LOS GUARDIANES DEL ABRAZO

 

Los guardianes del abrazo
se han convertido en estatua,
y no habrá tempestad fatua
que los derribe en zarpazo.
Al encontrarse, un flechazo
los hizo juntar sus venas
y en las orillas serenas
erigieron su castillo,
hoy reflejan mayor brillo
que el del sol en las arenas.

Grano a grano la escultura
fue tallada por el viento,
construyendo el monumento
a orillas del agua pura.
Es un abrazo que jura
absorber el resplandor
del sol, y del mar frescor
en la boca de la playa,
un abrazo que es muralla
en la arena del amor.

—No podrá el viento borrar
nuestro abrazo en esta escena,
ni podrá un amor de arena
ser destruido por el mar.
De mimos es nuestro altar
resistiendo otoño, invierno,
un amor más que fraterno
que aun en tempestad perdura,
playa sin fin y escultura
guardianes del mar eterno.

© Rubén Sada. 17/10/2021.