26 de septiembre de 2016

LUCHA MACABRA



LUCHA MACABRA 


La misma tapia cercaba 
los cementerios rivales, 
y un mismo azadón cavaba 
aquel suelo que tragaba 
ateos y clericales.

Otra tapia recia y fuerte, 
ambos campos dividía... 
¡Libertad y tiranía, 
ni en presencia de la muerte 
cejaban en su porfía! 

La iglesia, en el paredón 
de su fúnebre mansión, 
puso la cruz nazarena, 
mientras el otro frontón 
mostraba un reloj de arena. 

Y en la augusta soledad 
de los que en la eternidad 
yacían en hondo sueño, 
reñía la Humanidad 
su psicológico empeño. 

Sobre losas sepulcrales 
y entre galas funerales, 
la tradición y la duda, 
-fieros y eternos rivales,- 
proseguían su lid ruda. 

En el católico osario 
los nichos, en largas filas 
fingían al visionario 
quietos ojos sin pupilas 
mirando al campo contrarío. 

Así, buscando motivos, 
hasta en los despojos yertos, 
siempre fieros, siempre esquivos, 
se amenazaban los vivos 
sobre el polvo de los muertos. 

En aquel combate vano, 
con escrúpulo servil, 
cuidaba el rencor humano 
el cementerio cristiano 
y el cementerio civil. 

Mas en su torpe ceguera, 
los combatientes no ven 
que, mientras en lucha fiera 
sucumben por su quimera 
y por su mutuo desdén, 

subiendo de opuesto lado, 
sobre ese muro elevado 
que divide a los rivales, 
con amor se han abrazado 
las ramas de dos rosales. 

Y que sus entrañas puras 
a todos abre la tierra, 
y desde azules alturas 
el sol alumbra su guerra 
y besa su sepultura. 

Venancio Serrano Clavero
Poeta, escritor y periodista valenciano.
(España, 1870-1926)