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17 de mayo de 2019

ACERTIJO DEL PATO

ACERTIJO DEL PATO

—Carlos Martinez—
El tema que aquí se ha dado
con algo que está pendiente,
no es un tema indiferente,
una vez me he preguntado.
Mas, nadie me ha contestado
cuando lo quise saber,
la pregunta voy a hacer
y contéstenla en un rato,
¿cuántas patas tiene un pato?
Su respuesta he de entender.

—Rubén Sada—
Depende: si está soltero
no tiene ninguna pata,
mas si es polígamo trata
de tener muchas, el fiero.
Pero a decirle sincero
y en este verso lo explico
ante su duda no achico
y le paso a responder,
que un joven pato al nacer
tiene dos patas y pico.

—Edgardo Laluz—
Cuántas patas tiene un pato,
aunque sea larga la décima,
casi llega a una centésima
pero igual va mi relato.
Lo pienso y no me abatato,
me largo por el sendero
como dijo mi aparcero
Rubén Sada a su entender,
dos patas tiene al nacer,
después las que le dé el cuero.

© Carlos Martinez, Rubén Sada y Edgardo Laluz. 17/05/2019.

16 de mayo de 2019

LA PIZZA

LA PIZZA

(Jugando con las palabras, junto a Edgardo Laluz)

—(Rubén Sada)—
La duda mi seso cuaja,
respóndame o se eterniza:
¿Por qué es redonda la pizza
mientras cuadrada es la caja?
Respóndame sin ventaja
y si es sabia su cabeza,
le daré con gran presteza
por ser buen respondedor
el premio de ganador:
¡una pizza con cerveza!
🍕 🍕 🍕
—(Edgardo Laluz)—
Sabe que soy carnicero,
Rubén Sada y es así,
pero no sabe de mí
que yo también soy pizzero.
Responderé con esmero
como siempre improvisando,
caja cuadrada le mando,
mi querido contendor,
"para que el repartidor
no se la lleve rodando".
🍕 🍕 🍕
—(Rubén Sada)—
La cuestión perimetral
de la caja de la pizza,
cuya forma rivaliza
con el producto central:
Mejor es la octogonal,
la cuadrada no la quiero,
al cortarla me refiero
porque hay que tener impulso,
yo al cortar tengo buen pulso
porque soy “Doctor Pizzero”.
🍕 🍕 🍕
—(Edgardo Laluz)—
No se haga tanto problema
por la caja de la pizza,
mi respuesta sintetiza
y va aclarar su dilema.
No es tan importante el tema,
desde acá le tiro un centro,
si en una ocasión lo encuentro
le mostraré mano a mano
que al igual que en los humanos
lo importante es lo de adentro.
🍕 🍕 🍕
—(Rubén Sada)—
Hay que tener precisión
para la pizza en rectángulo,
no hay que errarle nunca al ángulo
para no errar la porción.
Pero a decir mi opinión
la circular es lo más,
y en los grados soy capaz,
mi diploma me autoriza:
soy “Ingeniero de pizza”,
y al cortarla uso un compás.
🍕 🍕 🍕
—(Edgardo Laluz)—
Usté es muy perfeccionista,
córtela por donde venga
o salvo que usted no tenga
cuchillo de especialista.
Y deduzco a simple vista
que su perfección retoza,
y en la angurria se reposa,
su decir lo sintetiza
y quiere comer más pizza
que la que come su esposa.
🍕 🍕 🍕
—(Rubén Sada)—
Mejor tomar precaución
de cuál es la pizzería,
pues confundí el otro día
el teléfono en cuestión.
Creo llamé al corralón,
como quien al cliente medra,
y atendió una voz que arredra:
“Pizza a la piedra” -pedí-
y cuando la caja abrí
tenía un montón de piedras.
🍕 🍕 🍕
—(Edgardo Laluz)—
¡Qué terrible confusión,
Rubén Sada, le diría!
No llamó a la pizzería
y sí llamó al corralón.
Tremenda equivocación
al encargar la comida,
y usted en la arremetida
de apurado se desmedra,
si ha comido tanta piedra...
¡Me imagino la salida!
🍕 🍕 🍕
—(Rubén Sada)—
Para la pizza a la piedra
en vez de comprar cuchillo,
compré un pesado martillo
en un bazar de Saavedra.
Lo apreté más que una hiedra
entre mis dedos turgentes,
con martillazos dementes
pensaba en cómo tragarla,
pero al querer masticarla
se me aflojaron los dientes.

