30 de abril de 2014

POR ALGO EN LA TIERRA ESTÁS

poema dia del padre, día del niño, adolescencia

POR ALGO EN LA TIERRA ESTÁS


I
Muchacha, no te enojés 
si estas cosas yo te digo.
Ayer hablaste conmigo 
y te vi llorar, no aflojés.
No, piba, no lo dejés 
que te embalurde el chabón; 
ese otario, el corazón,
que medio te está fallando,
hablale de cuando en cuando 
pa' que aguante el tropezón.

II

Decile que vos no sos 
culpable de tu destino,
que si andás por mal camino 
por algo lo quiso Dios.
Decile, piba, que vos 
vivís el triste quebranto 
de ver mojada con llanto
la blancura de tu almohada,
cuando de noche cansada
buscás un consuelo santo.

III
Decile que si vivís 
emborrachada de vicios 
es tan cruel tu sacrificio 
que sin quererlo morís.
Decile que sos feliz 
cuando tus ojos se cierran 
y te apartas de la tierra 
sumida en sueño profundo 
alejándote del mundo 
y de las cosas que encierra.

IV

Qué se yo; te vi llorar,
tuve ganas de abrazarte,
en mi pecho cobijarte,
pero no te pude hablar.
Y me largué a caminar 
buscando un poco de luz 
pensé, muchacha, en la cruz 
que a tus espaldas agobia,
vos que pudiste ser novia 
del buen hermano Jesús.

V

Pero no importa, no aflojes,
por algo en la tierra estás,
que Él en su dulce paz 
a quien más sufre recoge.
Y cuando alguno te arroje 
una injuria despiadada 
no piba, no digas nada,
déjalo irse, déjalo, 
a tu espíritu calmalo,
seguí tu farsa alocada.

VI

Y pensá que hay un poeta,
que hay un hombre que camina,
a quien dañan las espinas
de tu existencia, pebeta.
Que en noches serenas, quietas
hasta un jardín se acercó
y tomando hermosa flor
la besa besando tu alma,
y en esa inefable calma
por vos piba, lagrimeó.

Juan Arrestía

CONSEJOS


CONSEJOS


I

Muchacho, que andás de farra
todas las noches por ahí
escuchá a este "cusifai"
que quiero soltar amarras.
Yo figuré en la pizarra
a ganador o a placé.
Si me ha tocado perder
son cosas que no interesan,
pues no en vano, en mi cabeza
cabellos blancos se ven.

II

Yo que conozco esta vida
como la palma e'mi mano
te doy un consejo: hermano,
largate pa' tu guarida.
No creas que es la bebida
la que me hace hablar,
así yo también cachorro
fui y tuve mis veinte años
pero, ya los desengaños
mataron lo que hay en mí.

III

Tuve muchos entreveros
donde copé, o me hice el gil,
tuve papeles de mil
que por otario se fueron.
Siempre copaba primero
el naipe que me gustaba
y en las carreras dejaba
todo el trabajo de un mes,
así que viejo, ya ves
si conozco el derrotero.

IV

Conozco las madrugadas
por esas calles vagando;
conozco el estar tomando
sobre un mostrador mamao;
conozco el trance apurado
de esquivar al pegador
que prepotente y traidor
nos tira la puñalada,
y conozco las mancadas
o ternuras del amor.

V

Conozco al amigo fiel
que se rompe por nosotros;
también conozco a los otros
que se arrugan cual papel;
conozco la triste y cruel
miseria del populacho;
conozco al hombre que es macho
al cobarde, al batilana,
también conozco a la cana
que casi me manda al tacho.

VI

Conozco el boliche inmundo,
bodegón o cafetín;
conozco el griego y latín
porque he recorrido el mundo;
con este verso profundo
muchacho, quiero advertirte,
que si vos no querés irte
por seguir esta milonga
a llorar nunca te pongas
si alguno quiere rendirte.

Juan Arrestía.

HAGAN JUEGO (de Juan Arrestía)

juego del amor
El juego del amor

HAGAN JUEGO


Prueben suerte, hagan juego,
ante mis ojos las veo
como demonios danzar
en un brasero de fuego.
Hagan juego, frase fatal que en mi vida
fue como el triste presagio ´
pa' mi existencia perdida.
En un sin fin de partidas
yo derroché una fortuna.
Jugué una, cien, mil veces,
mas, cual si yo fuera el trece
no la acertaba ninguna.
La pasión me devoraba,
las barajas me atraían,
y yo, infeliz no veía
que hacia un abismo rodaba.
Mientras fuerte palpitaba
en mi pecho, el corazón,
esperando el desenlace
de un final con emoción,
allá, en un triste casuchón,
en un lecho vacilante,
mi pobre vieja moría
llamándome, sollozante,
y yo anhelante jugaba,
perdía, ganaba,
pero al fin me retiraba
cabizbajo y delirante.
Y una noche, triste noche,
que en mi vida
jamás la podré olvidar,
llegué a mi casa,
la hallé dormida,
pero en un sueño que nunca
jamás pudo despertar.
Caí de hinojos delante
de su lecho sollozando
pero, yo no la estaba mirando,
no la podía mirar,
porque delante de mis ojos
miles y miles de cartas
pusiéronse a danzar;
creí el consuelo buscar
elevando una oración
y mi espíritu se alzó
buscando a Dios en su seno
pero allá arriba, estaba lleno
de naipes que me miraban
y veía en mi delirio
que pa' aumentar mi martirio
ellos reían, gozaban.
Sí, allí estaba el rey de oro
como queriendo decir
que había perdido un tesoro
en la madre que hice morir
porque yo, atraído por el juego,
por la baraja maldita,
no cuidaba a la viejita
y no atendía sus ruegos.
También estaba el de copas
contemplándome burlón
y escuchar me pareció
que sonriéndose decía
que como esa, sería
la copa en que iba a beber
la amargura de mis días
y el gran dolor de mi ser.
Y uno tras otros siguieron
en su desfile malvado
hasta que ya, doblegado,
mi espíritu, de dolor,
fue cayendo en el sopor
de un sueño que lo embriagaba
y así, durmiendo, soñaba
que todo fue una visión.
Fueron pasando los años
me hice bueno, fui honrado
y casi había olvidado
lo que pasó en un antaño,
cuando una tarde, ¡la vi!
¡Hermosa, cual primavera!
Yo le conté mis quimeras
y ella endulzó mi existir,
mas, no pudo ser feliz
porque otro la deseaba.
Una noche me encontraba
y un desafío sentí.
Yo fui cobarde, fui ruin,
pues el valor me faltó
y así, que en vez de jugarla
con la punta de un facón
yo invité a una partida,
y el naipe me la llevó. . .
Pero ahora que no tengo nada
y sé que es cosa perdida
me dan pa' mí la tallada
si pongo en ella mi vida...
¡No! ¡Tengo miedo de morir!
¡Prueben suerte! ¡hagan juego!

