7 de junio de 2015

SENCILLITO NOMÁS (Payador Nacional Coco Etcheverry)


SENCILLITO NOMÁS 

(por el payador nacional Coco Etcheverry)


María Esther y Oscar, mi viejo,
un día se conocieron
y como tantos, vivieron
un amor grande y parejo.
Al tiempo nació un pendejo
que aquel hogar alegró,
un "muñeco" se crió,
blanco, rosado y bonito,
con el nombre de "Coquito"
y esa hermosura soy yo.

Mírenme por donde quieran
pero con sano criterio,
no tomo la vida en serio,
soy un poco calavera.
Nací buen mozo, de veras,
lindo por naturaleza,
y no ha de causar sorpresa
que les cuente el payador,
que ya he sido ganador
de concursos de belleza.

Mi fama de seductor
elegante y atrayente,
hacen dar vuelta a la gente,
los churros entran en calor.
Dicen "¡Ahí va el payador!"
y el mimarme es un deseo,
yo me hago el que no las veo,
pero esto se hizo rutina,
me piropean las minas
cuando salgo de paseo.

A mí se me han declarado
viudas, solteras, casadas,
juntadas y separadas
quieren estar a mi lado.
Soy como un niño mimado
y les contaré también
de que una chica, recién,
aunque hago mal, lo confieso,
si yo no le daba un beso
se tiraba abajo del tren.

Como tengo perfil griego
y un cutis tan suave y terso,
y aparte le hago unos versos
que hasta el corazón les llego.
De ser tan lindo reniego,
¡de modelo trabajé!
¡Qué percha, figurensé!
Mis cabellos se hacen rizos,
y aparte les improviso,
¡la verdad es que me pasé!

Si una tal Nélida Roca,
esa bomba conocida,
se quiso quitar la vida
por mí, estuvo media loca.
Las cantinas de la Boca
son testigos del desvelo,
tomaban, para consuelo
Zulma Faiad y la Leblanc,
por culpa de este galán
se arrastraron de los pelos.

Recuerdo que me apretaba
Isabel Sarli a su pecho,
y lloraba de despecho
lo que yo la despreciaba.
Moria Casán me besaba,
me mostraba hasta el ombligo,
Ethel Rojo fue testigo
que a su hermana enamoré,
la Pradón más de una vez
se quiso casar conmigo.

Yo anduve con dos Susanas,
la Giménez y la Traverso,
Valeria Mazza en un verso
se me declaraba ufana.
Siguiendo esa caravana
Graciela Alfano me mima,
y abusando de mi estima
me decía: "Aunque peso mucho,
haceme a upa, papucho".
Y era Martha Serra Lima.

No voy a seguir nombrando
estrellas que me han querido,
que mucho me han perseguido
y yo las dejé pagando.
Se siguen enamorando,
será porque soy famoso,
cuántos maridos celosos
que me han querido matar,
¡las cosas que hay que aguantar
cuando uno nace buen mozo!

Como yo no tengo abuela
me presento así, sencillo,
yo solo me saco brillo
con mi verso de alta escuela.
Y ahora que mi mente vuela
le arrimé al fogón un leño,
agudizando mi ingenio
y mis sueños de cantor,
se presentó el payador
nacido en suelo quilmeño.

Autor: Coco Etcheverry. 
[Payador nacional]



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