31 de agosto de 2020

EL TIEMPO PASA, NO ESPERA

 


EL TIEMPO PASA, NO ESPERA


*EL* árbol que conocí
de más altura en mi vida,
es el árbol en que anida
la huella que vive en mí.
Es un árbol que sentí
en el dolor de un anhelo,
cuando lágrimas de hielo
le dieron todo mi adiós,
y voló al brazo de Dios:
¡Ese árbol fue mi abuelo!

*TIEMPO*... ¡qué broma macabra
que a todos nos lleva el Hades!
Inexpertas mocedades
que el amor del alma labra.
Quisiera oír su palabra,
ese es mi más grande anhelo,
pero desde el mismo suelo
yo conservo su legado:
ser como él, un hombre honrado,
fue la herencia de mi abuelo.

*PASA* el tiempo y la memoria
me pone mano en el hombro,
me dice “de cada escombro
construirás tú, tu victoria”.
Recuerdo mi trayectoria
y mi balance agraciado,
de cenizas del pasado
todavía queda yesca,
aunque en el mundo anochezca
seré un tipo afortunado.

*NO* se apagará mi llama,
y el viento feroz que sople
le dará empuje y acople
al barco de mi proclama.
Cruzaré el mundo sin drama
con proa hacia la verdad,
no temo a la adversidad
ni al picor de la tormenta,
mi camino representa
el norte y la libertad.

*ESPERA*, el tiempo no pasa,
mas su aliento deteriora,
pasa el minuto, la hora,
ni un segundo se retrasa.
Mas, si está firme la casa
y tiene el mejor cimiento,
construirá con fundamento
lo que haya que decir,
la décima es elixir,
latir de cada momento.
Hoy que he llegado hasta abuelo
y puedo hacer un balance,
la vida me dio una chance
y en mis versos voy en vuelo.
En la espalda de tu suelo
sembraré la flor primera,
y en la pronta primavera
con mi amor la regaré
para que te enteres que
*“EL TIEMPO PASA, NO ESPERA”*

© Rubén Sada. 31/08/2020.




¡BIENVENIDA, PRIMAVERA!

¡BIENVENIDA, PRIMAVERA!

(Diálogo, con Manuel Hermosi)

—Rubén Sada—
Bienvenida, primavera,
con flores de tu vergel,
aquí lo invito a Manuel
si cantar de ella quisiera.
Le presto mi regadera
para que riegue sus flores,
y brotando sus olores
perfumen toda maceta,
las de Quilmes y Ezpeleta
donde haya payadores.

—Manuel Hermosi—
Con un canto de Espinel,
la décima improvisada,
me llego hasta Rubén Sada
donde lo abraza Manuel.
Trayendo este canto fiel,
sí, claro, abrió la tranquera,
y entre la gente campera
está linda la reunión
si traigo en mi inspiración
flores de la primavera.

—Rubén Sada—
Le entrego una rosa blanca
y una alegre mariposa,
que libe de aquella rosa
que trae mi mano franca.
Reverdece la barranca
donde florece la vida,
y en mi verso el vaho anida
saludando mi amistad
brindo con felicidad
¡primavera, bienvenida!

—Manuel Hermosi—
Un ramo del corazón
me sacó con su escritura,
que pienso, bien se mixtura
dentro de su inspiración.
El cual causaba emoción,
le digo en mi forma franca,
por eso el verso se estanca
diciéndole, si se expresa,
la inocencia y su pureza
que trajo esa rosa blanca.
—Rubén Sada—
En la hermosa enredadera
perfuma cada arvejilla...

—Manuel Hermosi—
Y más parece que brilla
un cielo de primavera.

—Rubén Sada—
Nuestras voz ya se entrevera
con los trinos del jagüel...

—Manuel Hermosi—
Con décimas de Espinel
y versos a la pasada...

—Rubén Sada—
Cantó junto a Rubén Sada,
el gran HERMOSI MANUEL.

© Rubén Sada y Manuel Hermosi. 31/08/2020.

25 de agosto de 2020

AMANECER vs. ATARDECER (Personificación en décimas)

 


AMANECER vs. ATARDECER

Amanecer: Luis Suárez (Col).
Atardecer: Rubén Sada (Arg)

Amanecer 1
Soy un lindo amanecer
presagio de luz brillante ,
soy diáfano cual diamante
que conquista a la mujer.
Hoy te invito, atardecer,
si quieres versar conmigo,
dejaremos de testigo
a la luna sin reproche,
quien nos separa es la noche,
¡No me deja ser tu amigo!

Atardecer 1
Soy tu hijo, de ti vengo,
continuidad de tu día,
termina en el alma mía
lo que de la tuya obtengo.
Somos del mismo abolengo
y desde el tiempo de ayer
busco en tu vida el poder
y en la mía un buen descanso
que inspira a todos remanso
de un tranquilo atardecer.

Amanecer 2
Soy Lucero matutino,
acompaño la jornada
con el canto y la tonada
de un humilde campesino.
Al encontrar tu camino
del ocaso queda el día
con tu falsa melodía
plagada de vanidad
arropas de oscuridad
a la hermosa tierra mía.

Atardecer 2
Soy buen tiempo para amar
con los grillos como cántico,
en un momento romántico
con el amor del altar.
Soy reunión en el hogar,
y antes de toda partida
soy abrazo y despedida
de la familia, aleluya,
“gracias” a la muerte tuya
yo puedo vivir mi vida.