Y cayó mi digestión
“como piedra”, cierto el dicho,
todo por un entredicho
con el pión del corralón.
Me atraganté una infusión
caliente hasta el caracú,
lloré como urutaú
que en la selva se desmedra,
y así derretí la piedra
al tomarme un té de ombú.
🍕 🍕 🍕
FIN.
© Edgardo Laluz y Rubén Sada. 16/05/2019.

OMBLIGO

OMBLIGO

—(Edgardo Laluz)—
Muy buena, amigo Rubén,
su respuesta se valora,
su verba es superadora
y sus conceptos también.
Y ya q está en el vaivén
con mi pregunta prosigo
y como usted es un amigo
cuénteme aquí mano a mano,
observando el cuerpo humano:
¿Pa’ que se inventó el ombligo?

—(Rubén Sada)—
¿Pa’ qué se inventó el ombligo?
¿Pa’ qué sirve nuestro pupo?
Déjeme que yo me ocupo
y en seguida se lo digo.
Verá, mi estimado amigo,
tiene mucha utilidad,
digo sin vulgaridad:
junta pelusa ese bache
y en un negro cachivache
es pa’ marcar la mitad.

© Edgardo Laluz y Rubén Sada. 16/05/2019.

15 de mayo de 2019

GUITARRA EN VENTA

 

GUITARRA EN VENTA

—Rubén Sada—
Mi guitarra estuvo en venta
pero luego descubrí
que en acordes de Fleurí
su diapasón se sustenta.
Su milonga se emparenta
con la décima española,
su vibración tiene aureola
y al verla y publicitarla,
todos quisieron comprarla
y en mi casa hicieron cola.

—Edgardo Laluz— Querido amigo Rubén, no haga plata esa guitarra, deje que suelte la amarra de su sonoro vaivén. Y le aconsejo también que se imponga el desafío, la acaricie con su brío de su sueño payador, que ella le dará calor cuando usted tiemble de frío.

—Rubén Sada—
¡Qué alegría leer su verso,
querido amigo Laluz!
Tal vez me alumbre su luz
en este oscuro universo.
Es mi duda que me ha inmerso
en la crucial epopeya
al ver tan bella doncella
le pregunto, contendor:
¿quién me dará ese calor?
¿Será la guitarra o “ella”?

—Edgardo Laluz—
Son distintos los calores, usted quiere amor carnal, yo hablo del musical que acompaña a payadores. Andando en estas labores acepto su desafío y no crea que me río, a mi modesto entender, por lo que pude leer usted se ha muerto de frío.

—Rubén Sada—
Viejo, adulto, joven, niño, cuando uno no tiene un cobre, es la receta del pobre: ¡Calefacción a cariño! Si no hay gas, aquí escudriño pegarme una calentada con milongas y payada más caliente que el infierno, 'aura' que viene el invierno, ¡qué linda es la guitarreada!

—Edgardo Laluz—
La guitarra es como un vicio y al calor de su encordada me recodo de pasada el precio de ese servicio. Pagarlo es un sacrificio, yo también aquí escudriño, Rubén Sada no es un niño y es el pensamiento mío que aparte de pasar frío está falto de cariño.

—Rubén Sada—
La guitarra es un recuerdo, un verso que da calor, es el fogón del amor que se arrima a un mate lerdo. Ingresa en el lado izquierdo del pecho su melodía, alimenta fantasía del arte payadoril, la guitarra es un candil que alumbra de poesía.

