19 de julio de 2017

ELOGIO AL BUEN HUMOR (de Eduardo Miño y Rubén Sada)


ELOGIO AL BUEN HUMOR


(Rubén Sada)
Es gigante algarabía
la de la mente bien sana,
la carcajada aliviana
el estrés y la agonía.
Reírse es la melodía
que nos aleja del tedio,
ahuyenta todo el asedio
de un presente casquivano,
¡que este pueblo siga sano
con hilarante remedio!

(Eduardo Miño)
A mí me lo han enseñado
y ya no es ningún rumor,
maldición de mal humor
lo pierde al enamorado.
Lo mata al mal humorado,
por eso quiero decir
y si me deja aducir
permítame que le integre:
usted es un paisano alegre,
y el mejor médico, reír.

(Rubén Sada)
Es buena su apreciación,
compañero Eduardo Miño,
nunca perdamos el niño
que anida en nuestro interior.
Buen humor es buen amor,
y el pésimo humor lo enfría,
que el humor nos dé alegría
sin hacer la vida rígida,
reduce el alma a ser frígida
una vida sin poesía.

(Eduardo Miño)
Si de poesía hablamos
seguro es el mismo idioma
y si esta a los dos nos toma,
¡qué juntos la disfrutamos!
Si en el taller agregamos
el humor, como materia,
matará cualquier bacteria
que contagia al corazón,
se lo digo con razón:
¡el humor es cosa seria!

(Rubén Sada)
La risa es buena y contagia,
y ayuda a la digestión,
antes la televisión
nos hacía reír con magia.
Ahora es una hemorragia
de muertes y de injusticia
y en la cena no es propicia,
los gritos no se soportan
la digestión te la cortan,
con tanta mala noticia.

(Eduardo Miño)
Del humor televisivo
que hoy continuamos viendo
mejor salirse corriendo
y parecer fugitivo.
Recordar el humor, vivo,
como el de Altavista, sano,
de Landriscina el paisano,
de Olmedo, Porcel, Portales,
que han hecho reír a raudales
con un humor artesano.

(Rubén Sada)
Nunca me olvido “La tuerca”,
sketch de “los jubilados”,
que aunque están en el pasado
los estamos viendo cerca.
El Pato Carret me acerca
una risa provocada,
“nennita mía” contratada
por algún vivo “congénere
y el “indifrundidiyénere”
que hace estallar carcajada.

(Eduardo Miño)
Supe reír en mi butaca
cuando a Biondi lo escuché,
también a Marrone “¡Cheee!”,
bellas tertulias destaca.
Lo que esta época opaca
a las figuras de antaño
y que en este tiempo extraño
es Minguito Tinguitela…
había para “cortar tela”,
¡mucha tela de oro en paño!

(Rubén Sada)
En Joe Rígoli medito…
¡allá hace cuarenta años!
La burocracia de antaño…
¡por plantar un arbolito!
Millones de requisitos
Tino Pascali le nombra
un requisito que asombra
sus ganas de tener la
“sombrita para papá”
y nunca en su puerta sombra.

(Eduardo Miño)
Que el humor nunca se muera
por la culpa de ambiciones
de malas corporaciones,
yo, como usted, quisiera.
Que nuestra alegría siguiera
es un grito de clamor,
es sinónimo de amor
como es el agua bendita,
¡el mundo lo necesita!
¡Que no se muera el humor!

(Rubén Sada)
Con la obra de Abel Soria
adhiero a su fiel consigna,
será terapia benigna,
y a la salud obligatoria.
Su legado y trayectoria
son cantos de gratitud,
jovialidad y juventud
que a lo justo no renuncia,
y que a Argentina le anuncia
dar “al gran pueblo salud”.

(Eduardo Miño)
Lo que usted aquí me designa
es grato, con mucho amor…

(Rubén Sada)
es lindo hablar del humor,
tenerlo como consigna.

(Eduardo Miño)
Lo que el corazón persigna
lo recibe con cariño…

(Rubén Sada)
lo recuerda nuestro niño
y en la rima improvisada…

(Eduardo Miño)
lo saluda a Rubén Sada
el ‘nuevo’, Eduardo Miño.


Eduardo Miño y Rubén Sada. 05/07/2017



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