Juan Arrestía


LA CULPA LA TENGO YO

padre y madre con hijo adolescente


LA CULPA LA TENGO YO

I

La culpa la tengo yo,
salí pa' afuera y pensaba.
El purrete no llegaba
y la culpa la tengo yo.
La verdad que me fayó,
le dije 'vení temprano'
porque soy como un hermano
con el pibe, les prevengo,
es el único que tengo
y él me labura de afano.

II

Mi señora me rezonga:
"Vos le das todos los gustos
y yo no gano pa' sustos,
¡si la sabré esta milonga!
Es preciso que te pongas
un poco más riguroso,
todavía es un mocoso
y no va a hacer lo que quiera"...
¡Dios mío! La que me espera,
yo la escucho y me hago el oso.

III

Salí pa' afuera y pensaba:
'Mi vieja fue así también.
Si no caminaba bien
sabés cómo me chillaba'.
Mientras mi viejo escuchaba
y mi viejo fue polenta;
hoy que pasé los cuarenta
y hace tanto tiempo de esto,
me acuerdo y me encaja el pesto
el cuore sin darme cuenta.

IV

Cuando el purrete llegó
me dijo que se entretuvo,
y ¡quién doce años no tuvo!
La verdad me desarmó.
Bastante bien me explicó
de que eran lindos los juegos,
decime, vos, si le pego,
¿estaba bien, te parece?
Y vos sabes que ellos crecen
dejando de ser borregos.

V

Andá pa' adentro; largá,
arréglate como puedas,
yo me quedé en la vereda
sonriendo al escuchar:
¡Al final, vas a ganar
que no te dejen salir!
¡Vos me vas a hacer morir
mocoso de porquería!
Yo escuchaba y sonreía
y sabes, creía sentir.

VI

La voz de mi viejecita
-ella también lo decía-
¡qué lejos están los días
de esa infancia tan bonita!
Y cayó la tardecita,
debió pasar un buen rato
y vos sabés que estos fatos
uno los tiene sobrados,
el punto salió cambiado
haciéndose el pobre gato.

VII

¿Cómo, che? ¡Ya te piantás!
"Y... mamá me dio permiso"...
Después del lío que hizo
¡Qué bien que te la arreglas!
Agarró y se fue, no más,
la culpa la tengo yo.
Macanas, allí talló
el corazón de la madre
que le echa la culpa al padre
cuando el pibe les falló.

VIII

Así son todas, es justo,
¿cómo querés que ellas sean?
Gritan, rezongan, pelean,
que la matan a disgustos.
Los hijos somos injustos
porque ellas, las madrecitas,
quieren ser siempre ¡mamita!
Que cuando éramos borregos
hamacaban junto al fuego
¿no es cierto? nuestras cunitas.

IX

La culpa la tengo yo...
¡qué voy a tener la culpa!

Autor: Juan Arrestía - Poeta de Quilmes

COSAS DE MUCHOS (Décimas de Juan Arrestía)

borrachos en un bar


COSAS DE MUCHOS

I

Estaba una noche yo 
en un boliche cualquiera,
las dos más o menos eran 
cuando esto sucedió.
Un hombre joven entró
tambaleándose en sus pasos,
noté no sé qué fracaso
en su profunda mirada 
y sus pupilas cansadas 
al dolor le abrían paso.

II

Se dirigió al mostrador
apoyando allí los codos 
y pausado, de este modo
al bolichero le habló: 
¡Sirva una vuelta patrón! 
Para mí y a los presentes,
no se extrañe si mi frente 
se inclina ante el vaso lleno,
ya que él me saca el veneno 
que en mi pecho está latente.

III

Soy un hombre que camina
cansado hasta de sí mismo,
que al dolor, al pesimismo 
y a la amargura se inclina.
Yo represento la ruina 
que el hombre esconde aparente, 
yo sé que mi turbia mente
divaga con el alcohol,
pero a veces, como el sol 
brilla mi verba elocuente.

IV

No me pregunte quién soy
pues ni yo mismo lo sé.
Si canso, perdóneme
ya que en seguida me voy.
Lo que usted me escuche hoy
eche mañana al olvido,
soy un hombre que ha vivido
cosas que muchos ignoran,
la vida torturadora
el alma me ha carcomido.