—Edgardo Laluz—
Antes de ser instrumento fue árbol y entre sus ramas cantaron en las mañanas aves y hasta silbó el viento. ¡Mire si tendrá argumento para transitar la senda! Por eso quiero que entienda lo que en el verso le digo, es un pedido de amigo que por favor: no la venda.

—Rubén Sada—
Pues, he tenido el honor de haberlo aquí superado, porque yo le he preguntado con motivo inspirador: “El contrapunto, señor, ¿qué cosa dicen que es?” Y le pregunto otra vez si su verso tiene luz... ¡Respóndame, don Laluz! ¡Dígalo con lucidez!

—Edgardo Laluz—
Otra vez, amigo Sada, debo disipar su duda, si es que el ingenio me ayuda, respondo su encrucijada. Contrapunto en la payada: responderle al contendor, opacar su resplandor con verdad o con falacia, siempre apelando a la gracia y al sentido del humor.

—Rubén Sada—

—Edgardo Laluz—
Muy buena, amigo Rubén, su respuesta se valora, su verba es superadora y sus conceptos también. Y ya que está en el vaivén con mi pregunta prosigo, como usted es un amigo, cuénteme aquí mano a mano, observando el cuerpo humano: ¿Por qué se inventó el ombligo?

—Rubén Sada—

—Edgardo Laluz—
Es parejo, un hombre orquesta, mi querido contendor... Y lo sé conocedor cuando en versos manifiesta. Es muy buena la respuesta, no encuentro mínima grieta y no es una jugarreta, yo pensé así, sin excusas: "¡Para juntar las pelusas que larga la camiseta!"

—Rubén Sada—
Yo no sé si sé juntar, mas, volviendo a la guitarra hace décadas se amarra a mi modo de cantar. Ella me ayuda a volar y consuela toda herida, porque la tengo adherida y su música me anota la armoniosa y dulce nota: ¡la más dulce de mi vida!

© Rubén Sada y Edgardo Laluz. 15/05/2019.



25 de diciembre de 2016

DOS AMIGOS DEL SESENTA (Payada entre Edgardo Laluz y Rubén Sada)


DOS AMIGOS DEL SESENTA


— Edgardo Laluz —
¡Cumple años Rubén Sada
y si el camino no tuerzo,
lo saludo con un verso
en décima improvisada!
Al compás de la encordada
marcaré mi itinerario,
y en su nuevo aniversario
mi pregunta es imprudente,
cuénteme lo que se siente
ser casi un sexagenario.

— Rubén Sada —
Por su felicitación
gracias, amigo Laluz,
todavía algo de luz
sale de mi diapasón.
Mi buena combinación
es pinta, experiencia y plata,
me cura lo que no mata
y de mi edad yo estoy chocho,
sólo tengo veintiocho
añitos en cada pata.

— Edgardo Laluz —
¡Su postura me contenta,
amigazo Rubén Sada!
Cincuenta y seis no son nada
siga engordando la cuenta.
Yo apenas pasé los treinta
y admiro su voluntad,
mas, le digo la verdad,
vaya cumpliendo de a poco,
¡mire que le falta poco
para la tercera edad!

— Rubén Sada —
Cuando a la tercera llegue,
tal vez en unos decenios,
que no me falte el ingenio
que a mis décimas las riegue.
Que mi verso siempre juegue
y nunca pierda el deporte
y así obtenga el pasaporte
de tener claro el testuz,
ser sabio como Laluz
como en sus treinta… de aportes.

— Edgardo Laluz —
Cuando le nombré los treinta,
Rubén Sada, amigo mío,
no crea fue un desafío,
le saqué a ojo la cuenta.
Ya gastada mi osamenta
tengo que serle sincero,
no tengo el dato certero
pero igual hoy se lo explico:
debo andar por ¡treinta y pico
de cortador carnicero!

