28 de abril de 2015

ESQUIVANDO EL MANGAZO (Décimas humorísticas entre Rubén Sada y Delia Arjona)


ESQUIVANDO EL MANGAZO

 — (Delia) —
Amorcito de mi vida,
¡necesito el efectivo!
Porque cuido mi atractivo
y debo estar bien vestida
para todas mis salidas.
Es muy grande mi calvario,
sólo guardo en el armario
los diez pares de zapatos
y veinte abrigos rescato,
¡es muy pobre mi vestuario!

— (Rubén) —
         ¿Para qué querés más pares?
         ¿No te alcanzan esos diez?
         ¡Vos, sólo tenés dos pies
         y me llorás plata a mares!
         No es bueno que te compares
         a esas damas ricachonas
         que la ropa coleccionan
         con signo peso en los ojos,
         pues, de cobranza estoy flojo
         y el cajero no funciona.

— (Delia) —
No le esquives al mangazo, 
si andás flojo de cobranzas 
y la plata no te alcanza, 
tus excusas yo rechazo. 
¡De bruja no me disfrazo!
Mi cabello es virulana, 
ya me están saliendo canas, 
mi ropa es harapos viejos, 
¡dejame darte un consejo! 
¡Trabajá más y con ganas!

— (Rubén) —
         La plata se pone esquiva,
         ¿para qué acumular ropa?
         Sos linda de proa y popa,
         sos una reina, una diva.
         La moda es tanto nociva
         y el bolsillo me incomoda,
         ¿para qué ropa a la moda
         y comprar conjuntos caros?
         ¡Si a la noche, con descaro,
         voy a quitártela toda!

— (Delia) —
Tus halagos te agradezco,
¡yo soy joven y bonita!
Pero me hace falta guita.
Te repito, me parezco
a una bruja y no merezco.
No hace falta que comentes
algo que ya es evidente.
Tengo que estar bien vestida,
allí en todas mis salidas,
cuando me mira la gente.

— (Rubén) —
         Tu piel es la mejor prenda,
         la que te ha dado Dios.
         La gran belleza que sos
         hace que la flor se ofenda.
         Es preciso que comprendas,
         y no es porque yo lo invoque,
         que hoy la calle es un disloque,
         van todas pintarrajeadas,
         vos sos preciosa sin nada, 
         no necesitás revoque. 

— (Delia) —
¡Sos un loro repitiendo!
Otra respuesta esperaba,
con el dinero soñaba
ya que el frío está viniendo.
¡Por eso te estoy pidiendo!
Dinosaurio ya parezco,
Yo, de verdad te agradezco
si me das unas monedas,
que un abrigo me concedan,
¡porque es lo que me merezco!

— (Rubén) —
         ¿Veinte abrigos no te bastan?
         Tenés el ropero lleno,
         pero envidiás ir de estreno 
         como quien todo malgasta.
         La ropa nueva contrasta
         con tu alcurnia y con tus datos,
         no cometas desacato
         a tu estirpe de mujer,
         mejor ponete a barrer, 
         fregar y lavar los platos. 

— (Delia) —
Completo mi vestimenta
con la escoba y con los trapos.
Voy vestida con harapos
y la gente ya comenta,
¡que parezco una sirvienta!
Y si aflojás un poquito,
te invito a nuestro cuartito,
y con caricias intensas
aflojes, y te convenza,
¡que merezco el regalito!

— (Rubén) —
         Te daré, amor, tu regalo,
         y si querés adelanto,
         escuchá gratis mi canto
         para no llamarme 'malo'.
         Mi amor vale más, pensalo,
         y mi cariño es tu abrigo,
         soy yo tu mejor amigo
         y mi amor es muy sincero, 
         ¡no me pidas más dinero!
         ¡Si trabajo, me fatigo!

— (Delia) —
Acepto tus argumentos
que el cariño nos da abrigo,
y el cielo es nuestro testigo
¡son puros los sentimientos! 
Vivimos lindos momentos,
calefacción a los mimos,
con eso ya nos cubrimos,
porque el amor es más grande
y día a día se expande...
¡por eso nos elegimos!

Autores: Delia Arjona y Rubén Sada (21/04/2015)