A RIENDA SUELTA Tú y yo, somos pura lujuria... Juntos hasta el fin de esta centuria, la velada entre nosotros va resuelta. Danzando con sensacional lujuria, música mística de un rito celta. Acercándonos en esta relación espuria, entre frenéticos bailes, vuelta y vuelta, vas contagiando mis muslos con tu furia, mientras quedas de tu ropa desenvuelta. Ambos tratando de olvidar penuria y cada uno con su relación disuelta, que nos separen aquí sería injuria, afuera avanza la noche, y ya no hay vuelta. Esta vez nadie impedirá la historia, ya estás en limpias sábanas envuelta. Entre las sombras nocturnas y la euforia, navego en tu bahía, paradisíaco delta. Estás subiendo a la cúspide de la gloria... ¡Qué bella es tu cabellera revuelta! Con la luz del alba, la luna se oculta, Yo tan varón, y tú, mujer esbelta. Llegó el final en esta fiesta adulta... Dimos a nuestra lujuria rienda suelta... © Rubén Sada. 23/08/2008 _________________