V

Ando, anduve y andaré,
sé de todos los caminos,
andariego mi destino 
mucho me hizo conocer.
A la miseria palpé 
de cerca, entre miserables,
yo no quiero que me hablen 
de filosóficas plumas 
que no conocen las brumas 
de la realidad palpable.

VI

El mundo es malo, patrón,
créame lo que le digo.
Yo no tengo ni un amigo 
ni me alienta una ilusión.
La gente con su ambición 
me desespera y me aterra,
si a veces veo en la tierra 
el mismo infierno del Dante,
mi alma desesperante 
se agita en continua guerra.

VII

Bueno, patrón, cóbrese 
el gasto que yo le he hecho,
ya, medio, alivié mi pecho 
y me voy, dónde, no sé.
No quiero me vea usted 
las pupilas empañadas,
llorar es una pavada 
pero a veces en la vida 
unas lágrimas perdidas 
se nos escapan por nada.

VIII

Pues cuando me veo así
por la bebida mareado
me ataja el ser venerado
que quiero con frenesí.
¡Mi madre! Que me ata, ¡sí!,
por quien todavía soy bueno,
que sino este veneno
que tengo guardado yo...
hasta la vuelta patrón
¡lo que haría es lo de menos!

Juan Arrestía (El poeta nochero, de Quilmes)

29 de abril de 2014

SONETOS SIN UNA VOCAL (Celedonio Junco de la Vega) Martín de San Martín

sonetos sin vocales

Autor: Celedonio Junco de la Vega

SONETO SIN LA a
Martín de San Martín

El sol en el cenit tiene esplendores
tiene hermosos crepúsculos el cielo;
el ruiseñor sus trinos y su vuelo;
corriente el río, el céfiro rumores.

Tiene el iris sus múltiples colores,
todo intenso dolor tiene consuelo;
tienen mujeres mil, pechos de hielo
y el pomposo vergel tiene sus flores.

Tienen sus religiones los creyentes,
tiene mucho de feo ser beodo,
tiene poco de pulcro decir mientes,

todo lo tiene el que lo tiene todo
y tiene veinte mil inconvenientes
el escribir sonetos de este modo.


SONETO SIN LA e
Martín de San Martín

Con ojillos oscuros, luminosos,
ambas tan blancas como dos palomas,
cruzando prados y salvando lomas
hoy las vi con dos pícaros gomosos.

Iban con ambas pollas orgullosos,
cortándolas aquí jugosas pomas,
dándolas más allá lícitas bromas,
pasando así las horas muy gozosos.

Cuando callaron todos los ruidos
y la pálida luz agonizaba,
los pájaros volaban a sus nidos.

Y sus hojas la flor mustia doblaba,
y los cuatro cogidos por las manos
tornaron a sus casas muy ufanos.



SONETO SIN LA i
Martín de San Martín

Blanca como la luz que el alba arroja,
pura como la flor que el aura mece,
por ella oculto, pero noble, crece,
este amor que locura se me antoja.

Cuando en llanto su faz la pena moja,
¡cuán hermosa a los ojos aparece!
¡Tanto el pudor en ella resplandece,
que, al ensalzar sus galas, se sonroja!

Pero su corazón amor no altera;
yo del suyo soñando con la palma
juré adorarla con el alma entera.

¡Mas todo ve con desdeñosa calma!
¿qué alcanzará? que grande, hasta que muera,
guarde entero su amor por ella el alma.



SONETO SIN LA o
Martín de San Martín

Gime desamparada Magdalena,
víctima de pesares que la matan;
y sus pupilas el raudal desatan
de lágrimas que acusan tanta pena.

Ayer amaba de esperanzas llena;
mas ya, ¿qué dichas a la vida le atan?
¿A qué vivir, si así se desbaratan
venturas en que sueña un alma buena?

¿Quién tal infamia tiene permitida?
El que al pie del altar la fe le jura,
huye y la deja en la amargura hundida,

¡a ella siempre buena y siempre pura!...
Virtud, santa virtud, ¡sé tú la egida
de esa infeliz que gime sin ventura!



SONETO SIN LA u
Martín de San Martín

Soneto me pedís en donde omita
la postrera vocal del alfabeto;
y en dos por tres pergeñaré el soneto
si no se llega a enmarañar la pita.

Nadie para tal obra necesita
estar de genio y de saber repleto;
basta paciencia y sale del aprieto
toda persona en el rimar perita.

¡Vanidoso! -exclamáis-, ante el sentido
del octavo renglón; mas yo no paso
por mote, a mi entender, inmerecido.

Vanidad, si la tengo, será acaso
en haberme de sobra conocido
para no pedir sitio en el Parnaso.

DOS HIJAS MONSTRUOSAS (Soneto contra "Corrupción" e "Impunidad", dos hermanas que reinan en Argentina)

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DOS HIJAS MONSTRUOSAS

"Para que triunfe el mal, solo es necesario que los hombres buenos no hagan nada" ~ (Edmund Burke)

Has tenido dos hijas, 'patriamama',
dos hijas que asesinan tu progreso.
Una termina con la vida humana,
la otra evita que el protervo vaya preso.

"Corrupción" e "Impunidad", sendas hermanas
que ultrajan a tu pueblo, cual divieso.
Monstruosas ambas son, viles e insanas,
y ponen la nación a retroceso.

Con su prima "Justicia", son atroces,
vilipendian, denigran, prostituyen
el honor y dignidad del argentino.

Que todas las personas alcen voces:
¡"Corrupción" e "Impunidad" destruyen!
¡Dos hermanas que van por mal camino!