Amanecer 3
Yo soy el amanecer,
el día muere por ti,
analiza que sin mí
no hay tiempo de renacer.
En cuestiones del querer
que al plenilunio prefiero
un momento placentero
para sentirme glorioso,
hay un dicho muy sabroso:
“¡no hay como el mañanero!”

Atardecer 3
Muy lindo es amanecer
y es muy bueno el empezar,
mas, mejor es terminar
bien un buen atardecer.
Completar todo quehacer
cuando el sol aún ilumina,
luego el descanso alucina
porque al tiempo yo respeto,
un trabajo está completo
siempre y cuando se termina.

Amanecer 4
Siempre y cuando se termina
me parece es una excusa,
pues yo siento que mi musa
es el rayo que ilumina.
Mientras tu vida termina
bajo el oscuro reproche,
ni con el canto del toche
conquistarás tu alegría,
mientras yo, con todo el día
no sucumbo ante la noche.

Atardecer 4
Soy el padre de la noche
y tú un hijo de la misma,
con ella tengo carisma:
¡le doy de estrellas derroche!
Cuando se acaba el berroche
de los niños en el huerto,
y hasta el sol parece muerto
con su rostro taciturno,
yo cedo paso al nocturno
sueño que sueña despierto.

Amanecer 5
No te pases con el vino
fíjate de mi apariencia,
con ADN y la ciencia
desconfía de tu vecino.
Yo soy hijo del divino
que venció con la verdad,
con rayos de potestad
que a la creación adora,
yo soy hijo de la aurora
y no de la oscuridad.

Atardecer 5
A Selene donde anida
la saludo con cariño,
y en el descanso de un niño
yo le doy la bienvenida.
Mientras tú, la despedida
le das, con tu vanagloria
de creerte un sol con gloria
que hasta el mediodía reina,
pero en la tarde despeina
el ventarrón de mi historia.

Amanecer 6
Yo soy la luz del trabajo
con energía que pesa,
no alcahuete de pereza
ni me salgo del atajo.
Con mi músculo desgajo
poniendo mi emprendimiento
y el sagaz conocimiento
junto con mi claridad,
al darle a la humanidad
para todos el sustento.

Atardecer 6
Yo soy el rey del oeste
y mi sombra allí domina,
pinto el cielo en la colina
con mil pájaros en hueste.
Con esta penumbra agreste
les recuerdo a cada humano
que deben llegar a anciano
y parar de trabajar,
“no por mucho madrugar
se amanece más temprano”.

Amanecer 7
Soy el momento anhelado
después de una noche oscura,
soy quien cura la locura
del que duerme preocupado.
Soy el instante deseado,
el que inspiro la alegría
soy la renacida cría
de mis paisajes tan suaves,
que hasta el campo con sus aves
esperan que les dé guía.

Atardecer 7
Soy el tiempo del poeta
que al meditar no lo aburre,
letra de agua que se escurre
y humedece su planeta.
Soy quien arriba a la meta
al final de cada día,
escribiendo poesía
que se impregna en cada tarde
en un corazón que arde
con vital policromía.

Amanecer 8
Soy la frescura del monte
y la aurora que me llama,
cambiando la tibia cama
por el canto del sinsonte.
Soy la luz del horizonte
hasta donde llega el viaje,
yo soy el más fino encaje,
yo soy el amanecer
quien te invita a renacer
en la luz de tu paisaje.

Atardecer 8
Soy atardecer del hombre
y su necesaria pausa,
soy cada día su causa
y que nadie se me asombre.
Aunque el ocaso es mi nombre
y mi color es de ocaso,
aunque rime con fracaso
soy tiempo de reflexión,
y de unir al corazón
en el altar del Parnaso.

Amanecer 9
No hay quien pare mi nivel,
eterno es mi decimal,
sin la luz artificial
se detiene tu pincel.
En los tiempos de Espinel
que no hubo electricidad,
analiza de verdad
sin dejar una secuela,
¿qué sería la espinela
sin haber la claridad?

Atardecer 9
Quisiera me prestes aves
que en ti vuelan muy temprano,
para alargar mi verano
con sus melodías suaves.
Sé que tú tienes las llaves
para que yo sobreviva,
y que una luna furtiva
nos dé la mano a los dos,
bajo este cielo de Dios
con la espinela atractiva.

Amanecer 10
Tendría que, el astro rey
bajar del luciente coche,
para alumbrar en la noche
cambiando su eterna ley.
Como un poderoso buey
conectarnos con un puente
y en el verso de repente
definir en el destino
la muerte de un gallo fino
al hallarnos frente a frente.

Atardecer 10
Yin y yan de cada día
son el alba y el ocaso,
uno inicio y otro aplazo
pero en ambos poesía.
Los dos fiesta y letanía
tenemos que comprender
que desde el tiempo de ayer
como cordiales vecinos,
juntamos nuestros caminos:
mañana y atardecer.

Amanecer
Al comenzar el camino
que te brinda un nuevo día...

Atardecer
Hermanamos poesía
de nuestras aves y el trino.

Amanecer
Rubén Sada el argentino
les hizo de atardecer...

Atardecer
Luis Suárez de amanecer
desde tiempos ancestrales...

Amanecer
Son los hermanos australes
del folclor de mi querer.

© Luis Suárez y Rubén Sada. 25/08/2020.