— Rubén Sada —
Dos amigos del sesenta
se han juntado en la payada,
de Quilmes, Laluz con Sada
queriendo rebajar cuentas.
Pero lo que más se intenta,
sin jamás perder la calma,
es llevar en nuestras palmas
la amistad y el buen humor,
no importa edad ni dolor
si alegres son nuestras almas.

¡Gracias poeta Edgardo Laluz, por estas décimas compartidas en ocasión de mi cumpleaños!

Autores: Edgardo Laluz y Rubén Sada, 16-09-2016



2 de abril de 2016

EL HOMBRE EMBARAZADO (Contrapunto en décimas, entre Edgardo Laluz y Rubén Sada)

EL HOMBRE EMBARAZADO


(Contrapunto en décimas, entre Edgardo Laluz y Rubén Sada)


—(Edgardo Laluz)—
¡Qué bonitos se los ve!
Ella con mangas de tul,
y Rubén Sada de azul
en el retrato observé.
Mas, si puede explíqueme,
mi pregunta se abalanza,
no lo tome como chanza
pues no salgo de mi asombro…
¿por qué la toma de hombro
y ella le ataja la panza?

—(Rubén Sada)—
Si la foto no me miente,
querido amigo Laluz,
haré fuerza en mi testuz
pidiendo que me lo cuente.
Es mi brazo en su hombro el puente
de unión que hemos profesado,
y al asunto cuestionado
le respondo con soltura
ella “ataja mi figura”:
¡la de un hombre embarazado!

—(Edgardo Laluz)—
Buen amigo Rubén Sada
y querido contendor,
lo sabía paridor
de la copla improvisada.
Su figura embarazada
me recuerda en el camino
y en el verso lo imagino,
aunque a usted le suene extraño,
a un personaje de antaño:
¡el famoso filipino!

—(Rubén Sada)—
El “famoso” al que reseña,
el célebre filipino,
ninguno sabe un pepino
donde está: ¡no dejó seña!
Lo abandonó la cigüeña,
su laurel nunca fue brioso:
(fama fugaz, un tramposo).
Lo mío es bien comprobable
y es asunto impepinable: (*)
¡Yo sigo siendo famoso!

—(Edgardo Laluz)—
¡Su fama es tan macanuda!
A’ más su vocabulario
engorda mi abecedario
y a desasnarme me ayuda.
De usted no me queda duda,
pero sabiendo el camino
le juro no me imagino
y a ese misterio me anudo,
¿quién fue el gaucho corajudo
que embarazó al filipino?

—(Rubén Sada)—
No hay fotos del susodicho
ni nada que arroje lumbre,
pero yo, desde la cumbre,
le aseguro que era un bicho.
Tal vez lo picó un gualicho,
mucho asado y poca danza,
tetrabrick de nula crianza,
colado en todo festín,
fue el paisano Tallarín
que le infló tanto la panza.

—(Edgardo Laluz)—
¡Le digo que usted me ayuda!
A mi mente pone luz,
se despeja mi testuz
y se disipa mi duda.
En esa tarea ruda
que le señaló el destino,
me dice que el filipino
la panza que había mostrado
¡no es panza de embarazado!
Es una panza de vino.

—(Rubén Sada)—
Pero ahora está dietético
mi vientre, por los aumentos
de los precios de alimentos,
aumentos que no son éticos.
Ya tengo un estado atlético,
de atleta es mi jerarquía,
insisto, sin ironía,
la silueta no me importa,
la salud que me conforta
es el canto y la poesía.
de la poesía encantada,
mas, si canta Rubén Sada
soy su fiel admirador.
Le propongo algo mejor,
Si es que lo permite Dios,
formar un dúo y en pos
de la silueta del hombre,
y ya le propongo el nombre:
puede ser “Dúo Gor/Dos”.