© Rubén Sada - 29/04/2014

18 de abril de 2014

ANOMIA Y LINCHAMIENTOS

linchamientos, justicia por mano propia, sin Ley, anomia

ANOMIA Y LINCHAMIENTOS

" Me verás volar por la ciudad de la furia...
Me verás caer como un ave de presa...
Me verás caer como una flecha salvaje...
Me verás caer entre vuelos fugaces.
Buenos aires se ve tan susceptible,
es el destino de furias lo que en sus caras persiste."
("La ciudad de la furia" - Gustavo Cerati)

La violenta ciudad no es vida hermosa
y a familias pacíficas no alegra.
La Ley no las protege ni se integra
transformándose en Ley harto culposa...

Una anomia* se yergue, peligrosa,
y el contrato social se desintegra;
causa más muertes que la peste negra,
llenando de odio y hiel la oscura fosa.

Cuando la Ley no vela por el justo
y hacia el crimen, hay condena ausente,
porque el dinero es lo que está presente...

Cuando el Código Penal es tan injusto
que un juez libera pronto al delincuente,
la furia en manos propias es demente.

© Rubén Sada - 15/04/2014
  
*Significado de anomia: Ausencia de la Ley o reglas; desviación de las leyes naturales. Ausencia de normas sociales.

Bruselas, Bélgica, el 7 de junio de 2020

13 de abril de 2014

HACINADOS (Soneto de una niña violada)

hacinamiento es promiscuidad, violaciones, violencia sexual

HACINADOS

Soneto de una niña violada.

Ese vientre en dolor que ya ha gestado
la violencia y ternura, sentimiento,
impidió con mil gritos de lamento
detener tanta furia, y ha llorado.

Inocencia violada, arrebatado,
cercenó tierna piel, zarpazo cruento.
Un destino infeliz, harto sangriento,
condenó al sufrimiento al hacinado.

Una alcoba, gris, sola, y un camastro,
con seis niños, resulta un mal ejemplo.
Alcohol y vagancia, mal padrastro

completaron la orgía de ese templo.
Una hiena escapó, sin dejar rastro,
más que un poco de semen como premio.


© Rubén Sada - 25/07/2012 - Publicado en el libro "Poesía antisistema".(2014)

ESTADÍSTICAS SOBRE VIOLACIONES:

http://www.slideshare.net/JJoseAlferez/estadsticas-violacin-pocos-pases-de-amrica-y-los-estados-unidos-12145197
http://es.globometer.com/criminalidad-violaciones.php


DOSCIENTOS AÑOS NO ALCANZARON

impunidad, delitos, castigos, argentina, conflictos sociales
Delitos y castigos, en Argentina

DOSCIENTOS AÑOS NO ALCANZARON


Se tiñó el pabellón de rojo sangre
en la cruenta Argentina del pasado.
Sendos siglos de riñas y masacres
fueron pocos: los años no alcanzaron.

No alcanzaron, y no nos dimos cuenta
de lo estúpido que es hacernos daño,
de lo inútil de hacer la vida cruenta:
¡Si no estamos unidos, todo es vano!

Cada cual protegiendo su quintita,
que total no importaba la de al lado.
Lo que más preocupaba: la platita,
aunque luego no valga ni un centavo.

Una guerra equívoca en Malvinas,
una triste historieta, vulgar chasco,
gobernados por mentes asesinas,
y el fantasma: la guerra, que da asco.

San Martín soñó ver la patria libre,
Hernández, vernos juntos como hermanos.
Ninguno de los dos, de tal calibre,
verá el sueño, al fin realizado.

Excesiva inflación y mil saqueos
de ladrones, por leyes liberados.
Altibajos de un pueblo en zigzagueos,
y 'negocios' con firmas del Estado.

Sendos siglos de noche, negros días,
en que no distinguimos al tirano,
y tampoco entendimos todavía
al infame enemigo de este llano.

Para darnos idea de este encono,
poco y ‘nada es veinte años’, rezó el tango.
No alcanzaron las vidas de colonos,
ni bastaron, tal vez, doscientos años.

© Rubén Sada - 26/10/2010.

11 de abril de 2014

SECUESTRADO POR LA "LIBERTAD"

trabajadores en un tren, libertad, esclavitud laboral

SECUESTRADO POR LA "LIBERTAD"


Secuestrado estoy yo, por el sistema,
aunque tenga supuestas "libertades".
Yazco aquí, secuestrado en las ciudades
sin poder escapar de los problemas.

Soy rehén de la iniquidad suprema,
y me inmolan mayúsculas crueldades,
y habitando un país, peor que el Hades,
no soy libre de huir, es mi dilema.

Libertad, que desborda de cautivos
engordando intereses agobiantes,
que me roban la vida en un instante

aunque me hagan creer que sigo vivo.
Tiranía, secuestro esclavizante
para llenar los Bancos de efectivo.

Rubén Sada. 11/04/2014

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10 de abril de 2014

ROMANCE DE LOS DOS MUNDOS



ROMANCE DE LOS DOS MUNDOS


En este mismo momento
en dos puntos del planeta,
dos mundos se están gestando
con tremendas diferencias.
Dos niños están naciendo
de mujeres parturientas.
Debieran ser parecidos,
mas, la distancia es inmensa.
Uno está en tierras de paz,
otro en medio de la guerra.
Uno está en cuna de lujo,
al otro en paja lo acuestan.
A uno arropan trapos viejos,
al otro un ajuar de sedas.
Uno vive en un palacio,
el otro en rancho que apesta.
Los dos niños tienen brazos,
y en sus cuerpitos dos piernas,
pero uno el estómago flaco
y el otro la panza llena.
¿Por qué ellos son tan distintos?
¿Por qué hay tantas diferencias?
Si es el mismo el sol que brilla,
la misma luna y estrellas,
si todos somos hermanos,
hijos de Adán y Eva…
¿Por qué se gestan dos mundos
con tremendas diferencias?
Después de tanto estudiarlo,
creo que hallé la respuesta.

