuela
y con su brava espinela,
siento la poesía y vibro.

—(Manuel)—
En mis décimas camperas
dedicadas a su libro, 
mientras que yo las calibro 
para que no sea sonsera, 
lo invito yo a mi matera 
del taller de payadores,
yo le regalo mis flores
al paisano Rubén Sada,
en décima improvisada 
dejo mis versos mejores.

—(Rubén)—
Manuel, de ‘hermoso’ apellido
resultó ser mi compinche,
haga conmigo bochinche
y yo también haré ruido.
Sus versos son bien fluidos,
importante es su escritura
no descuide la lectura,
porque en ella está la llave
para que no se le acabe
la llama de la cultura.

—(Manuel)—
La llama de la cultura 
nunca se puede acabar,
y un verso le vi’á dejar 
para abrirle las tranqueras.
Si hay milongas camperas 
se sigue la tradición, 
y digo en esta ocasión 
en un verso improvisado, 
voy a dejar mi pasado
con mi mayor emoción.

—(Rubén)—
A medio decir nos vamos
con cultura y amistad

—(Manuel)—
payamos con libertad 
que entre versos dejamos.

—(Rubén)—
La misma huella que andamos
nos conduce a un vergel

—(Manuel)—
Con este paisano fiel, 
en frente a la paisanada

—(Rubén)—
Gracias dice Rubén Sada:
¡Aplauso a Hermosi Manuel!


¡Gracias, poeta Manuel Hermosi, por compartir tus versos!
Poema publicado en el libro DE DIEZ, de Rubén Sada.(2015)

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