—(Rubén Sada)—
¡Qué idea fenomenal
que se le ha ocurrido, Edgardo!
Juntar un cantor y un bardo,
en actuación especial.
El canto es universal,
y en poesía soy su hermano,
usted con guitarra en mano
tocará lo que disponga:
¡mientras se oye una milonga
yo cantaré en italiano!

—(Rubén Sada)—
Y el dúo aquí se despide,
entre el público que aplaude…

—(Edgardo Laluz)—
En el canto no habrá fraude,
pues la música lo impide.

—(Rubén Sada)—
Si usted quiere y lo decide,
Lezama espera su entrada…

—(Edgardo Laluz)—
Se despiden de pasada
y Quilmes llega hecho cruz,

—(Rubén Sada)—
cantó aquí Edgardo Laluz
a dúo con Rubén Sada.

____________________________
Muchas gracias, compañero poeta 
Edgardo Laluz, por iniciar estos versos. Lo seguiré porque usted es La Luz de mi camino en la décima.
____________________________

* Impepinable:
1. adj. coloq. Cierto, seguro, que no admite discusión. (Real Academia Española y Macri.)

6 de marzo de 2016

EL DEBATE PRESIDENCIAL (Domingo 15 de noviembre de 2015) en Argentina. Payada triple: Edgardo Laluz, Hugo Castro y Rubén Sada

EL DEBATE PRESIDENCIAL

(Domingo 15 de noviembre de 2015) en Argentina.

Payada triple: Edgardo Laluz, Hugo Castro y Rubén Sada



—Edgardo Laluz—
Buenas noches paisanada,
de la huella no me tuerzo
y ando extrañando sus versos
amigazo Rubén Sada.
Hagamos una humorada
que hoy mi cerebro se bate
no crea que es un embate,
en mi decir lo distingo
coménteme si el domingo
miró el famoso debate.

—Hugo Castro—
Andará en un menester
o me figuro por àhi,
viendo Chile y Uruguay
por quererse entretener.
No me quiero entrometer
pero me dio un acicate,
porque hablando del debate
aunque análisis no luzco:
"puro ladrido, cual cuzco
pa´afirmarse en el embate".

—Edgardo Laluz—
No es ninguna intromisión,
mi buen amigo Hugo Castro,
si es que me ayuda algún astro
yo le daré mi visión.
Esperaba esa cuestión
y no digo un disparate,
porque pa’ mí fue un combate,
donde el verso fue fluido:
¡terminé más confundido
que antes que empiece el debate!

—Rubén Sada—
¡Por esta invitación, gracias,
amigos Edgardo y Hugo!
Saquémosle al tema jugo
y hagamos mental gimnasia.
Cualquier payada me sacia,
mucho más que un buen debate
pues la mentira me abate.
Yo prefiero un contrapunto,
que es un debate presunto,
pero entre dos, que son vates.

—Edgardo Laluz—
Qué bueno que haya venido,
le había perdido el rastro,
me comentaba Hugo Castro
que estaba viendo el partido.
Le juro estoy confundido
y es capaz que usted me ayuda,
su respuesta es macanuda
porque entre tantos embates
el tan mentado debate
me dejó un montón de dudas.

—Hugo Castro—
Si usted tiene un entripado
y más, siendo carnicero,
de sus dudas compañero
me haré cargo, preocupado.
Disculpe, me había marchado
y aunque no sea sesuda,
tal vez mi respuesta acuda
a aclararle un poco el mate,
del tan mentado debate,
dígame, ¿cuál es su duda?

—Rubén Sada—
Su duda ¿será temática?
Aunque yo no soy psicólogo
le digo que dos monólogos
no es lo mismo que una plática.
Fue conversación errática
y el tema espinoso abordo,
yo en palabras me desbordo
porque todos preguntaban
pero no se contestaban
como un diálogo de sordos.

—Hugo Castro—
Tiene razón Rubén Sada
decir: "no me contestaste"
es como decir pifiaste
y de pelota parada.
Usted ya sabe, no hay nada
más fulero que medir
el continuo ir y venir
sin espumar caldo gordo,
pero no existe peor sordo
que aquel que no quiere oír.