Rubén Sada. 19/11/2013.

TREINTA MIL ( Soneto de las víctimas del hambre, cada día )

TREINTA MIL

Soneto de las víctimas del hambre, cada día.


Treinta mil mueren hoy, igual mañana,
sin más pan que el crujido de sus dientes.
Es el plan genocida de las mentes
de una casta de fieras inhumanas.

Nunca ven los balances gente hermana,
pero son a los Bancos asistentes.
No hay piedad, compasión, que condimente
el manjar de la bestia: carne humana.

No hay dinero, no alcanza para hambrientos,
pues qué importan los niños, los ancianos.
Pero sí se malgasta en armamentos

detonados por ansias de tiranos.
Esta noche, sin platos ni alimentos
treinta mil dejarán de ser hermanos.

 © Rubén Sada. 28/07/2012



EL GRAN DÍA


EL GRAN DÍA


El día que política y cultura
se hermanen juntos en robusta alianza
como hoy lo son política y finanzas,
habrá de ser la vida menos dura.

El día que los Bancos se humanicen
y dejen de emitir palabras falsas,
engaños, ilusorias propagandas
y las deudas del pueblo finalicen...

Despertarán los pueblos ese día,
sintiendo amanecer la humana aurora,
cambiando el padecer del negro otrora

por el ser de la espléndida poesía...
¡Sólo ahí, será esperanzadora
la blancura y candor de ese gran día!

Rubén Sada. 26/11/2013.

6 de abril de 2014

¿"SERÁ JUSTICIA LO QUE EL JUEZ DECIDE"?

impunidad, justicia, poema social, delito
Si reina la impunidad la justicia no existe

"¿SERÁ JUSTICIA LO QUE

EL JUEZ DECIDE?"

—soneto
Concupiscencia mortal y despiadada
prospera entre los jueces y el delito.
Se escucha otra vez, muy fuerte el grito
por tanta gente inocente asesinada.

El pueblo clama por "justicia", y nada.
Sufre el manso la violencia del maldito.
Es verdad la impunidad, y no es un mito,
cuando queda en libertad la mano armada.

¿"Será justicia" lo que el juez decide,
cuando la misma puerta giratoria
les da la bienvenida y los despide?

¿"Será justicia" este girar de noria
en que el culpable ya libre, reincide,
destruyendo otra familia y otra historia?

Rubén Sada. 6/4/2014

3 de abril de 2014

PACTO FALLIDO


PACTO FALLIDO 


Un pacto siniestro 
a oscuras se trata. 
Entablan dos mentes 
tenebrosa alianza. 
Secretas reuniones 
planeando la caza, 
sellando, perversas, 
dos manos se abrazan. 

Las reglas las pone 
quien pone la plata. 
El otro obedece, 
simplemente acata. 
Se fijan los tiempos, 
se trazan los mapas, 
se estudian detalles 
y nada se escapa. 

El plan es perfecto, 
no concibe falla. 
La guardia privada 
sabe todo y calla. 

Ha llegado el día. 
Despunta ya el alba. 
No hay más responsables 
que estrellas y franjas. 
Hay muchos actores. 
Hay plaza colmada. 
Apunta la mira... 
Cargada está el arma... 

Se acerca el momento... 
¡pero algo retrasa!... 
Un flojo mosaico... 
¡tropieza el monarca! 
¡Hay "cambio de ruta"!... 
Y el pacto fracasa. 
Los nuncios festejan... 
¡está a salvo el papa! 

30 de marzo de 2014

SONETO CONTRA EL GLIFOSATO


SONETO CONTRA EL GLIFOSATO


Avión, que desde el cielo nos fumigas,
con chemtrails que diluvian glifosato,
sumándonos dolor y asesinato
nos matas como a insectos, como a hormigas.

Con tóxicos, temibles pesticidas,
rocías de las nubes, sus estratos,
y el cáncer nos diezma igual que a patos
espantados ante rifles homicidas.

Tu exterminio, letal y traicionero
encubre "producción" con "mejor vida".
Más mortífero es, peor que el SIDA.

Monsanto, monstruo vil, bestial, artero,
nos obliga a beber su fungicida
pero ellos se emborrachan con dinero.

Rubén Sada. 30-03-2014.

29 de marzo de 2014

TE LLEVO EN MÍ (Soneto de amor, de Rubén Sada)

Arjona Delia y Rubén Sada, poemas de amor

TE LLEVO EN MÍ


Tu olor llevo impregnado en mi garganta
y tu sabor se infiltra hasta en mis poros.
Tus cabellos me entonan dulces coros,
tu sonrisa es la vida que me canta.

Llevo el sol de tu néctar, que me encanta,
y el sopor de tus sueños tan sonoros,
Y es el cielo, tu pecho que enamoro
y tus manos, que abrigan como manta.

Este inmenso amor, hoy se agiganta,
transitando el camino de la vida
cada mañana en que el sol se levanta.

Y en el centro de mi alma en la que anidas
hay toneladas de tu esencia, tanta,
que alcanzan para el resto de mis días. 
  


