29 de diciembre de 2021

EL PROTOCOLO

 


EL PROTOCOLO

 

No hace falta, estoy caliente.
Fue la réplica que narro.
Treinta y tres, marcó el cacharro…
—Es que soy muerto viviente.—
“Protegido” del pie al diente
por barbijo, alcohol en gel,
apenas crucé el dintel
me atajó un orangután
y espetó: —“¡Obedezca el plan!
Protocolo del cuartel.”

   
Y al entrar me fui pensando:
No hay protocolo que evite
que Leviatán robe y quite
mientras nos va devorando.
Sus políticos robando
con malversación y dolo,
y el pueblo les sirve solo
por pagar mil y un impuesto,
mas, ¡si estornuda un honesto
pondrá en marcha “el protocolo”!
   
Se vende libre la droga
y liberan asesinos,
¡se nos ríen los cretinos
mientras el joven se ahoga!
La violencia se antologa
y esto ya es un lodazal,
el crimen es colosal,
para esto no hay protocolo,
pero si estornudás solo,
¡vos serás el criminal!
   
No hay prevención para el fraude,
nadie evita el latrocinio,
totalitario dominio
que una gran tribuna aplaude.
Ya no existe el juez que laude,
que ostente el Laurel de Apolo,
solo un marchito gladiolo
y un sepulcro de mujer,
pero si osaras toser
se ejecuta 
el protocolo.
   
Funcionarios muy corruptos
nos destruyen con impuestos,
¡ya son aplastantes estos!
¿Y sus desfalcos? ¡Abruptos!
Sus mentiras y exabruptos
viajan gratis como un bolo,
desde el ecuador al polo
no hay redención para el vil,
no obstante, al dócil redil
se lo obliga a un protocolo.
   
Ni siquiera el aire es libre,
solo podés respirar
lo que vos has de arrojar
y de tu mismo calibre.
Tu té con miel y jengibre
solo son la fe y el arte,
y aunque el decreto te harte
y se asfixie tu bronquiolo…
“¡Obedece el protocolo
y podremos controlarte!”

   
© Rubén Sada. 29/12/2021.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Los comentarios serán revisados y luego se publicarán aquí mismo. Muchas gracias por su respuesta.