—Edgardo Laluz—
¡Pido perdón aparceros!
¡No es que al tema le haga asco!
Taba cortando churrascos,
ya saben, soy carnicero.
Yo les voy a ser sincero
porque les pedí un barato
y en el verso me desato
pa’ dirimir sin temor
y saber cuál es mejor
entre los dos candidatos.

—Rubén Sada—
Cada cual hará su juego
porque así es la democracia,
en el cuarto “oscuro”, ¡audacia
es no votar como ciegos!
Yo pregunto, desde luego,
y a mi duda deme oído,
pregunta que me hace ruido,
suélteme su propia rienda,
responda y no se me ofenda:
A usted: “¿en qué lo han convertido?”

—Hugo Castro—
Yo nunca fui de ocultar
mi parecer ciudadano
y menos si tengo a mano
motivos para opinar.
Por eso voy a dejar
aquí mi opinión ya mismo,
como ya salté un abismo
de otrora tiempo nefasto,
por "Cambiemos", no me gasto
no voto liberalismo.

—Rubén Sada—
Yo no ocultaré ni oculto
mi deseo de libertad,
que se sepa la verdad
y a la honradez se haga un culto.
La injusticia es un insulto,
el hambre una cachetada,
la miseria es una espada
que parte al país en dos,
país bendito por Dios
que no acierta la jugada.

—Hugo Castro—
Apareando la sextilla
que viene de maravilla
para esta grata reunión,
Laluz, le pregunto al punto,
que no le esquive al asunto
y también dé su opinión.

—Edgardo Laluz—
Pa’ mí el debate que viene
pa’ que no existan más cucos
debieran jugarlo al truco
así el pueblo se entretiene.
Es lo que más nos conviene
que se midan los rivales
y para evitar los males
los gastos y tantos viajes,
que también el balotaje
lo definan a penales.

—Rubén Sada—
La buena idea del truco
tiró Edgardo en recitada,
las cartas están echadas
y el tema ya está caduco.
Será un duelo sin trabuco,
un combate entre dos astros,
no le perdamos el rastro
distingamos quién es quién,
¡saluda a Laluz, Rubén,
y salud, don Hugo Castro!

Autores: Edgardo Laluz, Hugo Castro y Rubén Sada.


17 de enero de 2016

EL BASTÓN PRESIDENCIAL


EL BASTÓN PRESIDENCIAL 

(Décimas en contrapunto con Edgardo Laluz)

« Rubén Sada »
Salud, hermano y amigo,
Edgardo Jorge Laluz,
desde este suelo andaluz
lo saludo y lo bendigo.
Por más de que yo investigo
la noticia nacional,
no puedo entender tal cual
¿para qué un bastón precisa
y el presidente utiliza
“el bastón presidencial”?

« Edgardo Laluz »
¡Lo saludo, Rubén Sada,
desde esta tierra argentina!
El bastón del que usté opina
a ella cubrió retirada. 
Ya en su guarida instalada
vera cómo la entretiene,
y el que Mauricio ahora tiene
será para el desarrollo,
como otro punto de apoyo…
¡pa’ la Argentina que viene!

« Rubén Sada »
Un muy buen punto de apoyo
para un país que renguea,
con dividida asamblea
que traba el buen desarrollo.
Dicen que es un buen rollo
que quien viene va a instalar
en la plaza popular
y quienquiera se dé cita:
y el bastón lo necesita
para jugar al billar.

« Edgardo Laluz »
El bastón que usted me apunta
y que en versos me desliza,
difícil ponerle tiza
porque es muy gruesa la punta.
Y pensando en su pregunta
pa’ hacer esa carambola
un taco grande enarbola
el futuro presidente,
porque al billar de la gente
se le han crecido las bolas.