Rubén Sada  - 29-03-2014

26 de marzo de 2014

LOS SALONES DEL OTOÑO (Poema Díptico, de Rafael de Diego)

otoño, atumm, hdr


LOS SALONES DEL OTOÑO 

(Poema Díptico, de Rafael de Diego)

En esta tarde triste, en que la lluvia fría
cae sobre la ciudad, interminablemente,
nos atrae como un viejo amigo confidente
con sus rincones tibios, la quieta galería.

Los salones de otoño. Pinturas extranjeras
abriendo ante nosotros ideales visiones;
paisajes en que flotan peregrinas canciones
tanto ansiados por nuestras almas aventureras.

Después... entre el recuerdo de bohemios dolores
evocados delante de firmas que queremos
y añoranzas de amigos, que se hicieron pintores

sentimos concretarse nuestra melancolía
ante un rostro de niña, a quien jamás veremos
y que tal vez ya duerme bajo la tierra fría.

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Bello rostro de niña, diseñándose apenas
entre grises de ópalo como luna con sombra;
nuestra alma soñadora parece que la nombra
igual que a la cautiva de las mismas cadenas.

Dolorosas pupilas, pupilas fraternales
llenas de un amor vago, humanamente ingenuo,
no sé qué angustia asilan, que destellan un ténuo
resplandor que adormece nuestros antiguos males.

(Junto al marco, después de una firma francesa,
nos turban unos números... corrieron muchos años),
Oh, emoción avivando nuestra amable tristeza,

de esa alma, que sería el alma que consuela,
sólo quedan, por sobre placer y desengaños
esas dulces papilas surgiendo de la tela.


Autor: Rafael de Diego. Año 1915 - de su libro LAS ANGUSTIAS.

Ver más poesías sobre el otoño:

