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2 de abril de 2010

DE SER COMO SOY, ME ALEGRO (poema contra el racismo, de Nicómedes Santa Cruz)

racial, amistad, poema, racismo, crítica


DE SER COMO SOY, ME ALEGRO

de Nicómedes Santa Cruz, Perú, 14 de agosto de 1949

De ser como soy, me alegro,
ignorante es quien critica.
Que mi color sea negro
eso a nadie perjudica.

En medio de mi pobreza
vivo en forma muy decente,
ni al amigo ni al pariente
pido ayuda en mi tristeza.
Si es orgullo o si es torpeza
mi modo de ser celebro:
Lo tomado lo reintegro,
pago favor con favor,
y si negro es mi color
de ser como soy, me alegro.

Dentro de mi rectitud
tengo un corazón muy grande,
sirvo a cualquiera que mande
si al mandar tiene virtud.
¿Verán en mí, esclavitud
porque sirvo a gente rica?
Yo respondo a quien se ubica
al centro del subibaja:
Si es esclavo el que trabaja
ignorante es quien crítica.

Miro con gran displicencia
a quien ponga mala traza
porque le asuste mi raza
o le asombre mi presencia.
Y si alguno en su insolencia
me compara con un cuervo
tal injuria desintegro
con esta frase tan corta:
¡Si no molesto, qué importa
que mi color sea negro...!

Ni el color ni la estatura
determinan el sentir,
yo he visto blancos mentir
cual menguada y vil criatura.
Por esto, mi conjetura
no es dogma que se complica.
Muy claramente se explica
que, viviendo con honor,
nacer de cualquier color,
eso a nadie perjudica.

Autor: Nicómedes Santa Cruz (Perú)

VELORIO DE UN NEGRO CRIOLLO (poema de Nicómedes Santa Cruz)


VELORIO DE UN NEGRO CRIOLLO


(Poema de Nicómedes Santa Cruz, Perú, 11-06-1960)

Negra la capilla ardiente,
negro el muerto y su ataúd.
Adentro llora la gente,
afuera dicen... "¡Salud!"

Alguien pasó a mejor vida.
La mala noticia vuela,
y preguntan "¿Quién lo vela,
su mujer?"."¡No, la querida!"
Cae la noche rendida
sobre el murmullo de gente:
Negro en la puerta: un pariente.
Negras con manta: vecinas.
Negros con negras chalinas,
negra la capilla ardiente.

La casa pone el difunto,
lo demás todo prestado:
La luz del cuarto de al lado,
las bancas son de aquí junto.
El bodeguero fue el punto:
-japonés de gran virtud,-
firmó la solicitud
garante en los funerales
y así quedaron cabales
negro el muerto y su ataúd.

Negras teñidas de luto 
sirven tazas de café.
Viejas, teñidas de fe
rezan por el disoluto.
Tampoco falta algún bruto
que porque trajo aguardiente
vocifere tontamente
y haga chistes colorados.
Afuera, ríen mareados.
Adentro, llora la gente.

La noche parte a destierro.
Alguien pregunta con teatro:
"¿A las diez, o a las cuatro?"
¡Mentira, no irá al entierro!
El aullido de un perro
turba a la negra quietud.
Y en irónica actitud
libando alcohólica dosis
sin dar tregua a la cirrosis
afuera dicen: "¡Salud!"

Autor: Nicómedes Santa Cruz (1949-1989)

EL SEÑOR FEUDAL (de Nicómedes Santa Cruz)


EL SEÑOR FEUDAL

 (Poema de Nicómedes Santa Cruz, 1971)

Las haciendas del Perú
son de cuarenta familias
que mantienen su vigilia
igual que en la esclavitud.
Su extensión de Norte a Sur
y de Oriente a Occidente
es, aproximadamente
la misma que este país,
porque esta tierra infeliz
es del rico, totalmente.

Mansión del señor feudal
es la enorme Casa-Hacienda
construida en la encomienda
de la era colonial.
Allí un matón caporal
es la perfidia encarnada.
Y al son de una campanada
que suena desde la torre
hasta el débil niño corre
a hacer la dura jornada.

A la mesa del señor
nunca falta el gordo cura
que tiene su sinecura
de indiscreto confesor.
También van Gobernador,
y Prefecto, Alcalde y Juez.
Y por burlar la honradez
o fraguar las elecciones
reciben sendas pensiones
que cobran a fin de mes.

Para que el usurpador
viva como millonario
regamos el suelo agrario
con nuestra sangre y sudor.
Protegen al vil señor
funcionarios asesinos
y cercan nuestros destinos
linderos de agudo alambre
donde nos morimos de hambre
millones de campesinos.


Autor: Nicómedes Santa Cruz (1949-1989)

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