« Rubén Sada »
Otro uso muy “rentable”
que al presidente planteo
es desplumar a los feos
“buitres”, cual fuera un sable.
Si hacerlo no fuera viable,
como “arpón” ha de intentar
a “tiburones” cazar
y a “peces gordos” pescarlos,
y el bastón podría usarlo
como caña de pescar.

« Edgardo Laluz »
En la asunción se delata
que Kristina en retirada
se fue y se dejó olvidada
a la empleada que relata.
Para pesca, cosa grata,
con el bastón, sin lombriz,
el pueblo estará feliz
si puede subir a bordo…
¡a tantos pescados gordos
que hoy nadan por el país!

« Rubén Sada »
Cuentan que el líder electo
foto retrato quería,
pero nadie se ofrecía
a enfocar cuadro perfecto.
Por eso tuvo un proyecto:
“selfie” se quiso tomar,
y comenzó a preguntar
“¿Dónde está mi selfie-stick?”
Y la idea le hizo click:
“Mi bastón va a funcionar”.

« Edgardo Laluz »
Me lo cuenta su relato
y entiendo que ese bastón
es como multifunción,
¡sirve pa’ hacer un retrato!
Al pensarlo me desato
y aunque le parezca extraño
si alguno escala un peldaño
ahí la ocasión es grata,
¡para romper la piñata
festejando un cumpleaños! 

« Rubén Sada »
Muchos usos le hemos dado
a este emblema de poder,
que esa soberbia mujer
mezquinó haber entregado.
Pero así lo quiso el hado
que en asunción proverbial
lo recibiera triunfal
nuestro nuevo presidente,
y que empuñe dignamente
el bastón presidencial.

Autores: Rubén Sada y Edgardo Laluz.
Asunción presidencial el día 10/12/2015 
Excelentísimo Sr. Presidente de la Rep. Argentina, Mauricio Macri.

7 de diciembre de 2015

LA CENA (Contrapunto entre Edgardo Laluz y Rubén Sada)

LA CENA

—Rubén Sada—
Tengo un espacio vacío
y no es que lo tome a chanza,
cuando me cruje la panza
tiembla el músculo de frío.
El vacío, dentro mío,
es como el de astronomía,
requiere gastronomía
y que al menos una papa
llene el vacío del mapa
con planetas de energía.

—Edgardo Laluz—
Qué bueno, amigo Rubén,
hallarlo en esta porfía.
Tengo la panza vacía
y no puedo pensar bien.
Si quiere ser mi sostén,
capaz que a comer me invita,
el corazón me palpita,
por eso en versos lo enfrasco,
hoy me apetece un churrasco
que salga con papas fritas.

—Rubén Sada—
Si condimenta el churrasco
con un rico chimichurri,
capaz que le paso el curry
y se lo sirve del frasco.
Coma tranquilo, un atasco
seguro podrá evitar
si acompaña el paladar
con un buen tinto borgoña,
y lo acompaña su doña
con un alegre brindar.

—Edgardo Laluz—
Sabe, me quedé pensando
y aunque soy hombre de aguante,
le esquivo un poco al picante
que en versos me está nombrando.
Y no me tome por blando,
le pongo el pecho a la vida,
no desprecio su comida
ni el borgoña que me ofrece,
mas, le temo a los reveses
cuando llegue la salida.

—Rubén Sada—
¡No se me ponga tan flojo
como osito de peluche!
Cuando se calienta el buche
el rostro se pone rojo.
Pica el bofe como abrojo
pero le asentará bien
un tono rosado en
la mejilla es beneplácito,
mata todos los parásitos…
¡se lo asegura Rubén!

—Edgardo Laluz—
El picante cosa grata,
gustoso en el paladar,
pero lo hace lagrimear
cuando llega a la culata.
Es larga la serenata
y en el verso no me asusto,
este es el momento justo
pa’ una pregunta concreta…
¡Pídame alguna receta!
Que se la daré con gusto.