RUBÉN SADA - LOS COLORES DEL OTOÑO

25 de marzo de 2014

ORACIÓN FÚNEBRE A ALMAFUERTE

muerte de almafuerte poeta, pedro b palacios,

ORACIÓN FÚNEBRE A ALMAFUERTE

-Pronunciada en la muerte del poeta ante un público invisible-

Señores: Ha muerto el poeta del Hombre. Se ha sumergido  en la sombra, para siempre, aquella lira inmortal. No hay un hecho más trágico y sombrío para el espíritu que este súbito aniquilamiento de una de esas montañas de Dios, de esos focos solares de la conciencia humana que habían encadenado en su palabra al tiempo y parecín destinados a la eternidad. Ello nos da una tremenda evidencia de la muerte, que parece en tal momento rozarnos el corazón con su ala yerta. Y es que cada vez que muere una de estas cimas muere también algo dentro de nosotros mismos. Parece a nuestra conciencia que en la caída de estos gigantes debiera vestirse de luto la Naturaleza entera. Sin embargo, el Universo no se conmueve, y aun a veces ni siquiera se constrista ni se entera la inculta humanidad. Así ha muerto Almafuerte, calladamente, como se abisma un astro en la noche; circundado de sombra y de silencio. Un joven amigo suyo que le asistía me ha contado sus últimos momentos, tan solemnes, tan graves y tan puros como lo fueron moralmente todos los actos de su vida. Aunque estaba muy enfermo, nadie sospechaba su fin próximo; cuando, hallándose un momento solo con él, este joven observó que las lágrimas se deslizaban por las mejillas augustas del poeta. Inquirió alarmado el joven y Almafuerte le tranquilizó; indícole que alejara de su lado a sus otros amigos que le cuidaban y se quedase solo con él. Entonces le habló grave y serenamente como lo puede hacer sólo un alma olímpica en estos instantes únicos de suprema tristeza. Le anunció que iba a morir dentro de pocos minutos; y le confió sus pensamientos íntimos, su testamento privado. Y cuando le hubo expresado su voluntad póstuma, despidióse de él diciéndole con estoicismo sublime: "Ahora déjame solo que voy a morir". Salió el joven de la estancia y al trasponer el umbral miró de nuevo al poeta y observó que éste elevaba la vista a las alturas y después abatía sobre su pecho la soberana cabeza que había albergado mundos.  De este modo penetró Almafuerte en el reino de la Nada, con la triste, serena impavidez de Sócrates y de Cristo.  Almafuerte, señores, no es un poeta en el sentido literal de la palabra; y sobre todo no es un artista, a pesar de la belleza que resplandece en sus obras. Almafuerte es más que artista y que poeta: es un Profeta, un Apóstol, un fundador de religiones. Su rango no es el de Shakespeare, ni el de Goethe, ni el de Dante y Homero. Su rango está entre los padres de los pueblos y las civilizaciones : está entre Budha y Orfeo, entre Moisés y Jesús. El no ha formado sectas ni capillas, pero ha fundado una religión tan alta y aún más alta que las anteriores : la religión de la Humanidad, la religión del Hombre. Almafuerte no ha cantado la belleza, ni el amor humano; ni los hechos exteriores, ni la vida transitoria. Almafuerte ha cantado solamente lo que hay de eterno en el hombre, lo inmortal y lo divino de la vida humana; la ley moral que es el centro y la razón de ser de los orbes. Todos los poemas de Almafuerte, son himnos religiosos, honda y sobrehumanamente religiosos, donde resplandece como un dios el hombre interno y dicta su pragmática celeste "la sublime segunda naturaleza". Pero el misticismo de Almafuerte no ha sido la abstracción que se cierne sobre el hombre, como nube de incienso, y le envuelve y le ofusca el espíritu, ocultándole los cielos infinitos de su alma; su religión no está hecha de dogmas que amojonan y cercan el reinado interior, cerrándolo al universo circundante. Su religión y su misticismo arrancan de lo más hondo de las entrañas mismas del ser, y se remontan a los espacios y se extienden a todo el Universo; se dilatan en las lejanías más remotísimas e inescalables. No es el suyo, tampoco, un idealismo amasado con nardos e ilusiones, forjado en plácidos limbos e inconsciente de la realidad, como lo son casi todas las ideologías de los poetas y los ensueños de los redentores; la idealidad de Almafuerte, por el contrario, es un ímpetu loco de ascensión, es un ansia abrasadora de pureza, es una sed rugiente de divinidad y de alas. Pero él no desea jamás la redención para sí: la quiere para la chusma, para el caído y el reprobo, para el mísero y el vil, para el más ruin y más triste de los hombres. Y al hacer esto Almafuerte no trata de redimirse y enaltecerse a sí propio, por la caridad y el altruismo, como lo hace, en realidad, el espíritu cristiano : es que rompe y desgaja por estrechos, los raquíticos moldes de la humana justicia, es que corrige los códigos de una inicua moral utilitaria, es que reforma el mundo ; es que abre de par en par las puertas de los cielos para todos los hombres, a la vez que azota a éstos con los trallazos más duros y las más rudas violencias de su alma, para que despierten del letargo de la bestia y emprendan su ascensión hacia las cumbres, "el viaje supremo del vientre a las alas". Yo comprendo, señores, que mis palabras vais a juzgarlas osadas y desmedidas; y que hasta me haréis, quizá, el honor de motejarme de loco, arrojándome, así, sin merecerlo, este vocablo ya sacramental, por haber rebotado tantas veces sobre la testa jupiterina de los inmortales. Pero en honor al maestro y a vosotros mismos yo os debo decir ahora mi pensamiento integral sobre el Poeta. Debo deciros y os digo que mi convicción más honda, que mi concepto más íntimo, que lo que yo palpo y veo con las manos y los ojos de mi espíritu y mi alma es que Almafuerte es el hombre más humano, el más grande rebelde y el demócrata más puro que ha existido jamás; que ante la obra de Almafuerte se borra como una sombra la antigua sabiduría y comienza una nueva civilización . Ningún espíritu, hasta el presente, había entrado tan hondo como él en la conciencia humana; ningún otro había bajado a los profundos abismos del corazón del hombre; nadie como él había penetrado en las entrañas de la humanidad, para barrer de allí el fango y recoger las perlas, y fulminar y domar los tiranos y los monstruos con la audacia y la fuerza de un Hércules moral. Nadie tampoco, jamás, como Almafuerte, se rebeló contra todo despotismo : ya fuese el de la ciencia o el de la ignorancia; ya partiese de la chusma o del "Dios adusto y frío como el capataz de una cuadrilla de camineros" ; ya fuese la tiranía de la opinión, o la del César ensoberbecido que pretende someter al mundo. Nadie, en fin, como Almafuerte, se sumergió entre los parias y los hambrientos, unió su vida y su suerte a los miserables, renegó de toda cumbre que no fuese una cruz, e hizo "como los bueyes, mutualidad de yunta y compañero" con todos los aherrojados de la tierra. No encontraréis en la literatura o la poesía, ni aun en las más altas cumbres del espíritu humano, un ejemplo tan grande de humanismo; de bondad desbordada, rugiente y palpitante ; de renuncia de todo privilegio; de absoluto y silencioso sacrificio; de fulminación contra los Césares; de infinito desdén por toda aristocracia, aun inclusa la del genio. Sus palabras contienen una moral y un idealismo desconocidos hasta el presente para los hombres. Se encierra en ellas el germen de un nuevo ideal y los cimientos morales de una humanidad futura; en la cual no serán, como hasta hoy, quimeras irrealizables o vanas sombras equívocas la justicia, el amor y la libertad; esa excelsa trinidad de la conciencia humana, tan ensalzada teóricamente cuanto en los hechos escarnecida. Depositad, pues, en vuestros pechos, las palabras de Almafuerte ; enseñad a vuestros hijos, como la oración más pura, como el verbo de Dios mismo, los cantos y evangelios del poeta, y en el fondo de vuestra alma sentiréis germinar y florecer una nueva y más perfecta humanidad. 

ANTONIO HERRERO.


20 de marzo de 2014

DALE LAS GRACIAS AL PIBE (Poema de Juan Arrestía)

poema, padre, hijo

DALE LAS GRACIAS AL PIBE

I

Qué decís, vení, acercate,
no te quedés ahí parao,
me mirás como extrañao,
vamos, vení, acomodate.
Chapá una silla, sentate,
¡Sirva, mozo! ¿Qué tomas?
Como sonánbulo estás 
y no soy ningún extraño,
está bien que pasen los años,
mas creo que te acordás.

II

Ya sé que el mismo no soy,
me ves más viejo, lo sé,
los años que "allá" pasé 
me están deschavando hoy.
Pero aquí me ves, estoy,
decidido a comenzar,
mas, antes quiero aclarar
con vos una situación 
que aprieta mi corazón 
como queriéndolo ahogar.

III

Siempre me había extrañado,
perdóname, Dios, la queja,
de que estando yo entre rejas
vos no me hayas visitado.
Después que libre he quedado
seguí buscando el por qué
y al final lo averigüé...
¡No, no importa quién me lo dijo!
No te alarmes, tengo un hijo,
y ando sin armas, ya ves.

IV

En los momentos primeros
pensé en buscarte y cobrarme
pero llegué a controlarme
casi me he vuelto cordero.
Mas, hoy que te encuentro, quiero
gritarte tu proceder:
Pensaste que la mujer
del amigo encarcelado
iba a ser pa' tu bocado
y otra victoria a tu haber.

