22 de diciembre de 2018

ÍCARO

ÍCARO 

Siempre quiso ser un ave
y volar libre en el cielo,
porque su vida en el suelo
no tiene vuelo ni cabe.
Y construye con un suave
plumaje un alón alado,
con cera lo hubo pegado
y el sol se lo derritió,
Ícaro así terminó:
“con el pecho destrozado”.

© Rubén Sada, 21/12/2018.

Como allá en la antigua Grecia
en que el sol derribó a Ícaro,
usaste artilugio pícaro
y un engaño que desprecia.
Me hundiste más que a Venecia,
me remitiste a antesalas
de un infierno sin escalas
que enfrento de modo cruel,
más que arrancarme la piel
“me has arrancado las alas”.

© Rubén Sada, 11/01/2019.

Intenté volar muy alto
y me caí varias veces,
no has de juzgar a los peces
por no andar sobre el asfalto.
Mas, miro al azul cobalto
que sobre mi pelo danza,
y aprovecho la enseñanza
de mi huella dactilar,
para poder alcanzar
el cielo de mi esperanza.

© Rubén Sada. 20/02/2022.

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