—Rubén Sada—
Yo necesito ingredientes
para carne sin espinas
de algún “bicho que camina”
y que contenga nutrientes.
Ponga algo entre mis dientes,
porque el asunto es espeso,
requerirá de usté el seso
si es cocinero, si es mago,
recéteme usted ¿cómo hago
pa’ cocinar con seis pesos?

—Edgardo Laluz—
La receta se la explica
hoy mi mente se ilumina,
esta me la dio Cristina
mientras que sushi mastica.
La mortadela es muy rica,
cuando con un pan se hermana
una feta, y no es macana,
eso ya le quita el hambre,
después le saca el fiambre
y lo guarda pa’ mañana.

—Rubén Sada—
Hasta para mortadela
tuve que ir al cajero,
mi bolsillo tiene agujeros,
la inflación está que vuela.
Al llegar, tuve secuela:
la máquina no funcionaba.
Ni seis pesos me entregaba,
no reconocía el chip,
y el formulario de AFIP
pa’ anotar, se lo choreaban.

—Edgardo Laluz—
Su verso es poco profundo
y aunque la plata no sobre,
“acá no existen los pobres,
porque este es el primer mundo”.
No crea que me confundo,
cuando le doy la receta,
si la operación concreta
seguro le sobra “tela”,
le dan, por la mortadela
“¡doce cuotas, con tarjeta!”

—Rubén Sada—
Voy a enunciar la receta
para invitarlo a comer,
proteínas ha de haber
en nuestra mesa discreta.
No me alcanza pa’ chuleta
y el condimento lo empacha,
el borgoña lo emborracha
y no hay ni migas de Bagley,
imitaremos a Marley:
¡le sirvo unas Kukarachas!

—Edgardo Laluz—
Entiéndame la respuesta,
no quiero ser descortés,
toy’ entrando a la vejez,
lo que es con “K” me indigesta.
Si me acepta la propuesta
a mi mesa está invitado,
y aunque ando medio ajustado
pa’ cocinar me doy maña,
cuando regrese de España
lo espero con un asado.

—Rubén Sada—
¡Doy gracias por el asado!
Yo, que lo quise invitar,
no lo pude conformar
y ahora soy el invitado.
Fue un asunto “descarnado”,
me dio pa’ que tenga y guarde,
y no quiero hacer alarde
ni es que el horario le enrostre,
yo invitaré con el postre,
pa’ que no se le haga tarde.

—Edgardo Laluz—
Es mi gusto en la ocasión
invitar, cuando es amigo,
y ya que en versos lo sigo
le daré la explicación.
Si es que me presta atención,
esperando su llegada,
preparo unas empanadas
fritas en casera grasa.
Si me visita en mi casa
no tiene que traer nada.

—Rubén Sada—
Ya que no he de llevar nada
a su hospitalario asado,
llevaré unos invitados
de la “gran familia” Sada:
Mis cinco hijos, cuñada,
mis veinte primos, tres tíos,
mi nuera y el yerno mío,
mi abuela y sus treinta nietos
y pa’ mi perro, “Esqueleto”,
prepárele un buen vacío.

—Edgardo Laluz—
Eso no es ningún problema,
es el rancho de un paisano
que lo estrecha entre sus manos
pa’ resolver el dilema
yo le presento un esquema
porque a la verdad me ajusto
no crea que yo me asusto
por la familia que adora,
confírmeme bien la hora…
¡no me haga esconder de gusto!


—Rubén Sada—
Bueno, mi querido amigo,
hasta entonces y nos vemos…

—Edgardo Laluz—
a la vuelta nos veremos!
si me sigue yo lo sigo.

—Rubén Sada—
Desde mi alma lo bendigo,
la cena está organizada,

—Edgardo Laluz—
asado con empanadas!
y el vino pondrá su luz

—Rubén Sada—
Salud a Edgardo Laluz
le desea Rubén Sada.

Autores: Edgardo Laluz y Rubén Sada.



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