V

No, no te levantés, sentate,
ya lo dije, no te alarmes,
tan sólo vas a escucharme 
después que me oigas, andate.
De que yo existo, olvidate,
como yo me he de olvidar,
pero hoy que te puedo hallar 
sin buscarte, creemelo, 
este placer damelo,
de que así te pueda hablar.

VI

Y gritarte frente a frente 
tu rastrera y vil ofensa, 
con la mujer indefensa 
te hiciste el prepotente...
sin que llegara a tu mente 
¡de aquel amigo, el recuerdo,
te has portado como un cerdo!
Dale las gracias a un pibe
que desde hace un tiempo vive 
en mi más puro recuerdo.

VII

Y ahora sí, andate ya,
no te detengas un paso 
mientras sujeto mis brazos 
porque me pueden fallar;
"Cachorro', ya voy pa allá,
gracias, pibe, has detenido
la mano que hubiera herido 
con puñala mortal 
al que ofendió la moral 
de tu madre ¡hijo querido!

©Juan Arrestía - El poeta nochero, de Quilmes

Emancipación (Soneto para mi hijo Eduardo Sada)

Eduardo Sada, Rubén Sada


EMANCIPACIÓN


Hoy da comienzo el resto de tu vida
con la dicha de haberte emancipado.
¡Cuán felices de ver un hijo criado,
que siempre nos brindó tanta alegría!

Cada año que pase, cada día,
construirás la empresa de ser hombre
con la suerte y coraje de tu nombre,
con tesón, empuje y valentía.

Con júbilo apoyamos tu camino,
deseando que la vida te sonría.
¡Gran gozo, es ver tu autonomía!

Y como padres, dichosos nos sentimos...
Orgullosos, de ti, como argentino...
¡cuando hacés realidad tus fantasías!

Con mucho cariño, mamá y papá. 

Rubén Sada (24-09-2010)

¿POR QUÉ ME TRATAS ASÍ?

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¿POR QUÉ ME TRATAS ASÍ?



Dime qué te he hecho yo,

¿por qué me tratas así?
¿por qué me maltratas tanto?
¿por qué esa inquina hacia mí?

¿Por qué esa saña conmigo?

¡Será que te hace feliz!
Ni me querés como amigo,
¿por qué me querés ver sufrir?

Si siempre te he respetado,

¿por qué ahora discutir?
¿Por qué no pensás sumarnos
en vez de pensar dividir?

Tu buen trato lograría

una amistad sin fin.
Sino, el fin de una amistad
puede comenzar aquí.

Pues si no me respetás

como yo, respecto a ti...
si me hablás en duros términos,
más duros que un adoquín...

quiero que esta vez sepas

que me iré lejos de aquí,
para remendar mi alma
y vendar la cicatriz...

con alguien que no me trate

igual que a un pobre infeliz,
como vos me estás tratando,
y además de un modo hostil.

No sos mi madre ni padre,

y podemos disentir.
Pero siempre con respeto
pues la meta es construir.

Por favor dime qué hice,

¿por qué me tratas así? 

Rubén Sada. 30/04/2011


17 de marzo de 2014

SI TENÉS UNA PROTESTA, ESTARÁ EN VOS LA RESPUESTA

poesía, piqueteros, piquetes, protestas, cortes de calles

SI TENÉS UNA PROTESTA,
ESTARÁ EN VOS LA RESPUESTA


En este mundo oxidado en que el amor no vale nada,
una crisis de valores trepó a cifras muy altas.
El interés por el otro, que por el piso se arrastra,
consigue que el altruismo se cotice en franca baja.

En este paisaje urbano aparece la protesta,
de grupos de piqueteros que en la calle manifiestan,
impidiendo al que conduce llegar bien a su vivienda,
luego del duro día que saben que a todos cuesta.

A vos te hablo, piquetero, para quien la vida es cruenta,
también lo es para mí, que trabajo por monedas.
No me hagas más difícil llegar a casa de vuelta,
que hoy trabajé como esclavo, puse el hombro en la pelea.

No vayas a echar la culpa a tu padre ni a tu madre,
ni acuses a los gobiernos de lo que tú mismo haces.
La máquina de impedir siempre produjo afrentas,
mejor produce la máquina que de trabajar intenta.

Y dejá de quemar gomas, que contaminación causan,
y que al cáncer de pulmón le celebran una fiesta,
Encontrarás otras formas de protestar, pero sabias,
protestas que multipliquen, en vez de producir restas.

Sé que ejerces el derecho que la ley te ha concedido,
protestar sin darte nunca por vencido, ni aun vencido,
pero yo también lo tengo, atención, préstame oído,
y si yo respeto el tuyo, ¡vos también respetá el mío!

Si fuera que con piquetes se solucionan problemas,
si se detuviera el hambre, si se pararan las guerras,
si mejorara la vida del decadente sistema,
piquetearíamos al mundo, y que todo se resuelva.

Hay veces no sé por qué, el volcán de adentro estalla,
ni entiendo por qué también de allí emerge la protesta,
mas, compruebo que mi mente, no silencia ni se acalla
y busca en “otra propuesta” una fehaciente respuesta.

Los causantes de la crisis no van por calles cortadas,
y no escuchan sus oídos al que ruega y nadie salva.
Por tal no entiendo por qué el corte es al que trabaja,
cuando tal vez el que corta sea el que tenga la respuesta.

© Rubén Sada. 21/01/2012.
(Del libro Poesía Antisistema)

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